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Ese día, la locomotora número 60 llamada coloquialmente “El Inglés” solo pudo avanzar 300 metros desde la estación de Ypacaraí (ciudad ubicada a casi 40 km de Asunción) buscando adentrarse tímidamente en las entrañas de la ciudad. Esta antigua máquina perteneciente a la flota del Ferrocarril Carlos Antonio López (hoy Fepasa) ha dado una nueva esperanza a los ypacaraienses.
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Un montón de variables influyeron para que el recorrido sea corto. Una de ellas fue el tendido eléctrico erigido en el camino de “El Inglés”; que yendo y viniendo unas diez veces recorrió en total unos tres kilómetros.
Toda la parafernalia se vivió en el marco de los 136 años de la ciudad de Ypacaraí y quienes asistieron al espectáculo, en el que el pasado cobró vida, dijeron que, entre eso y nada, se quedaron con eso en la retina para siempre. Los más experimentados dejaron escapar unas lágrimas de nostalgia. Los operarios, ya jubilados, maniobraban con orgullo para revivir al guerrero. Los niños y adolescentes no paraban de tomarse selfies, gritando “¡qué purete!”. Los más escépticos cuestionaban lo breve del recorrido. La policía resguardaba a la muchedumbre de no ser atropellada por el tren.
Lo cierto es que a todos llamó la atención volver a circundar las vías de la esperanza, que además de postales para las redes sociales, también significa una oportunidad de movimiento comercial para la ciudad de Ypacaraí.
De hecho, el intendente de la ciudad de Ypacaraí, Fernando Negrete, liberal, contó que está en la mira poner en marcha la estación de tren de esa ciudad en conjunto con la Secretaría de Turismo, al menos dos veces por mes.
Compromiso con “El Inglés”
“Con la ministra Angie Duarte existe el compromiso de reactivar un equipo técnico que trabajará en cuanto tengamos los planes concretados. De hecho, Turismo le dará un mejor enfoque que apunte a algo integral”, comentó Negrete respecto a que “El Inglés” “trabaje” más veces al año.
Según estimaciones del intendente, atendiendo que existen nuevas autoridades y aguardando el acomodo correspondiente de las mismas, para el verano 2023-2024 el proyecto podría verse concretado. “Desde Fepasa (Ferrocarriles del Paraguay SA) también nos dieron el compromiso de acompañamiento del proyecto.
Con la demostración de que se puede volver a mover el tren, “la idea que tenemos de que sea un atractivo turístico dos veces al mes, dependiendo de los días, dependiendo de los feriados”, detalló Fernando Negrete.
Lo que aún no se ha definido es si será un recorrido demostrativo o también incluirá vagones de paseo para el disfrute de las familias. “Creemos que podríamos llegar a los 500 metros de desplazamiento”.
Reparaciones y perspectiva turística
Para lograr esto hacen falta reparaciones del tren, de los vagones, de la mesa giratoria, que conlleva una “importante inversión”. Una vez sorteados los obstáculos, “ya podemos utilizar ese vagón para los paseos. La idea también, por ejemplo, es que la gente pueda ver cómo se cambiaba de una vía a otra, cómo hacer girar la locomotora en la mesa giratoria, posteriormente volver, y volver a encauzarla en su carril, estacionar, o sea, son cosas que queremos hacer”, manifestó Negrete.
Esta demostración duraría estimativamente una hora de recorrido, que implicaría –además de la máquina en sí– el trabajo de unos cinco maquinistas, algunos ya jubilados, pero que son quienes cuentan con la experiencia de años de operar este tipo de máquinas. Tal es el caso de don Lidio Martínez, especializado en trenes a vapor, quien trabajó y se jubiló en Fepasa, viviendo la época dorada y también el ocaso del ferrocarril en el Paraguay.
Pero más allá del ferrocarril en sí, el intendente también afirma que esto implicará otro tipo de trabajo que involucrará al sector privado con gastronomía y otros servicios. Aunque debe reconocerse también que desde el municipio, asimismo, se deben hacer mejoras como camineros, paseos peatonales, estacionamiento, servicios sanitarios y otros.
Un poco más lejos
Un poco más tierra adentro, la ciudad de Sapucái, otrora también ferroviaria, quiere replicar la experiencia de Ypacaraí reviviendo su locomotora. De hecho, actualmente en esta localidad, erigida a unos 92 km de la capital, uno de sus principales atractivos turísticos son los talleres ferroviarios y el “Barrio Inglés”. Con ese backgrournd tienen pensado reactivar los paseos y lo proyectan para el año que viene en la época de Semana Santa.
Estas dos ciudades buscan de alguna manera evocar la época de esplendor del ferrocarril en el Paraguay, que se inició en el año 1856 con la habilitación en 1861 de una línea que partía desde Asunción y llegaba a Paraguarí. Ya en el siglo XX logró extenderse hasta Encarnación, en 1913. Hoy lucha a leñazo limpio y busca posicionarse aunque sea como un símbolo de otras épocas y como demostración de que el paso del tiempo también puede brindar nuevas esperanzas, aunque la tecnología ya nos esté pasando por encima.