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Hace más de 20 años, específicamente el 12 de agosto del 2000, el submarino ruso K-141 Kursk –considerado como uno de los más avanzados de la armada rusa en la época– se hundió en el océano Ártico y 118 personas murieron. Según las investigaciones, una de las teorías más aceptadas sobre este caso es que una explosión de combustible de un viejo torpedo ocasionó la tragedia.
Casi tres años después del Kursk, el 16 de abril del 2003, toda la tripulación de 70 personas del submarino chino Nº 361 murió cuando su motor diésel no se apagó correctamente mientras el barco estaba sumergido y consumió todo el oxígeno a bordo durante un ejercicio de entrenamiento.
Un llamativo caso se dio el 8 de noviembre del 2008 y nuevamente implicó a un submarino ruso, el K-152 Nerpa. Un error humano que derivó en la activación del sistema contra incendios de la embarcación generó más de 20 muertos y también otra veintena de heridos. Este submarino, luego de pasar por una reconstrucción, fue alquilado a la armada de India y estuvo bajo su control hasta el 2021 con el nombre Ins Chakra.
La lista de las tragedias en el agua sigue con el caso del INS Sindhurakshak, un submarino de India, pero de fabricación rusa, que ya nos traslada a la época de los 2010. El 18 de agosto de 2013, un total de 18 marineros fallecieron en una explosión e incendio masivo en el sumergible y recién un año después se pudo determinar que, a causa de la fatiga de su tripulación, un error humano provocó la catástrofe.
El Ara San Juan y Nanggala
Otro caso que incluso llegó a tener bastante repercusión en Paraguay fue el del submarino Ara San Juan, que el 15 de noviembre del 2017 desapareció en aguas del océano Atlántico y sus restos fueron encontrados un año después, cuando prácticamente ya no existían esperanzas de su localización. Esta tragedia causó la muerte toda su tripulación: 44 personas.
Hace un par de años, el 21 de abril del 2021, los 53 tripulantes del submarino indonesio KRI Nanggala-402 perdieron la vida luego de su hundimiento que habría sido generado por fallas eléctricas. Cuatro días después, el Gobierno de Indonesia declaró haber encontrado los restos del Nanggala ya completamente destrozado.
OceanGate y su sumergible
Finalmente, entre las mencionadas tragedias en submarinos – y bajo el agua-, la más reciente sacudió a todo el mundo que estaba expectante a las redes sociales e informativos, tratándose del sumergible Titán de OceanGate en el que fallecieron cinco personas.
Los nombres de la empresa y su sumergible recorrieron el mundo a través de informaciones o publicaciones en redes sociales recientemente y generaron todo tipo de especulaciones y misterios.
El 18 de junio, el sumergible Titán comenzaba su expedición para llegar a los restos del Titanic, pero en su trayecto perdió comunicación con su buque de apoyo y por esto comenzó todo un operativo de búsqueda, atendiendo que cinco personas formaban parte de la exploración en aguas del océano Atlántico.
Luego de cuatro días y un montón de teorías sobre qué pudo haber pasado con el Titán, desde OceanGate confirmaron que los cinco pasajeros (Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet) fallecieron, ya que los rescatistas encontraron “piezas clave” del sumergible, sospechando a la vez una implosión.
Sobre el Titán en sí saltaron varios cuestionamientos, como la utilización de un control para videojuegos de 30 dólares en él o su costo de 250.000 dólares por pasajero, pero pese a esto, a lo largo de su historia logró tres veces (aunque también con dificultades) llegar a las profundidades del agua para observar lo que queda del famoso Titanic, sin embargo, en el mes de junio se dio su última expedición con un trágico final.
Todos estos sucesos dan cuenta de que las exploraciones en aguas profundas aún pueden ser muy peligrosas, pese a todos los avances tecnológicos que existen.
