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“Me da piel de gallina”, dice Belén Bogado cuando va a comenzar a recapitular su vida para llegar al inicio de su amor por la comunicación. No obstante, ella explica que esas ganas de hablar, compartir datos, debatir, estuvo siempre presente en su familia donde aprendieron a disentir con respeto.
Pero al comienzo a Belén le gustaba la política. Su madre iba y venía por el mundo, estudiaba y fue, en ese sentido, un gran ejemplo para ella. “En casa se habla mucho, se debate, entonces yo mamé eso de expresarse, de hablar desde un punto de vista, de decir lo que uno piensa”, recuerda.
En cierto punto del colegio, llegó el momento de hacer el famoso “test vocacional”. Todas las alarmas de “comunicación” saltaron en la prueba que le hicieron a Belén. “En el colegio siempre fui extrovertida, quería hacer de todo, bailar, actuar, hablar”, menciona. Pero otro sueño de Belén era escribir. “Siempre dije que quería tener una columna en algún diario. Tenía solo 16 años y ya pensaba en eso, en hacer análisis político, por lo que mi historia con la radio se da casi sin querer”, anticipa.
Más adelante, ya estudiando Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica, empieza a tener clases de radio, entre otras materias. Una de las prácticas era, obviamente, hacer un programa en el estudio de la facultad. En esas prácticas se cruzó también con la periodista y docente Aida Lara. “Mi primer trabajo fue con ella los domingos, yo le cebaba mate”, rememora entre risas.
Hasta que un día llega una proposición. Su compañera le cuenta que Montecarlo buscaba una notera para la ya joven conductora Leti Medina. Luego de esa experiencia trabajó en Santa Mónica, espacio que a poco tiempo de su entrada, cerró. “Yo era secretaria en una ONG de arte y cultura. Dejé eso para entrar a la radio y al poco tiempo se cierra. Me quedé sin trabajo y al poco tiempo me llamaron de Venus”, señala.
Amor a primera locución
“Cuando me metí a la radio dije: esto es lo mío. A mí me impresionó todo de este mundo: cubrir eventos, entrevistar gente, todo eso me atrapó”, cuenta con mucha emoción la conductora.
Entre la música, algo que ella ama con devoción, y la pasión de comunicar, encontró el punto justo de la felicidad. “Yo creo que si vos podés ser una persona tan afortunada en un trabajo que te sale, tenés que disfrutar al máximo”, confirma Bogado, quien también vivió la música en cada uno de sus partos. “En esos momentos yo ponía Black Eyed Peas o Beyoncé. A mí la música me toca de una manera que me hace muy feliz. Entonces, poder trabajar en un lugar donde todo el tiempo estás escuchando música es increíble”, reafirma.
Pero además de eso, la información fidedigna y actual es también esencial para Belén. “Estar actualizada y ponerle onda es una combinación ideal que encuentro para conectar con la gente que también busca información precisa”, sostiene.
La fusión de todas estas pasiones, más la “adrenalina y motivación”, son cosas que a Bogado le llenan. “Necesito constantemente eso, incluso en días en que no estamos tan bien, porque nuestro trabajo es un poco más de estar expuestos. Pero cuando estoy en la radio fluyo, mi mundo fluye. Escucho la música al aire y soy feliz. Cuando me pongo a pensar si por qué tengo esta bendición creo que es porque soy auténtica, porque intento transmitir lo que siento. Yo creo que el día que perdés eso, todo se desmorona”, piensa.
Pandemia, maternidad y pausa
“Para mí fue difícil la decisión de tomarme una pausa”, cuenta sobre el tiempo en que la pandemia atravesó sus decisiones personales. En ese momento estaba embarazada de su tercera hija y decidió dejar su antiguo programa.
“En ese momento me di cuenta que tenía que estar con mis hijos, porque es cierto que las mujeres experimentamos desafíos tan diferentes a los hombres, porque vos querés crecer profesionalmente, pero cuando sos mamá tenés que estar para tus hijos todo lo que puedas. Hay mujeres que pueden y otras que no. Yo realmente soy afortunada porque tengo a mi mamá que me ayuda y mi esposo que lo amo muchísimo, me banca en todas”, indica.
Pero Belén no se rindió al deseo de comunicar durante ese tiempo y vio en las redes sociales un modelo de trabajo que podría funcionar. Así llegó BB News, una serie de reels que creó para Instagram “junto con un gran equipo que también me ayuda”, confirma. En esta sección de videos cortos ella informa sobre actualidad, pero con mucho humor. También hizo por unos meses un reality para Canal Trece, con lo que fue “tanteando el terreno” de volver a los medios.
Capítulo ABC
“Cuando llegó esta propuesta me sorprendió. Empecé a escuchar más la radio y me pareció un desafío alucinante. Es un grupo con el que nunca trabajé, pero siempre supe que es súper prestigioso. Ahora voy a estar aquí y no puedo creer, porque ya pude recorrer las oficinas, me encuentro con amigos, colegas y es todo realmente increíble”, asegura sobre esta nueva etapa en su vida.
Belén a la siesta es el nombre que eligió para hacer saber que se trata de toda una nueva forma de informar en este horario. “Va a ser un programa muy dinámico, porque me gusta mucho el ritmo y la adrenalina, vamos a interactuar con la gente que va a ser parte del programa también. Va a haber mucha información siempre y con música es excelente. Vamos a hablar de temas muy actuales, debates, vamos a jugar y habrá entretenimiento, va a ser completo”, anticipa con entusiasmo.
Ella también reflexiona sobre el momento de su vida en que le encuentra este desafío, un momento en que su última hija ya empezará a ir también a la guardería. “Pienso que esta Belén también está en otro tiempo en su vida. La gente que me conoce sabe que mi esencia siempre está, por lo que creo que soy la Belén de siempre, con las mismas locuras, pero más madura”, observa.
Acerca de su evolución, ella piensa también que hay todo un público que creció con ella. “Hay gente que me escuchaba en el colegio y hoy ya tienen hijos, cambiaron de trabajo o están comprándose su casita. Yo crecí con toda una generación. Entonces, ahora personalmente estoy en otro momento de mi vida, como esa generación que me va a seguir pero también voy a tener oyentes nuevos”, augura.
Una “Tuntuna” feliz y plena
Belén espera que sus “tuntunos” la sigan siempre. “Yo crecí sintiendo la compañía de ellos, quienes me dieron ese nombre porque yo también inventaba llamándolos oyentuntunos”, dice riendo y recordando que en su casa, con sus padres, se pasaban inventando palabras. “Yo crecí en medio de esa locura, así que obviamente iba a salir con estas ocurrencias”, comenta.
“Yo empecé a los 19 y ahora tengo 40. Es toda mi vida adulta, porque terminé el colegio y empecé”, dice mientras se ríe y cuenta los años con sorpresa, pero muy agradecida.
“Ahora estoy en un momento pleno. Tengo la bendición de que mi mamá siempre me ayudó muchísimo, a mi papá quizás al comienzo no le gustaba tanto, pero aceptó que me hacía feliz”, dice en medio de muchas sonrisas cuando habla de su familia.
“Ahora con tres hijos dije: hasta acá llegué. Es momento de recuperar esta parte de mí: Belén mujer, la persona, porque mi trabajo es parte de mi identidad, yo no puedo separar. Me doy cuenta que realmente me hace muy feliz poder trabajar y realizarme profesionalmente, pero es el sacrificio de estar menos tiempo en mi casa. Ahora vuelvo al malabarismo y equilibrio necesario para hacer lo que me gusta y necesito, y poder ser la mejor mamá que puedo ser”.