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Cada dos años, Luis Szarán acostumbraba a llevar a los jóvenes más virtuosos del programa Sonidos de la Tierra a una gira por Europa. Al principio había ideado el conjunto Weltweite Klänge-Sonidos del Mundo, donde invitaba a tocar juntos a jóvenes de África, China, India, con los europeos y sudamericanos.
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“Hasta que después se dio el paso, digamos, de buscar un espacio donde los jóvenes, tanto de Sonidos de la Tierra como de otros lugares, puedan especializarse en este repertorio que es el barroco latinoamericano con énfasis en las reducciones jesuíticas”, detalla el maestro Luis Szarán.
Así nació Sonidos de Paraqvaria, que en 2017 tuvo su primera gira por Europa. Debía viajar en 2019, pero algunas situaciones, a las que se sumó después la pandemia por el covid-19, obligaron al conjunto a posponer el viaje hasta el pasado mes de noviembre.
Ciudades como Viena y Kalksburg de Austria, y Straubing, Núremberg, Göttingen, Fráncfort, Hamburgo, Berlín, Dresden y otras de Alemania formaron parte del periplo de la agrupación, que llevó un repertorio con obras de las Reducciones Jesuíticas de América del Sur, principalmente composiciones de Roque Ceruti, Domenico Zipoli, Martin Schmid y anónimos.
También interpretaron obras del folclore regional con composiciones de Demetrio Ortiz, Mauricio Cardozo Ocampo, Juan Alfonso Ramírez, Roberto Firpo y Edmundo Zaldívar.
Ian Szarán, director musical del conjunto, recordó que el año pasado, cuando estaban por ofrecer un concierto en la Catedral Metropolitana de Asunción, se acercó Michael Savino a presentarse, diciendo que hablaba muy poco de español.
“Empezamos a hablar y me dijo que era un señor que cantaba y que quería colaborar. Le dije ‘y bueno, ¿dónde estuviste?’. Él me respondió ‘en Nueva York, en algunos coros’. Así que le dije: ‘¡Bienvenido sea!’”, recordó.
Agregó que tras esto le mandó las partituras y se presentó al ensayo con todo aprendido. “Fue realmente impresionante y ya me hacía preguntas que incluso a mí me ponían en aprietos. ‘¿Cómo hacemos esta respiración, este texto, este corte?’. Realmente se fue dando todo esto, grabamos un CD y en algunos días más vamos a grabar otro, ya nos acompañó en una gira y en viajes por el interior”, añadió Ian.
Para el joven director, la participación de Michael Savino en la agrupación y toda su experiencia ha permitido “transmitir a los cantantes un sentido de profesionalidad y creo que también aportó mucho en cuanto a los mínimos detalles en la música, en el canto”.
“Son esos pequeños detalles que sumando construyen la catedral, en los pequeños ladrillos que conforman lo bello”, acotó.
Llegada a Paraguay
Michael Savino, por su parte, recordó que llegó a Paraguay para acompañar a su esposo, el embajador de los Estados Unidos de América, Marc Ostfield. “Soy cantante y cuando llegué acá no sabía lo que Paraguay tenía. Así que los primeros dos meses fui a cada uno de los conciertos que encontré. Seguí a Sonidos de Paraqvaria en varias ocasiones, en el Instituto Cultural Paraguayo Americano, en el Museo del Barro y otros conciertos”, comentó.
Afirmó que quedó fascinado con esta agrupación por la calidad, el compromiso y, sobre todo, porque le introdujo a todo un nuevo género musical. “Yo vengo cantando desde hace más años de los que me gustaría admitir, pero este es un género, una selección de música que yo no sabía que existía. Los estacioneros, el guaraní, la música de las misiones jesuíticas”, refirió.
Michael añadió que para él fue encontrarse con “un tesoro cultural del cual quería formar parte”, así que se animó a presentarse ante Luis e Ian Szarán.
“Estoy muy honrado de que me hayan permitido probar con el grupo y ha sido una experiencia maravillosa. Ha sido genial y continuará siéndolo, por el profesionalismo y la cultura”, agregó el cantante.
Michael Savino se mostró además entusiasmado no solo por aprender de la música del barroco latinoamericano, sino también por el repertorio folclórico paraguayo que se incluyó para esta gira europea. “El guaraní y el jopara son un gran desafío, pero es tan gratificante. Estoy muy agradecido al maestro Ian y a todos los profesionales que me han permitido ser parte de esto”, expresa.
Alentando a los cantantes
El maestro Luis Szarán comentó que la presencia de Savino en el conjunto ha permitido alentar a los cantantes que, a diferencia de los músicos, prácticamente no cuentan con un espacio laboral donde puedan dedicarse profesionalmente a esto.
“Hay cinco o siete orquestas, entonces un músico competente puede ya llevar el pan a su casa. Pero los cantantes no tienen ese espacio, entonces él está impulsando para que se pueda juntar a los mejores cantantes. Ya cantaron con la OSCA en la gala francesa y la idea sería encontrar un espacio para ellos”, detalla.
Savino comenta que hay una obra de John Williams llamada Itaipú que ha sido interpretada en varios países, pero que requiere de un gran coro. “Ese es nuestro desafío, lograr hacer este tipo de repertorio. Este es el comienzo”, expresa.
En cuanto al manejo del idioma, Michael subrayó que el español paraguayo es un tanto diferente al utilizado en España y que ha aprendido mucho en este tiempo residiendo en nuestro país, por lo que ya puede ubicarse en la partitura cuando están ensayando el repertorio.
“Los músicos hablamos un lenguaje común y aunque no pueda entender las palabras, sí puedo entender lo que Ian nos está mostrando y lo que quiere de nosotros. Si algo es muy difícil, pido ayuda a mis compañeros cantantes que hablan inglés”. Agrega que sus compañeros han sido también muy amables al enseñarles las palabras en guaraní, principalmente la pronunciación.
“Para un estadounidense esto es muy difícil, sobre todo la ‘y’. Así que estoy muy agradecido por este favor. Me han convertido en un mejor cantante y espero devolverles el favor”, acota.
Savino espera ofrecer a sus compañeros cantantes un poco de las “tradiciones y la práctica que aprendió cantando en los Estados Unidos y Europa”, sobre todo atendiendo a la poca tradición que hay a nivel local del canto coral clásico.
La presencia de Savino hizo además que los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos lleven adelante una colecta de abrigos para dotar a los músicos del equipamiento necesario para hacer frente al intenso frío europeo. En agradecimiento, el pasado 11 de diciembre ofrecieron un microconcierto con obras de la música barroca y del folclore regional.
Barroco luminoso
Ian Szarán detalla que a partir de este año comenzaron a incorporar a la propuesta de Sonidos de Paraqvaria la música del Virreinato del Perú, que es otro estilo muy diferente a lo que se tenía en Paraguay. Destaca la “luminosidad” que tiene la música de esta región frente a las obras del mismo periodo provenientes de la cultura germánica, algo que le hizo notar un director vienés tras uno de los conciertos en la capital austriaca.
“Uno dice barroco latinoamericano y piensa que es algo desconectado de nuestra cultura. Yo creo que nuestra cultura desciende de allí. Es la simbiosis entre las culturas autóctonas y la cultura dominante que llegó a colonizar y a conquistar. Esa mezcla, esa fusión, y yo le añado la palabra mestizaje, es lo que crea toda nuestra forma de ser, nuestra cultura, nuestras tradiciones más allá de la música”, indica.
Resultó muy interesante –añade– ver la reacción del público europeo ante este hilo conductor entre la música del periodo barroco y el presente: “En el primer o segundo concierto uno no sabe cómo va a ser, siempre está esa ansiedad, pero ver que aplauden 10 o 15 minutos de pie sin parar es una sensación bastante gratificante”.
No obstante, el trabajo más importante de Sonidos de Paraqvaria se da a nivel local y es “potenciar esa educación del público”. Todos los conciertos, desde que fundaron la orquesta, son gratuitos y cada vez acuden más personas a los mismos.
Los 2.500 conciertos de Luis Szarán
En el marco de la gira, el maestro Luis Szarán celebró sus 2.500 conciertos. Comentó que la idea de contabilizar los conciertos en los que participa surgió cuando estaba trabajando en Italia. “Allí empecé a recordar lo que tenía y después, cada año, veía cuántos realizaba. Ahora, al llegar a diciembre, miré la agenda y eran 2.500″, dijo Szarán.
El músico y compositor, que el próximo año celebrará sus 50 años como director de orquesta, afirmó que en este listado también contabiliza actuaciones privadas, como bodas, presentaciones en programas juveniles o conferencias.
“Coincidió y se hizo una celebración entre los músicos colegas de Alemania, y se salió un número redondo”, añadió el creador del programa Sonidos de la Tierra.