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Como acto liberador, la lectura es una herramienta poderosa que permite expandir nuestras mentes, romper barreras y liberarnos de la ignorancia. En un libro, cada página es un acto de emancipación intelectual, un paso hacia la plenitud y el crecimiento personal.
Inspirado en la revolución de mayo de 1811, Pablo León Burián reunió a referentes del ámbito artístico y cultural de nuestro país, para invitar a todos los amantes de la cultura y el conocimiento a unirse a esta revolución literaria, permitiéndole a la lectura que nos guíe hacia el camino de la libertad y la transformación personal.
“Tomamos como una cuestión liberadora desde el punto de vista de la independencia patria, de la emancipación que teníamos que hacer en la época del dominio español, o sea, de salirnos del yugo español y como un acto de libertad creemos que es un paralelismo de que con los libros vamos a salir de la atadura, que significa la ignorancia y que produce tanto daño, porque produce un futuro incierto sin la posibilidad de que, si no hacemos este tipo de acciones, estaríamos condenando mucho tiempo más a niños y jóvenes y muchas familias en su futuro y, desde ese punto de vista, salimos con esta propuesta liberadora”, explica Pablo León Burián, fundador e ideólogo del programa Paraguay Lee.
Revolución y liberación
Con la consigna de Sumate a la revolución, lectura es liberación, la escritora Irina Ráfols se une a la iniciativa. “Leer nos libera del tedio, de los pensamientos negativos. Puede ser una sana evasión. Nos libera de la ignorancia y puede funcionar como una catarsis. Nos invita a reconocer que hay otros mundos fuera del nuestro. Nos muestra que hay otras posibilidades de responder ante la vida. La buena lectura nos libera del mal humor y es capaz de transformar nuestras emociones como una suerte de alquimia”, alega.
Junto a Irina, el escritor Bernardo Neri Farina también forma parte de esta revolución. “En el bando del 6 de enero de 1812, los próceres dejaron constancia de que ‘todo en el hombre pende de la educación’. Esta declaración fue absolutamente revolucionaria para su tiempo. Lastimosamente, las tribulaciones vividas por nuestro país a lo largo de su historia posterior hicieron que este principio fuera de difícil cumplimiento. Pero estamos a tiempo”, reflexiona Bernardo. “Una educación fundada en el libro y en la lectura es posible y es absolutamente insoslayable si pensamos en un Paraguay genuinamente libre y soberano”, afirma.
El 7 de julio, la invitación está hecha para todo el país, con el objetivo de ser un puente entre autores talentosos y lectores ávidos de descubrimiento, brindando una experiencia única en cada página.
“La lectura es indispensable para generar pensamiento, y el pensamiento es liberación. Pero yo como narradora de cuentos voy un poco más allá. La lectura es la que construye puentes a través de imágenes formadas con la comprensión de cada oración, cada página es un recodo del camino a fomentar la imaginación y, por supuesto, según uno agarra el hábito de leer, el mundo se va quedando chiquito porque leer te trasporta a lugares e incluso a épocas, y a partir de ahí solo queda seguir pilotando la nave de la lectura en busca de nuevos rumbos con cada libro”, declara Aura Brítez, narradora de cuentos de Artesanas de la Palabra y parte de Bochin Teatro Clown.
Para incentivar la lectura, la escritora Milia Gayoso hace visitas a instituciones educativas como parte de su tarea personal de difundir la lectura. “Claro, les hablo de mis obras, pero también de las maravillas que leer provoca en el ser humano. Me encanta hacerlo, porque es replicar en niños y jóvenes lo que mis maestras de primaria sembraron en mí, con resultados que me beneficiaron toda la vida”, alude.
Gracias a la lectura, Milia declara que tuvo la posibilidad de viajar a mundos increíbles y escapar de toda soledad y momentos de tristeza.
El proyecto cultural busca despertar la pasión por los libros y abrir las puertas hacia nuevos horizontes mentales. Una invitación que llega con mucha determinación trabajando con perseverancia para superar un gran desafío. “Aparentemente una utopía. Sin embargo, estos desafíos generan más pasión, más empoderamiento y tenacidad, para poder cambiar la historia de que realmente tenemos que tener libros, pues es el camino que nos lleva al crecimiento y desarrollo personal”, concluye Pablo León Burián.