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Un vigoroso chorro de agua se eleva por sobre la pista de la I Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Paraguaya y “bautiza” a las dos aeronaves paraguayas T35 Pillán que regresaron desde el hangar de la Fuerza Aérea de Chile totalmente reacondicionados y modernizados. Dos suboficiales balizadoras dan las indicaciones a los pilotos.
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Suena la banda de músicos, los asistentes aplauden, entre ellos se encuentra Jorge Abello, el instructor chileno quien en 1992 realizó la misma travesía que completaban ahora el My DCEM Héctor Candia, el Cap. PAM Fernando Escobar, el Tte. 1º PAM Jorge Cáceres y Tte. 1ª PAM Manuel Ortigoza.
Como entonces, estos pilotos surcaron por sobre los Andes y otras regiones de Argentina para aterrizar en Luque trayendo los dos de los seis aviones T35 Pillán que forman parte del proyecto de proveer de vuelta aviones para seguir formando a futuros pilotos. El contrato por los servicios contempló la modificación de aviones T35 A4 y B5 que pasaron a la configuración BE y entre otras cosas se les ha incorporado el sistema de GPS Garmin GTN 650Xi.
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Estos aviones “vintage” fueron reacondicionados a cero y de acuerdo a las características de Enaer, fabricante chilena, se trata del “entrenador básico ideal… con un concepto de progresión lógica de instrucción del piloto-alumno, aportando con la familiarización avanzada desde las primeras etapas de formación, con la filosofía y ambiente de los sistemas más sofisticados que encontrará posteriormente durante su carrera de piloto milita”.
“Además –agrega– cuenta con capacidades multirrol, dotado de puntos duros de ala para equipamiento de vigilancia y reconocimiento”. Otra característica de su desempeño es el haber hecho posible “estrechar la brecha existente entre las aeronaves de instrucción básica y el material de vuelo más sofisticado, brindando al alumno una experiencia más avanzada y flexible, facilitando su transición a aviones de combate”.
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De acuerdo a otras fuentes, las especificaciones que pueden destacarse de estos aviones es que son de instrucción primaria con asientos tándem donde van el instructor y el futuro piloto. También tiene características acrobáticas debido a su gran maniobrabilidad.
En el marco de los 100 años de la aviación
Esta iniciativa se llevó adelante en el marco de los festejos de los 100 años de la aviación militar paraguaya y el monto del proyecto ascendió a US$ 6,8 millones. “En su momento vimos la urgente necesidad de contar con mayor cantidad de pilotos debido a los desafíos que se deben enfrentar en estos nuevos tiempos”, comentó el Gral. del Aire Arturo González, quien reveló que en conversación con autoridades del entonces Ministerio de Hacienda realizaron una campaña de sensibilización que culminó con la liberación de fondos para renovar estos aviones de instrucción.
De acuerdo al relato de González, los orígenes del T35 Pillán se remontan a la década del 70 cuando Chile decidió buscar alternativas modernas para sus necesidades militares y formuló un requerimiento de nuevos planes que cumplieran con ciertas características específicas dentro del presupuesto. Trabajando junto con varios socios internacionales, incluyendo Canadá e Italia, los chilenos lograron diseñar el prototipo del avión.
Con el tiempo fue incorporando optimizaciones y actualizaciones hasta llegar al modelo utilizado en varios países de América Latina como Paraguay, Guatemala, Panamá, El Salvador, República Dominicana, Chile, Ecuador, así como España.
En el caso de Paraguay “hemos ido perdiendo las aeronaves por muchos motivos, porque en cierta manera hemos perdido el flujo logístico de estas aeronaves y prácticamente nos hemos quedado solamente con dos. Ahora, con este proyecto, estamos recuperando y probablemente vamos a tener seis al final del próximo año”, recalca.
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“Cuando nosotros iniciamos este contrato, la empresa aeronáutica de Chile vino a hacer un relevamiento de todo lo que nosotros teníamos y de esas doce aeronaves podríamos recuperar seis. Entonces el proyecto se hizo basado en eso”, enfatiza.
Breve recuento
A principios de los años 90, la FAP inició la búsqueda de una nueva aeronave de entrenamiento debido a que los T23, T25 y los vulnerables T6 eran anticuados, estaban al borde de su vida útil. En el año 1992 se tomó la decisión de cambiar la flota mutando a los T35 Pillán, nuevos. En marzo de ese año se asignaron 12 aeronaves al Grupo Aéreo de Instrucción de la FAP. Varios pilotos fueron enviados a Chile para recibir entrenamiento y luego traer en vuelo la primera partida de aeronaves que despegaron desde Santiago de Chile y cruzaron los Andes aterrizando en la Base Aérea de Ñu Guasu.
La segunda partida llegó en marzo del año siguiente y la tercera en mayo. Así se conformó lo que se conoce como el Escuadrón Fénix, conformado por sus dos escuadrillas Antares y Pantera. Hoy, la base aérea de instrucción se erige en la ciudad de Concepción debido al paulatino aumento del tráfico aéreo en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de manera a liberar el espacio y garantizar las óptimas condiciones de instrucción.
Así, hasta los “guerreros ancestrales” se han tenido que modernizar.
Cómo fue la travesía desde Chile
Santiago – Mendoza: 1:40 hs.
Mendoza – Córdoba: 1:45 hs.
Córdoba – Resistencia: 2:50 hs.
Resistencia – Asunción: 1:25 hs.
Total: 07:40 hs.