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Por ejemplo, las celebraciones de las fiestas de San Juan y las caminatas sobre el fuego son parte de un ritual de purificación y petición de deseos; proceden de la cristianización de la fiesta pagana celebrada en honor al sol en el solsticio de invierno en el hemisferio sur, de verano en el hemisferio norte.
La noche de San Juan es una fiesta muy popular y es habitual celebrarlo bailando, comiendo y caminando sobre el fuego. Además de pasarla bien, el objetivo es ahuyentar a los malos espíritus, atraer la buena suerte quemando muñecos Judas kái y subiendo al palo enjabonado yvyra syi, cerca la medianoche del 23 al 24 de junio.
La razón por la que actualmente se celebra el día 24 es porque el cristianismo adaptó la tradición pagana a su calendario, para llevarla hasta el nacimiento de San Juan Bautista.
Esta fiesta tiene su origen en las fiestas que rendían culto al dios Sol, ya que los pueblos de la antigüedad veneraban a la naturaleza y los elementos que les permitían vivir, como la lluvia o el aire, a los que honraban para conseguir su favor.
Como sucedió con muchas festividades de los primeros calendarios, la llegada del cristianismo cambió el motivo de esta celebración originariamente pagana, y la festividad cristiana comenzó a conmemorar en estas fechas el nacimiento de San Juan Bautista, el predicador judío que bautizó a Jesús.
Juan el Bautista es considerado el precursor de Jesús en varias ramas del cristianismo y pocos saben que también es venerado como profeta en el islam. Lo más curioso es que, según relata el Evangelio, nada en la vida del profeta tuvo relación con la noche de esta celebración. Lo que sí se sabe es que al nacer San Juan Bautista seis meses antes que Jesús, la noche del tata ari jehasa, el caminar sobre las brasas, el 24 de junio, se celebra su nacimiento.
El Evangelio de San Lucas inicia su mensaje con este milagroso nacimiento: Isabel, una mujer anciana y estéril, vio cumplirse sus deseos de descendencia cuando el ángel Gabriel anunció a Zacarías, su esposo, que Isabel tendría un hijo. Por este motivo San Juan Bautista es el único santo celebrado en su natividad, ya que su nacimiento fue un milagro.
En nuestros lares, unos días antes sucede el veranillo de San Juan y ya empezamos un karu vai mayor porque nos atiborramos de comida folclórica; si hace frío, aguantamos la intemperie nocturna y nos animamos a caminar sobre las brasas. A veces hay una pruebera que predice nuestro futuro, pateamos sin miedo la pelota tatá y esquivamos con gritos y con risas al encendido toro candil, esperando que San Juan diga que sí a las pruebas.