Un jardín mágico y el universo literario

Una luciérnaga, un dragón y una pantera negra incitan a los niños y jóvenes a leer e internarse en el mágico mundo de las insólitas aventuras. La fantasía desbordante desplegada por la escritora María Eugenia Garay en las páginas de sus libros atrapa a lectores de todas las edades.

La escritora María Eugenia Garay.
María Eugenia Garay, escritora.Gentileza

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A lo largo de décadas dedicadas a la literatura, María Eugenia Garay cultiva la poesía, el cuento corto, la novela histórica y las reminiscencias familiares. Lo que más cómoda le hace sentir es comunicarse con los niños y adolescentes, difundiéndoles armonía, valores familiares, altruismo, respeto, cuidado de los animales y conservación del medioambiente. Su tarea se vuelve trascendente, porque, aunque parezca una paradoja, se sabe que los niños, casi sin perder tiempo, se dedican a educar a sus padres y familiares cercanos, y ellos serán los adultos del mañana: el mundo estará en sus manos.

La espléndida jungla de su jardín es un espacio verde tan natural e inspirador en su casa y de por sí ya revela que el tema ambiental es uno de sus preferidos. Pero no todo el trabajo preparatorio se realiza al aire libre. “Cada vez que abordo un tema biológico nuevo, realizo investigaciones exhaustivas para saber, con base en las ciencias, cómo nacen las luciérnagas, los primeros pasos de los felinos, el vuelo de las aves migratorias y hasta las míticas leyendas de los dragones. Lo que aprendo se lo transmito luego a mis lectores”, confiesa.

Portada de Marybella, la luciérnaga y las estrellas
Portada de Marybella, la luciérnaga y las estrellas

¿Cuál es la técnica para volver el relato interesante a sus lectores? Ella responde que lo aprendió de dos niños, sus hijos. “Cuando me pedían que les narre historias que no estaban en los libros, desafiaban mi creatividad, y si algo les parecía insatisfactorio, me corregían. Yo les decía: ‘La luna’, pero ellos lo cambiaban, diciéndome: ‘No, el sol, mejor el sol’. Y al darles el gusto, nos internábamos juntos en un cosmos de fantasía infinita, donde se generaba un coro polifónico a tres voces, pero siempre les mostraba que la historia tenía que ser coherente”, comenta.

Agrega que el énfasis de estas narraciones está en generar un interés adictivo para proseguir internándose en el relato, condimentado con aventuras increíbles, suspenso insostenible, gran dosis de creatividad, ingenio, alegría y, por supuesto, finales felices. “Al público infantojuvenil debemos transmitirle optimismo y no cargarlo con pesados conflictos que solo producen negatividad y aversión a la lectura”.

<b>Despliegue en la feria</b>

En la Feria Internacional del Libro se exponen sus obras. “Tengo 58 libros de literatura ya publicados, por diferentes editoriales, y en mi computadora está el número 59 ya terminado”, revela. Sus creaciones más recientes son Un dragón en mi ventana, Marybella, la luciérnaga y las estrellas y Yasy, la pantera negra.

Las tres son complementarias y dan a la autora un campo para ir revelando a los lectores “un mundo novedoso y desafiante”. Destaca que, a través de los animalitos, se enseñan rudimentos de ciencia y algo de magia, infaltable en los relatos infantojuveniles porque incentivan la esperanza y lo positivo, virtudes acentuadas con las ilustraciones de Juan Moreno.

Yasy, la pantera negra.
Yasy, la pantera negra.

En Yasy, la pantera negra se dan todos los condimentos para una atrapante novela policial. “Por ejemplo, la majestuosa pantera negra genera la codicia de los mercaderes de especies en extinción, quienes, al violar las leyes de protección del bioma, se convierten en criminales y deben ser enfrentados por la ley. Tanto la conservación del hábitat como el bienestar de los animalitos siempre es responsabilidad de humanos que, como seres racionales, tendrían que tener conciencia de sus actos, de cuánto daño o beneficio pueden hacer al medioambiente, y cuyo compromiso fundamental es que se muestren caritativos y generosos con los animales que pueblan este hermoso planeta Tierra”.

En el caso de la luciérnaga Marybella, vemos que desea hacer realidad sus sueños de llegar a las estrellas, y para eso deberá perseverar y no rendirse ante las dificultades que encontrará. En cuanto al dragón Segismundo, se usa la narrativa para explorar viajes espaciales, para mostrar cuáles aves vuelan más alto y cómo los niños, con rudimentos de ciencias, pueden protagonizar aventuras muy creativas, ayudados, pero no atosigados por los mayores: “Pongo énfasis en la importancia de la familia. Mi mundo es uno donde los buenos siempre ganan y el afecto con altruismo puede más que cualquier egoísmo, maldad o ingratitud”.

<b>Ruta lírica</b>

María Eugenia Garay. Escritora paraguaya nacida en Asunción con una prolífica labor literaria. Su extensa trayectoria en las letras ha abarcado narrativa, cuento, novela histórica y policial y relatos infantojuveniles en lírica y prosa, así como la publicación de 58 obras, algunas de las cuales fueron premiadas. Algunas de sus obras han sido musicalizadas y llevadas al teatro. Es socia fundadora de la Sociedad de Escritores del Paraguay y una apasionada defensora de los animales y del medioambiente.

mpalacios@abc.com.py

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