Los 500 años del descubrimiento del Paraguay

Este año se conmemoran los 500 años del inicio de la expedición de un hombre sobre cuya vida desconocemos varios aspectos, se trata de Alejo o Aleixo García, que en su búsqueda de la Sierra de la Plata atravesó los actuales territorios del Paraguay y Bolivia. Han pasado cinco siglos de aquella aventura llamada la Garciada.

Por tradición oral se sostiene que en las cercanías de la Villa de San Pedro del Ycuamandyyú fue el lugar donde García encontró la muerte, por eso se erigió el Kurusu García que hasta hoy en día puede ser vista. Foto: Secretaría Nacional de Turismo.
Por tradición oral se sostiene que en las cercanías de la Villa de San Pedro del Ycuamandyyú fue el lugar donde García encontró la muerte, por eso se erigió el Kurusu García que hasta hoy en día puede ser vista. Foto: Secretaría Nacional de Turismo.Gentileza

Cargando...

Entre la inmensidad del Océano Atlántico, y una tierra desconocida, en la isla que los nativos denominaban Yuru Minrin –hoy Santa Catarina– se encontraba un grupo de europeos, algunos náufragos, otros dejados ahí por castigo o por voluntad propia. En la convivencia fueron aprendiendo el guaraní y es que una vez que se ganaron la confianza de los nativos estos les informaron de la existencia de un rey blanco, que luego de varias jornadas de camino hacia el Oeste tenía un reino rico en metales preciosos.

Como ya dijimos, el protagonista, Alejo García, vino en la expedición de Juan Díaz de Solís en 1516, exploración que tenía como propósito encontrar el paso hacia el mar del Sur. En cuanto a su origen, lo más aceptado es que era natural de la región del Alemtejo en Portugal; para el historiador uruguayo Rolando Laguardia Trías pudiera ser que Alejo García fuera pariente del célebre piloto Diego García de Moguer, que en su memorial de 1530 escribió “que era un hombre de los suyos”. Diego García volvió de nuevo al Río de la Plata en una expedición que llegó a la isla de Santa Catarina a comienzos de 1527, y de don Diego refieren las fuentes que era vecino de Moguer en Huelva, pero de origen portugués.

Planisferio de Diego Ribero, 1529. Colección del autor.
Planisferio de Diego Ribero, 1529. Colección del autor.

Legendario de América del Sur

El historiador brasileño Guilherme Raúl Blaese afirma que Alejo García es uno de los personajes legendarios de América del Sur, hasta hoy en día desconocemos su lugar exacto de nacimiento y el año. La existencia de García se constata mediante los relatos de quienes sobrevivieron a su aventura de cruzar medio subcontinente en busca de los metales. La influencia de Alejo García fue tal, que sin querer hizo que varias expediciones se dirigiesen a esta región que pronto se llamaría del Plata en homenaje a las ricas minas de dicho metal que García y sus compañeros lograron encontrar.

En unos testimonios tomados por Domingo Martínez de Irala entre diciembre de 1542 y enero de 1543 se menciona lo siguiente: el cinco de enero en el puerto de los reyes subió a su bergantín un indio principal y tres acompañantes que hablaban la lengua guaraní, uno de ellos era pequeño de cuerpo y dijo que se llama Xaogani y los guaranís le llamaban Maraoma, quien afirmó sin que se le pregunte que él había sido esclavo de García, a quien los indios llamaban Maratia, que antes de que venga García los guaraníes habían hecho una gran junta y pasaron por su tierra llevando a las mujeres y los niños hacia el puerto de Ytatin; los guaraníes pretendían ir a buscar metales hacia la sierra. Es ahí que llegó Alejo García y su hueste desde la costa atlántica. Siguió afirmando Xaogani que anduvo el dicho García y de donde hubo el metal que trajo, dijo que llegó hasta la generación que llaman payzunos y que los chanes y los dos payzunos le dieron dicho metal y que desde allí se volvió porque supo que una generación que se llamaba corocotoquis hacían grandes juntas contra el dicho García, por lo que regresó en búsqueda de más cristianos para contar con refuerzos que le permitan obtener una mayor cantidad de metales preciosos.

Planisferio de Sebastián Caboto, 1544, Boston Public Library.
Planisferio de Sebastián Caboto, 1544, Boston Public Library.

El 1 de marzo de 1545, en una carta dirigida al emperador Carlos V, el gobernador Domingo Martínez de Irala informó, entre otras cuestiones, que Juan de Ayolas llevó como guía a un esclavo que fue de García, y que así mismo cuando emprendieron la expedición con Cabeza de Vaca encontraron varios indígenas que también habían sido esclavos de Alejo García.

El historiador norteamericano Charles Nowell, en un artículo publicado en 1946, afirmaba “Aleixo y sus camaradas portugueses fueron originalmente miembros de la expedición de Juan Díaz de Solís; la expedición zarpó de España en 1515 y exploró el Río de la Plata, que durante algunos años después los españoles generalmente llamaron Río de Solís. Mientras navegaban hacia el norte, un barco naufragó frente a la isla brasileña de Yuru-Minrin (Santa Catarina) y quedaron dieciocho supervivientes, quizás en la isla y quizás en Puerto de los Patos, a poca distancia en el continente; incluían a Aleixo García y otros tres a quienes conocemos por su nombre: Enrique Montes, Melchor Ramírez y un mulato llamado Pacheco…”.

García luego de casi nueve años en la costa de Santa Catalina recibió noticias de la existencia de un rey blanco que estaba en Sierra de la Plata.

La Garciada

García o Maratia encabezó una expedición con varios centenares de indígenas. Con dicha aventura, Alejo García fue el primer europeo que atravesó estas tierras, logrando una increíble hazaña enfrentando a los payzunos y otros pueblos que resistieron a su hueste. Acompañaron a García, Alejo Ledesma, Francisco de Chaves y el mulato Pacheco.

Nowell destaca la notable travesía de Alejo García y sus compañeros que fue desde el Atlántico al Paraguay diecisiete años antes de que Cabeza de Vaca hiciera su más famosa marcha por tierra a través del mismo país. García se adelantó cuatro años a Gaboto en el descubrimiento del Paraguay, y exploró el Chaco trece años antes que Ayolas. También transcurrieron trece años entre la incursión de García en Charcas y la primera aparición allí de cualquiera de los que formaron la expedición de Francisco de Pizarro.

Alejo García en un mural realizado en 2006 por la artista Diana Sekatcheff en la ciudad de San Pedro de Ycuamandyyú (Paraguay), donde el marinero portugués murió en 1525. Por desgracia, el mural, que durante años formó parte del paisaje urbano de la comunidad, fue derribado en 2016. (Foto: Archivo de ABC Color).
Alejo García en un mural realizado en 2006 por la artista Diana Sekatcheff en la ciudad de San Pedro de Ycuamandyyú (Paraguay), donde el marinero portugués murió en 1525. Por desgracia, el mural, que durante años formó parte del paisaje urbano de la comunidad, fue derribado en 2016. (Foto: Archivo de ABC Color).

El periodista portugués Mario Monteiro, en un folleto publicado en Lisboa en 1923, afirmaba que García y sus compañeros lograron traer vestimentas, coronas de plata y otros objetos, superando una “marcha fastidiosa y llena de peligros” por más de mil leguas desde el Océano Atlántico hasta la pre-Cordillera de los Andes. Acampado cerca del río Paraguay a unas 50 leguas al norte de la actual ciudad de Asunción, García y varios de sus compañeros fueron muertos, según Nowell en el medio de un alzamiento indígena.

Menciona el historiador Julio César Chaves que el único europeo que sobrevivió fue Francisco de Chaves, quien llegó hasta la costa de Brasil y se entrevistó con el explorador portugués Martín Alfonso de Souza, mientras que Ledesma junto a un grupo de indígenas fue muerto por los indios agaces cerca del río Bermejo y por su parte el mulato Pacheco encontró la muerte en las tierras del cacique Guacane.

Antes de su muerte, García logró enviar entre dos y tres arrobas plata a sus compañeros Montes y Ramírez que se quedaron en Yuru-Minrin. En junio de 1526, los compañeros de García entregaron al capitán Rodrigo de Acuña las muestras de oro y plata recibidas, pero la nave naufragó rumbo a España y su capitán fue apresado luego por los portugueses. Cuando en octubre de 1526 las naves de la expedición de Sebastián Gaboto llegaron hasta la isla de Santa Catalina, los compañeros de García solo pudieron mostrar unas pequeñas cuentas de metales preciosos, pero esa ínfima muestra fue suficiente para convencer al experimentado explorador veneciano a modificar su rumbo hacia la Sierra de la Plata.

El Chaco boreal, tierra que atravesó Alejo García (Wikimedia Commons).
El Chaco boreal, tierra que atravesó Alejo García (Wikimedia Commons).

Kurusu García

Por tradición oral se sostiene que en las cercanías de la Villa de San Pedro del Ycuamandyyú fue el lugar donde García encontró la muerte, por eso se erigió el Kurusu García que hasta hoy en día puede ser vista. Alejo García fue un pionero que con su aventura logró atraer el interés de los exploradores y la propia Corona española hacia las tierras meridionales de América; su expedición la realizó sin recursos económicos; fue el resultado de la codicia y las ansias de gloria que formaban parte de la mentalidad de aquellos exploradores que lograron superar las adversidades.

La expedición de García tuvo otra peculiaridad que vale la pena destacar, la mayor parte de su hueste fue guaraní, quienes tal vez por los mismos motivos que los europeos se animaron a atravesar el Chaco para llegar a la Sierra de la Plata.

@herib_caballero

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...