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La Academia Paraguaya de la Lengua Española (Aparle) tiene un anfitrión de lujo para el período 2023-2026 con Bernardo Neri Farina, quien es miembro de la entidad desde 2017. La Aparle es una de las 23 academias asociadas que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale).
El escritor y periodista tiene 26 libros publicados y ha ganado varios premios literarios. Ha sido también presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay y actualmente ocupa el cargo de vicepresidente del PEN Club Paraguay.
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Manifiesta que haber sido electo miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua Española, en el 2017, fue ya para él un acontecimiento que ni siquiera figuraba en sus aspiraciones.
“Es la culminación de mi carrera académica. Me parecía algo utópico. Pero se dio sin que lo esperara. Y ahora esto, lo de la presidencia de la corporación cultural con mayor repercusión a escala internacional. Es mucho para mi historial marcado por mi origen: mitã'i de barrio, futbolista de canchitas, rockero y lector ávido desde chiquito”.
Según Farina, haber desarrollado el gusto por la lectura, el haber sentido desde chico la lectura como un placer lo ha salvado de la pobreza, aunque nunca dejó de ser una persona que vive con lo justo, lo que le produce la vida laboral en el marco de la cultura. “Leía como un acto gozoso en sí mismo, pero también leía por curioso. Y cuanto más leía, más curioso me ponía. Y una cosa lleva a la otra: lectura, curiosidad, más lectura, más curiosidad, más lectura. Y más placer. Y de ese círculo virtuoso emerge el deleite de aprender que te lleva al júbilo de entender, de razonar sobre el mundo que te rodea”, asegura.
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Revela que lo conmovió la unanimidad en la elección. “Eso me crea una inmensa responsabilidad. Me entusiasma el propósito de que los saberes que se concentran en la Academia”, comenta y agrega que el doctor José Antonio Moreno Ruffinelli hizo un extraordinario trabajo como presidente, sobre todo en la consolidación de la imagen internacional de la Aparle como puntual contribuyente lexicográfico y semántico del Diccionario de la Lengua Española, que está en constante elaboración, y en otros trabajos como la historia y las crónicas de nuestro idioma que se publican en Madrid.
En el mundo de la Academia
El relacionamiento con la Real Academia Española y con la Asale exige mucho trabajo de alta precisión lingüística y metodológica y extrema responsabilidad en el cumplimiento de plazos. La aparición de términos y nuevas acepciones es vertiginosa, sobre todo en Hispanoamérica, donde el lenguaje es muy dinámico en sus movimientos morfológicos y conceptuales. Por eso, el diccionario se llama hoy Diccionario de la Lengua Española (DLE) y ya no Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE).
En cuanto al trabajo de la Academia, en el aspecto local, sostiene que seguirán con los cursos de gramática, ortografía y literatura. “Estos cursos son gratuitos. En la era prepandemia eran presenciales, luego fueron vía plataforma con una cantidad inmensa de participantes. Hay una gran avidez en mucha gente por mejorar sus conocimientos del lenguaje, sobre todo, para escribir bien”.
Además, están organizando la Dirección de Extensión Académica, para proyectarse a todo el país, con disertaciones, talleres breves, exposiciones en colegios, universidades y entes públicos y privados. “Esto es con el propósito de tener un relacionamiento directo con la ciudadanía y brindarle un servicio que trascienda el circuito de Asunción”.
Otro de los objetivos de la Academia es ser interlocutores del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y protagonistas en la malla curricular estudiantil de la enseñanza del idioma español, que presenta un déficit que se siente especialmente en la existencia de una enorme cantidad de estudiantes que en el sexto o séptimo año aún no leen ni escriben correctamente. “Hay incluso jóvenes que llegan a la universidad con serios déficits comunicacionales porque no manejan el lenguaje”.
Cuenta que Encarnación es la primera ciudad fuera de la capital en contar con tres académicas correspondientes. “Nos expandiremos hacia otras ciudades, para lo cual haremos un exhaustivo estudio y una selección de personas que puedan integrar la Academia en el futuro y trabajar en su comunidad con el amparo corporativo”.
Otro de los planes inmediatos, que según nos adelanta Farina, es acondicionar su sitio virtual para que se constituya en una fuente de consulta permanente en términos gramaticales, ortográficos y sintácticos.
También cuenta que está en elaboración la segunda edición del Diccionario del Castellano Paraguayo, muy ampliado respecto a la primera edición del 2017. “Asimismo, estamos trabajando en el Diccionario de la Gastronomía Paraguaya, una tarea muy ardua, que exige mucha investigación y gran rigor metodológico”.
Aparte de los 26 libros publicados, Bernardo Neri Farina ha ganado varios premios literarios. Algunas de sus obras figuran en antologías nacionales e internacionales, y ha sido expositor sobre lengua española y literatura paraguaya en nuestro país y en el exterior. ¡Qué sigan los éxitos!
Grandes figuras de la cultura
La Junta Directiva –que regirá la Aparle en el período 2023-2026– está integrada con grandes representantes de nuestra cultura: Bernardo Neri Farina, presidente; vicepresidentes, Estela Appleyard y Guido Rodríguez Alcalá; secretaria general, Limpia Esteche; secretaria de Relaciones, Ana Martini; tesoreros Fernando Pistilli y Javier Viveros; síndicos Julio Lezcano Claude y Victorio V. Suárez.
La Junta General la componen todos los académicos de número, que hoy son 25, tras la incorporación de José Zanardini.