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Dos pintores en dos épocas distintas la vieron con su contexto y matices. Luis Toranzos plasmó la Casa de la Independencia con las polvorientas calles de la época colonial y con los próceres saliendo desde el callejón histórico. Las veredas eran de piedra loza y había marcadas huellas de carruajes en el terraplén. En otra época, mucho más reciente, Herminio Gamarra Frutos la muestra con su fisonomía actual, ya convertida en uno de los museos más importantes de la vida nacional.
“Son las más representativas y valiosas en estética, ética e historia, pintadas por consagrados artistas nacionales. Las dos obras pertenecen a la colección privada de Nicolás Latourrette Bo, quien nos cedió gentilmente para la muestra”, explica el director del Museo Casa de la Independencia José Samudio Falcón.
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Además de las dos obras citadas, la muestra organizada por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), también presenta la edificación plasmada en óleos desde la mirada de los artistas Diana Domínguez W. S., Rossi Schubert, Cristina Paoli, Esperanza Gill, Martha Casal Ribeiro, Marcela Dioverti y Graciela Malatesta. También hay obras de Félix Toranzos, Melvin Roldán, Horacio Guimaraes, J. Von Horoch, Bernardo Puente, Alfredo Quiroz y Eneide Boneu.
Tampoco pueden faltar dos obras clásicas del acervo nacional: La rendición de Velasco, de Jaime Bestard, así como la Intimación a Velasco, de Guillermo Da Re. Este último pertenece al acervo de la SNC y estaba en el Museo de Bellas Artes, pero ahora pasó a formar parte de la museografía de la Casa de la Independencia.
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La curaduría de la muestra está a cargo de Félix Toranzos para quien la casa tiene un significado doblemente especial. El artista fue director un tiempo; además, su padre, Luis Toranzos, había vivido bajo ese techo. Sus hermanas lo trajeron a don Luis Toranzos desde Concepción en los años 30 o 40 para que viva en Asunción y se instaló en la casona.
Otra persona muy importante para el patrimonio histórico de nuestro país quien había vivido en la casa fue la restauradora Estela Rodríguez Cubero.
La exposición hace hincapié en la arquitectura de la casona muy representativa de la época colonial y que según la documentación hallada en el Archivo Nacional de Asunción por Benjamín Velilla data de 1772, el mismo año de construcción de la iglesia de Yaguarón.
Puesta en valor
Samudio Falcón destaca que la Casa de la Independencia luce totalmente renovada gracias al mecenazgo del protector Nicolás Latourrette Bo, quien desde el 2003, hace 20 años, viene sustentando mejoras en este patrimonio histórico. Los anteriores mecenas fueron Juan Bautista Gill Aguínaga, quien luchó por la recuperación del predio, y Benjamín Velilla, quien precisamente donó el primer libro escrito sobre la edificación La Casa de la Independencia, donada a la Comisión Casa de la Independencia, investigación que permitió salvarla.
Fue Velilla el primero en afirmar con documentos que la casa, en 1811, era propiedad en condominio de los hermanos Pedro Pablo y Sebastián Antonio Martínez Saenz, herencia de sus padres Antonio Martínez Saenz y Petrona Caballero de Bazán, quienes la edificaron en 1772.
Otro documento muy importante citado por Benjamín Velilla en el libro ahora reeditado, gracias al mecenazgo de Latourrette Bo, es que fue Carlos A. López –quien en tiempos de la independencia tenía 19 años– el que dispuso durante el consulado, en 1843, que el “callejón público que tiene interés para la comunidad de los sentimientos patrióticos” no fuera incluido en una mensura para la venta de una propiedad contigua.
Los retratos de los tres benefactores de la casa forman parte de la nueva Galería de Mecenas y Directores con retratos en cuadros al óleo realizados por Emmanuel Fretes Roig: Juan Bautista Gill Aguínaga, Benjamín Velilla y Nicolás Latourrette Bo. Los directores fueron sucesivamente: Carlos Pusineri Scala, Margarita Prieto Yegros, Yani Oliveira y Silva, Beatriz González de Bosio, Carmen Sosa, Ana Barreto Valinotti, Félix Toranzos y José Samudio Falcón.
Lo nuevo y el imponente mural
En homenaje a los 250 años de la construcción de la casa, con el patrocinio del protector Nicolás Latourrette Bo, se financió la nueva museografía de la Casa de la Independencia, nueva señalética, estantes y soportes, se restauraron varias obras de arte o sus marcos, reimpresión de cuatro libros relacionados con la Independencia para su distribución gratuita a las bibliotecas e instituciones.
Una de las acciones más importantes de la conmemoración es también la restauración y puesta en valor del enorme mural ubicado en el acceso al museo, obra de José Laterza Parodi. “El mural no se limpiaba desde su inauguración en 1966. Ahora vinieron expertas que lo limpiaron porque estaba corroído y ennegrecido por el hollín. Después armamos la expografía y se colocó el vitral templado para su protección. El panel tiene 12 mm de espesor y pesa 400 kilos. Fue montado en dos días y para levantarlo se requirió la presencia de 7 personas”, cuenta Samudio Falcón.
El director del museo destaca el valor histórico del mural, ya que fue preparado por Laterza Parodi con el asesoramiento de Carlos Pusineri y Roberto Quevedo. “Se preparó en la casa de doña Josefina Plá durante un año, aproximadamente, según nos comentó su hijo”, dice Samudio.
Aunque la celebración del 250° aniversario concluye con esta muestra, las actividades alusivas seguirán durante todo este año.
Más info:
Se puede visitar el museo Casa de la Independencia de martes a sábados, de 8:30 a 16:30, con acceso libre y gratuito.