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Lo que propuso para la convocatoria fue como una continuidad de su última exposición, que se llamó Ejercicios nocturnos, en la que el artista fue utilizando diferentes lenguajes visuales como la fotografía, el grabado, el gofrado, el transfer, la instalación inclusive, lo cual creó un cuerpo de obra que gira en torno a la noche, la fauna y flora igualmente nocturnas “y también tiene que ver con los eventos fantasmagóricos, justamente a partir del relato, del mito, generar un poco esta atmósfera medio siniestra, de misterio”.
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La convocatoria de Solanas fue a nivel Latinoamericano y cuatro artistas del continente resultaron los ganadores. Por Paraguay fue seleccionado Casali, con la propuesta de realizar un relevamiento gráfico con la técnica del frottage, que lleva utilizando hace mucho tiempo. “Es supersencilla la técnica, por fricción se obtiene una textura o una forma y, utilizando esa técnica, hago como relevamientos ya sea de restos, vernáculos arquitectónicos o inclusive la flora local; me voy apropiando a medida que voy transitando y habitando el espacio, el entorno que en este caso rodea la residencia, que es un resort en Punta Ballena y tiene como 150 hectáreas de bosque”, comenta.
Por otro lado, planteó hacer un relevamiento también fotográfico que consistiría en hacer paseos nocturnos en los que utilizaría la técnica fotográfica de dibujar con luz en la oscuridad y de alguna manera también develar aquello que está frente a nuestros ojos pero permanece invisible, explica. “Es como estar entre el sueño y la vigilia”.
Otra idea que tiene planeado realizar en la residencia es una instalación inmersiva con vidrios grabados a mano y una luz LED mediante la que se crea un efecto óptico, la imagen que está grabada en el vidrio se proyecta en el muro y a medida que la luz se va moviendo, van variando las imágenes. Cuenta que todos esos proyectos son para trabajar in situ, y después quedan expuestos en el lugar.
Un camino de arte muy nutrido
El artista ya tuvo la oportunidad de realizar residencias artísticas en varias ocasiones. Cada una de estas son muy diferentes y otorgan experiencias únicas, relata. “Solanas propone en este caso una fusión entre arte y naturaleza, diseño y arquitectura”. Casali destaca la importancia de estas experiencias, ya que amplía una red de contactos para el artista, posibilita el encuentro con otros creadores, y surgen muchas otras posibilidades que el trabajo aislado en el taller no siempre provee.
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En Sudamérica es la primera vez que accede a una residencia fuera de Paraguay, en donde participó de dos residencias, una de ellas en Puerto Casado. Además, ya estuvo trabajando en Francia en tres residencias, en España en dos ocasiones, en México y en Bélgica.
Con un tiempo viviendo en Europa, su vuelta al Paraguay se dio para visitar a familiares, pero la estadía se fue prolongando y, finalmente, se reinstaló e inició muchos proyectos en el ámbito local. “Siento que en los últimos años también estuve con mayor productividad en el ámbito artístico, al nutrirme un poco de lo que es lo local, lo autóctono de cierta manera, que hizo también que me motive”.
Como artista multifacético que es, Luvier comenta que siempre está probando técnicas nuevas. Hizo una especialización en grabado no tóxico, o de bajo riesgo. Si bien el grabado en metal es una de las técnicas que más utiliza, también tiene su paso por la madera y el linóleo. “Yo creo que mi práctica artística se fundamenta mucho en la exploración y en la experimentación. De ahí un poco la riqueza de los diferentes lenguajes que utilizo”.
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Instagram: @solanasartexperience @luviercasali