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Hasta hace poco en el conjunto de la Plaza de Armas del Centro Histórico de Asunción entre la Catedral y el Congreso, la Comandancia de la Policía y el Cabildo apenas se dejaba ver sobre los árboles y techumbres de improvisadas casas una de las más bellas esculturas que coronan el Monumento a la Constitución.
A propósito de su reaparición para la ciudadanía y todos los paraguayos es fundamental rescatar su importancia para que nunca más se la vuelva a ocultar. Pues no hay razón de que valga para profanar ese sitio sagrado para la vida de la República.
El historiador Herib Caballero Campos en su último libro, Festejar, Erigir y Consagrar a la Nación, subtitulado Fiestas, Monumentos y Apoteosis en el Paraguay (Editorial Arandura 2022) expone detalladamente la importancia de ese monumento, así como las fechas que giran en torno a ella y que este 25 de noviembre revestirá un nuevo aniversario para tan magnas fechas.
En los anales de la historia paraguaya, el 25 de noviembre es un día fausto para la nación. Dos hechos trascendentales ocurrieron en tal día: la ratificación de la independencia de la República del Paraguay, en 1842, hace 180 años, y la jura de la Constitución Nacional, en 1870, hace 152 años.
“El 25 de noviembre fue una fiesta que de acuerdo a los convencionales de 1870, a partir de la jura de la Constitución se complementó la ratificación de la independencia realizada en 1842. Esa fiesta se celebró desde 1871 hasta fines de los años 30. En ese sentido, cabe señalar que el monumento erigido en 1873, en homenaje a la Constitución, se convirtió en el centro de dicha conmemoración; cada año los niños de las escuelas se concentraban en ese lugar para cantar el Himno Nacional”, menciona el investigador.
Sesquicentenario en 2023
En un encuentro con el historiador Herib Caballero, en ese lugar lleno de simbolismo, recuerda que el 3 de febrero de 1873 (harán 150 años en 2023), siendo presidente de la Junta Administrativa de la Capital don Sinforiano Alcorta se realizó la solemne inauguración de este monumento diseñado por el ingeniero Roberto Chodassiewiez. Es probable que la fecha de inauguración haya tenido algo que ver con la festividad de san Blas, patrono del Paraguay.
La piedra fundamental del monumento había sido colocada el 25 de noviembre de 1871 cuando se realizó la jura de la Constitución de 1870. “La jura se realizó en una glorieta emplazada en la denominada Plaza Constitución, en donde también se exhibió el plano del monumento diseñado por el ingeniero Roberto Chodassiewiez, que se emplazaría en dicha plaza y en el cual se depositaría una copia de la constitución aprobada, la población se agolpó en torno a los electos Cirilo Antonio Rivarola y Cayo Miltos, como presidente y vicepresidente de la República respectivamente, acompañados de los miembros de los convencionales y escoltados por los generales de las fuerzas de ocupación brasileña y argentina”, relata el libro de Herib Caballero.
El monumento está coronado con la escultura de La Libertad con la Constitución, dado que la constitución de 1870 garantizaba los derechos liberales que eran el anhelo de todos los que participaron en su elaboración, recuerda el historiador.
Cuando se realizó esa jura se colocó en un tubo una copia de la Carta Magna y sobre ella se instaló la piedra fundamental del monumento, cuya inauguración se dio tres años después.
“Es el primer monumento público paraguayo. Anteriormente, antes de la Guerra de la Triple Alianza se quiso hacer uno dedicado a Carlos A. López. Se hizo la colecta, pero no llegó a concretarse. Y, por tanto, este es el más antiguo de Asunción y del país”, destaca Caballero Campos.
Fiesta cívica y Navidad
¿Por qué eligieron el 25 de noviembre para la jura? La fecha reviste vital importancia para la República porque marca la conclusión del proceso de independencia del Paraguay cuando el 25 de noviembre de 1842 tuvo lugar la ratificación de la independencia nacional cuyo proceso arrancó el 14 de mayo de 1811.
El 25 de noviembre de 1842, los cónsules Carlos A. López y Mariano Roque Alonso convocaron a un Congreso General Extraordinario que realizó la Ratificación Solemne de la independencia nacional que soportó durante largos años la negativa de reconocimiento por parte de la Argentina que consideraba una provincia rebelde al Paraguay.
En un decreto de unos días después se fijó el “Día del Juramento de la Independencia Nacional en todo el territorio de la República el 25 de diciembre del mismo año, antes de la misa mayor por el día de Navidad”, rescata el libro de Herib Caballero y precisa que la identificación de ambas fechas no solo tenía que ver con que una gran afluencia de gente participaba de la misa en Navidad, sino también vincular la celebración del nacimiento del Niño Dios y la consolidación de la independencia paraguaya.
El Repertorio Nacional publicó, en 1843, el decreto que disponía que el 25 de diciembre era fiesta cívica para conmemorar la jura de la independencia que, a su vez, fue ratificada el 25 de noviembre de 1842.
El Congreso General de 1849 sumó otra fiesta cívica el día 4 de noviembre por ser la fecha del “onomástico del presidente Carlos Antonio López”. Herib Caballero atribuye esta decisión a la tradición colonial de celebrar las fechas del nacimiento de los reyes, así como había pasado con el 6 de enero fecha de nacimiento del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia.
Cómo se celebraban las fechas patrias
El primer aniversario de la “gesta independentista” en 1812 por disposición de la Junta Superior Gubernativa se declaró el 15 de mayo “Día de Gala y Besamanos” y que debe haber misa y Te Deum en la Catedral e iluminar la noche del 14 los edificios públicos y para “hacer más plausible la gloriosa conmemoración” se debía poner en libertad a un preso cuyo delito no sea tan grave. Además hubo salva de artillería e izamiento del pabellón.
Las celebraciones usuales de la época, ya tras la ratificación de la independencia –dice el historiador– consistían en la iluminación de los edificios públicos, el festejo escolar ante el monumento de la Constitución, Te Deum en la Catedral y baile por la noche, incluso juego de sortijas.
Sobre la evolución de los festejos, Herib Caballero asegura que “es interesante, pues durante la dictadura francista no se recordaba las fechas patrias, luego se dio énfasis a la fecha de ratificación de la independencia y la jura de la misma; el 14 de mayo fue conmemorado con más fuerza desde el periodo liberal, denominándose al igual que en la Argentina Fiestas Mayas, nombre que siguió hasta la década de 1930. Desde 1940 en adelante hubo cambios en cuanto a qué día era feriado, hasta los 90 se conmemoraba el 14 y 15 de mayo, luego solo el 15 de mayo y desde comienzos del siglo XXI nuevamente fueron declarados feriados el 14 y 15 de mayo”.
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Explica que “la solemnidad dependía mucho de las circunstancias, hubo años en que no se celebraba porque la epidemia lo impedía. En otros años, los enfrentamientos entre las facciones políticas evitaron que las fiestas adquieran solemnidad. En ese sentido, cabe recordar lo acontecido en el centenario de la independencia nacional que no se pudo conmemorar con el debido brillo a tal punto que los miembros del Centro Estudiantil decidieron organizar una procesión cívica en la noche del 14 de mayo de 1911.
El 12 de octubre
Otra fecha importante dentro de los festejos patrióticos y fiestas cívicas era el 12 de octubre. A decir de Herib Caballero, esta fecha tiene una relevancia significativa porque un 12 de octubre de 1813 el Congreso General proclamó la República del Paraguay.
En la misma fecha, pero en 1892 se inauguró el Palacio de Gobierno con el nombre de Palacio Nacional con la primera exposición de productos nacionales en conmemoración al cuarto centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América, mientras que el 12 de octubre de 1936 se hizo coincidir la inauguración del Panteón Nacional de los Héroes con el aniversario de la República.
¿Es plausible rescatar la celebración del 25 de noviembre?
Para el historiador Herib Caballero “puede ser interesante discutir si vale la pena recordar el 25 de noviembre, pues esa fecha implica un hito en ese proceso de la independencia, pues debemos ser conscientes que el Paraguay tuvo que disputar con Buenos Aires durante décadas que se reconozca al Paraguay como una República independiente”.
Premio sobre Periodo Colonial
Herib Caballero Campos es licenciado y doctor en Historia por la Universidad Nacional de Asunción y magíster en Historia del Mundo Hispánico por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Acaba de recibir el premio Silvio Zavala, instituido por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia como homenaje a un historiador que desarrolló una vasta obra sobre el pasado colonial americano.
“La mayor parte de mi obra está enmarcada en el periodo colonial de Paraguay y la región, por lo que haber obtenido este premio a propuesta de la Universidad Nacional de Canindeyú es muy significativo para mí en lo personal y profesional, pues creo que es necesario conocer aún más sobre ese periodo de nuestra historia, donde se fueron configurando la sociedad paraguaya”, asegura el historiador.