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—¿Podrías compartir uno de tus recuerdos favoritos como padre?
—La verdad es que tengo tres recuerdos inolvidables como papá y son los nacimientos de cada uno de mis hijos. Recuerdo de manera especial cuando entré con mi esposa a recibir a Facundo, el primero; luego, a mi segunda hija, Luciana –la jefa de la casa–; y por último, el nacimiento de Federico, el tercero –que es el más papitis– y que capaz sea el más divertido, pero además es el que Dios me hizo vivir de una manera distinta porque en ese momento Facu y yo estábamos con covid, entonces acompañamos el parto de manera virtual a través de una videollamada. Estos tres momentos marcan mi vida porque son únicos, no se pueden repetir.
—¿Qué lección de vida te gustaría que tus hijos recuerden siempre de ti?
—La lección de vida que quiero que ellos atesoren es la fidelidad y la lealtad hacia la familia, sus hermanos y sus amigos. Que ellos continúen no solamente el legado empresarial, sino que también continúen viviendo y transmitiendo los valores familiares como la integridad y la transparencia. Espero dejar en cada uno de ellos el propósito de hacer algo bueno para nuestro querido Paraguay.
—¿Tenés alguna tradición familiar que consideres fundamental para mantener una relación cercana con tus hijos?
—Los deportes son una de las tradiciones que comparto con mi familia, ellos siempre me acompañan cuando compito en Ironman y yo voy detrás de mis hijos cuando compiten en equitación o el interbásico. Son momentos especiales porque es la manera de demostrarles que tienen el 100 por ciento de mi apoyo y el de su mamá también. Otra actividad muy tradicional es el almuerzo de los domingos, un momento para estar juntos en familia, disfrutar, de no estar con el teléfono. Otra tradición que incorporamos es que dos veces al año –en Navidad y Año Nuevo– yo cocino con mis hijos. Con Facundo preparamos pata de cerdo y con Luciana, el pavo. Con el menor de mis hijos, estamos organizando con qué menú le tocará estrenarse en la cocina, seguro será una sorpresa para todos.
—¿Cómo manejan en familia los momentos difíciles o de estrés?
—Orando en familia, poniendo en las manos del Señor el problema que sea. Siempre trato de despedirme de mis hijos para ir al trabajo y, por las noches, oro con ellos, les leo los Devocionales para Niños –la verdad que lo recomiendo–, que tiene un contenido para los 365 días del año. Si yo no puedo, mi esposa, Lala, acompaña ese momento. Todo lo bueno hay que agradecer y también poner en manos de Dios las dificultades. Y, lógicamente, priorizamos el diálogo, hablamos sobre los desafíos que tienen en el colegio, les aliento siempre a que tengan apertura de escucha, pero que también expresen lo que les molesta. Por otro lado, considero que el deporte también es muy importante para manejar los momentos de estrés.
—¿Cuál es el mejor consejo que has recibido sobre la paternidad y quién te lo dio?
—El mejor consejo que recibí me lo dieron mis padres y es: Ya vas a ver cuando seas papá. Ellos me enseñaron a pasar tiempo de calidad con mis hijos, encontrar espacios para compartir con cada uno haciendo lo que les gusta. A mí me emociona mucho verlos crecer, crecen muy rápido.
El diálogo es muy importante en mi rol como papá, trato de hablar con ellos, de ser papá y compañero a la vez; cuando era niño, tuve la bendición de que mi papá y mi mamá fueron también mis amigos y eso ahora yo quiero reflejar con mis hijos.
—¿Qué actividad en familia disfrutás más y por qué?
—Me encanta viajar con ellos, nos encanta ir al río, pasearnos en jet sky, andar a caballo. Los momentos de viajar son espacios para estar juntos, en el auto, en el avión incluso, el que ellos duerman encima mío. Eso es algo que me encanta, realmente. También disfrutamos mucho cocinando y comiendo juntos, por ejemplo cuando Lala, mi esposa, ahora con el frío, prepara el fondue. Estas actividades generan momentos en los que podemos compartir y los cuales nos fortalecen como familia.
—¿Cómo te asegurás de mantener una conexión emocional fuerte con tus hijos a pesar de tus responsabilidades profesionales?
—Estar disponible para mis hijos cuando me necesitan, hacerlos sentir amados, la verdad es que yo considero vital tener gestos de cariño con los hijos. Por eso siempre les doy abrazos, besos y muchos mimos. Asimismo, en algunas situaciones hay que poner límites, en esos momentos me siento a hablar con ellos, les digo decime por qué hiciste esto. Con estas acciones busco tener esa unión emocional y que puedan confiar en mí. Es esencial darles amor y apoyo, pero también es crucial mostrarles la realidad de la vida.
—¿Qué valores intentás inculcar en tus hijos a través de tu ejemplo profesional?
—A través de mi trayectoria profesional, intento inculcar a mis hijos valores como el respeto, la humildad, la responsabilidad y la confianza en ellos mismos; por ejemplo, cuando se propongan metas personales y profesionales, que luchen hasta alcanzarlas, que no hay imposibles. Por otro lado, quiero que vean en mí un modelo a seguir en cuanto a la integridad y la ética en el trabajo. Mi mayor felicidad será que mis hijos al crecer sigan siendo personas de bien y sean felices. Es lo que busco.
IDENTIKIT
Nombre: Federico Miguel Vázquez Villasanti.
Edad: 34 años.
Casado con: Laura Vargas Wildberger.
Hijos: Facundo, Luciana y Federico.
Profesión y cargo: presidente de Grupo Vázquez, CEO de ueno bank y anteriormente CEO de Credicentro.
Comida favorita: milanesa de pollo con arroz quesu.
Deporte favorito: triathlon.
Hobbies o pasiones: “Me apasiona la velocidad de la innovación en cada uno de mis emprendimientos. Correr en un auto de rally, correr en carreras de triatlón. Correr detrás de las ideas de mi mejor amiga y esposa, Lala; pero, ante todo, corretear detrás de mis hijos Facu, Lu y Fede.