Cargando...
Para conocer más sobre uno de los símbolos del cristianismo, el Museo de Arte Sacro realiza una exposición temática temporaria que podrá visitarse hasta el próximo domingo de Pascua. Una actividad ideal para realizar en esta Semana Santa.
Los visitantes accederán a una selección de esculturas en madera del acervo permanente hispano-guaraní del museo, junto a antiguas cruces y crucifijos de marfil y plata provenientes del ámbito europeo, andino y paraguayo de los siglos XVII, XVIII y XIX. Todas las obras de arte pertenecen a la colección privada de Nicolás Darío Latourrette Bo y que, en la mayoría de los casos, se muestran al público por primera vez.
Entre el cielo y la tierra
A partir del siglo V d.C., la cruz se difunde ampliamente como símbolo del cristianismo. Sin embargo, es posible rastrearla en muchas culturas, desde el comienzo de la humanidad, aunque no guardan relación con la cruz cristiana.
“El uso de la cruz como símbolo del cristianismo se debe a la ejecución pública de Jesús de Nazareth durante el protectorado romano de Judea, un hecho histórico documentado y datado por varias fuentes en el año 33 de nuestra era”, explican los responsables de la muestra.
Al principio, los primeros seguidores de Jesús no utilizaban la cruz por miedo a los castigos. Incluso, miles de seguidores de Jesús fueron condenados a muerte en los comienzos del cristianismo durante el Imperio romano. “Enaltecer la cruz hubiera significado un gesto subversivo que no pasaría desapercibido a las autoridades romanas, siempre en busca de chivos expiatorios para los crecientes problemas del imperio”.
De acuerdo a los historiadores, la primera representación conocida de Cristo crucificado es un graffiti blasfemo del año 85 con el que un esclavo se burla de las creencias cristianas de un compañero representando a Cristo crucificado con una cabeza de asno.
Del siglo II hay vestigios de esquemáticos amuletos de la crucifixión y 100 años después aparecieron las primeras imágenes naturalistas del martirio de Jesús realizadas para el culto cristiano.
Cruces paraguayas
En esta sección están las cruces historiadas hechas para la devoción privada que son fruto de interpretaciones populares, no canónicas, y que no son consideradas aptas para las celebraciones litúrgicas.
Entre ellas está el Cristo de la preciosa sangre, que es una de las variantes más queridas y difundidas. Este crucifijo incorpora la figura de un angelito volando que recibe la sangre que mana del costado de Jesús herido por la lanza de Longino.
En la zona andina, de donde algunas piezas llegaron hasta aquí, se crearon las cruces trinitarias, que incorporan la paloma del Espíritu Santo y la imagen de Dios Padre para conformar la Santísima Trinidad.
Dichas creaciones están inspiradas por la iconografía medieval denominada Trono de la Gracia o de Misericordia, que representa a Dios sosteniendo a su hijo crucificado con el Espíritu Santo en medio de ellos.
En el año 313, con el Edicto de Milán, la religión cristiana se convirtió en la oficial del Imperio romano, convirtiendo la crucifixión en el tema más importante dentro del arte sacro de todas las comunidades cristinas, y es la cruz, hasta hoy, el símbolo que identifica al cristianismo en todo el mundo.
Más info
Entrada: G. 25.000, con la que se puede visitar “Los misterios de la cruz” y la colección permanente del Museo de Arte Sacro. G. 20.000, para grupos de más de cinco personas.
Horario: Todos los días, de 9:00 a 18:00, incluida la Semana Santa. Los niños tienen entrada gratuita.
Dirección: Manuel Domínguez esquina Paraguarí, Asunción.