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Bruno Ramón Benítez, nacido en Villarrica, pero radicado en Asunción, decidió meterse en el mundo del deporte a los 40 años y en particular en el fisicoculturismo, disciplina que le dio las herramientas para abandonar una vida de malas decisiones. “Yo solo decidí entrar al gimnasio, era un tiempo en el que no andaba por buen camino con hechos que no me caracterizan ahora. En 2012 fue cuando tomé la decisión de entrenar y en el 2013 ya tuve mi primera competencia, y todo eso con 40 años de edad. Al año siguiente (2014) no me presenté, pero desde el 2015 ya de forma ininterrumpida participé en los eventos”, comenta.
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Agrega que, en realidad, el que más le presionaba, por así decirlo, e insistía a presentarse fue Milciades Martínez, el popular y afamado Yiyo, preparador de dieta de los atletas. “Con él también entrenaba y, gracias a su gestión, yo competía y comencé en este mundo. Lo sumé a mis actividades, pues como chapista ya tengo 30 años de labor”, confiesa.
De cómo hace para congeniar ambas funciones, tanto chapista como deportista, El Samurái, como lo llaman afectuosamente, detalla: “La verdad que no me costó el hecho de trabajar en la chapería, que es mi sustento, y a la vez lidiar con el entrenamiento, porque mediante este deporte que hago a diario yo estoy fuera de todo vicio. Me mantiene concentrado en mis objetivos, desde ese año –2012– ya no salgo por las noches y no bebo alcohol. El fisicoculturismo me cambió la vida, de esa forma me gané una imagen de ejemplo para las personas y, sobre todo, para los jóvenes. El deporte te cambia, de no tenerlo no sé dónde estaría ahora, hay que apostar por ello, que te dará muchos beneficios y no se arrepentirán. También gracias al culturismo conocí a mucha gente de gran calidad como persona o como profesional, además de varios países que tuve la bendición de recorrer”.
Lo que se viene en 2024
Bruno, vigente campeón sudamericano Lima 2023, sigue con hambre de competencia, por lo que ya se alista para entrar en acción en el 2024. El compatriota adelanta sobre lo que será su agenda: “Volveré a intentar campeonar nuevamente, estaré haciendo un proceso para aumentar masa muscular y llegar mejor que las presentaciones de este año, porque en 2024, Paraguay será la sede del Sudamericano.
También, el objetivo es volver al carnet Pro de la International Fitness and Bodybuilding Federation (IFBB), el ente internacional que regula el deporte del culturismo, ya que tuve que rechazar porque no pude sostener, debido al canon que se debe aportar y como no contaba con auspicio o apoyo, no lo conservé, pero para elpróximo año volveré a obtenerlo”.
Para el atleta es muy importante el deporte y siempre habla de ello a los más jóvenes que buscan ingresar a la disciplina: “Yo recomiendo a los chicos que, a lo mejor están desviados de su objetivo en la vida, que vayan al deporte y no dejen de entrenar. No es fácil sacar de una los vicios, la bebida, el cigarrillo, pero con el tiempo uno deja.
Otra cosa muy importante es la alimentación, y seré claro, comer mal, te hace mal chera’a; comer cosas procesadas y malas te vuelve obeso. La gente siempre me pregunta cómo hago para que a mi edad esté todo marcado y les respondo: Sencillo, no como mal, siempre equilibrado, bueno… hay veces que uno se sale un poco cuando se hace asado entre los amigos cada ocho o quince días. Pero, no todos los días como se hace generalmente; que abuses con cualquier cosa te viene mal, traten de llevar una vida saludable”.
La disciplina, clave en el proceso del éxito
Bruno no tiene secretos sobre su condición física, solo dice lo que cree que hay que hacer para llegar a lo más alto, sin importar la edad. “Mucha gente se acerca a mí y me dice que quiere ser como yo. Les digo que sí se puede, pero la disciplina es clave en todo. Hay que ser estricto y disciplinado en todo, comer, entrenar y dormir a hora. A muchos esto les cuesta, sobre todo si son invitados a un cumpleaños o tantos acontecimientos. No hay problemas en que asistan, pero que lleven su comida, les recomiendo. De todas formas está la diversión de los seres queridos, que también se adaptan a tus nuevos hábitos de ser saludable”.
A su parecer la disciplina es una pelea constante, principalmente con la boca. “Si no lo controlas, puede terminar mal tu proceso, la gente pone de excusa la ansiedad, que lo podés sobrellevar con agua o jugos verdes y también asistiendo con un profesional que te puede asesorar a lograr el avance que desees tanto en lo físico como en lo mental”.
En la chapería y vendedor de comida los fines de semana
El día a día de Bruno transcurre en desempeñarse como profesional en la estética del vehículo, llevar el proceso de atleta y a la vez hacer de vendedor culinario. “En el taller es muy simpático a veces recibir a los clientes, ver los con sus rostros sorprendidos al ver mi físico. Siempre bromean que yo podré entregar sus vehículos en menor tiempo de lo establecido. Ya soy fuerte y con esos músculos tiraré cualquier cosa (risas), pero la verdad que no es así, tiene su proceso al igual que el cuerpo”.
“También los que llegan me hacen muchas preguntas, de cómo poder entrenar conmigo, qué tiempo le dedico a las prácticas y siempre les respondo que hago mi tiempo, básicamente mi rutina la cumplo bien temprano, desde las 5:30, hora en que abro el gimnasio donde tengo algunos alumnos, luego a las 8:00 voy al taller a trabajar hasta las 11:30. Después, vuelvo al gym a entrenar hasta las 13:20 y retorno a la chapería generalmente hasta las 19:00 o 20:00. Los fines de semana, con mi señora, hago comida para vender, que es otro ingreso al cual accedo para dar sustento a mi familia”, sigue comentando.
En sus momentos de relax la actividad que más le gusta es pasar tiempo con la familia y hacer tareas de limpieza en la casa. “Eso sí, además, los domingos vamos sí o sí a la iglesia lo que básicamente completa mi jornada”.
Culturismo y títulos sudamericanos
El proceso de llegar perfectos a un evento demanda varios aspectos y sacrificios. Bruno menciona, por ejemplo, que cuando el atleta se prepara para una competencia es cada vez más ajustada la parte del proceso que uno debe seguir. “Por ejemplo, en mi caso voy junto a mi entrenador Julio Pérez que me hace un chequeo todos los días.
Al mediodía me cambia la dieta, hace fotos mías diarias para observar la diferencia y de acuerdo a eso me vuelve a cambiar la comida de la tarde porque todo puede cambiar en un santiamén. Además, uno empieza a ajustar el agua, los litros por día que se va reduciendo a medida que llega la fecha. Si la competencia es el domingo, el jueves ya no se consume sal, y desde el viernes por la mañana yo ya corto con el agua. Aguanto todo ese sacrificio para tener una marcación perfecta, la mayoría corta el agua 24 horas antes, pero yo lo hago 48 horas antes ya que no me afecta y ese es mi propósito para competir. Nadie te pone una pistola en la cabeza para competir, ni mucho menos llevar ese proceso a tu cuerpo, pero el alto rendimiento es así, no solo en el culturismo, sino en todos los deportes”.
El sacrificio es parte de una decisión propia y a este proceso final se le denomina cero, lo que también afecta en lo psicológico. “Muchos te recomiendan no acercarte a los Deportes atletas en esa fase porque están pirevai, pero yo no tengo problemas con eso, nunca voy a reaccionar mal contra las personas que están a mi alrededor. Lo más difícil para mí en esa etapa cero es venir a entrenar porque lo que más cuesta es que uno ya no consume carbohidratos a esa altura y venís a esforzarte, a sacar las últimas energías que poseés para el evento. Aparte de ser un sacrificio mental, también lo es en lo económico, por decirte que yo gasto entre 25 y 30 millones de guaraníes por año en mi físico, que es algo que cuesta muchísimo si no contás con apoyo”.
Con vaka’i y fiambre se consagró campeón en Brasil
Una de las mejores vivencias que tuvo El Samurái fue cuando conquistó el título sudamericano el año pasado en Brasil, donde fue capaz de sobrevivir con vaka’i y fiambre: “El año pasado fui a São Paulo a competir en el Sudamericano y para esa oportunidad estaba con muy poco presupuesto. Felizmente cuento con un amigo en el Mercado de Abasto, que me hizo mejor precio en el fiambre y a eso le sumé unas latas de vaka’i para mantenerme. Veía que los otros atletas se mantenían a otro nivel con salmón y otras comidas de alto valor, pero yo con fiambre y vaka’i los superé en el escenario y conquisté el título continental. Fue algo grato haber cumplido de forma excelente esa ocasión y más con esa anécdota”.
Bruno siempre tiene apoyo de su entrenador Julio Pérez, Milciades “Yiyo” Martínez y familia, y Néstor Vega, propietario del gimnasio donde entrena. “Incluso, él siempre me da su apoyo en lo económico cada vez que voy a un torneo”, concluye muy agradecido con los que le ayudan y consigo mismo.
Por David Rolón - @fdavidrolon
Fotos: ABC Color/Silvio Rojas/Gentileza