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Trinacria es el antiguo nombre que recibía la isla de Sicilia de parte de los griegos que se habían afincado por el siglo XIII en plena Edad Media y que aludía a su forma triangular. El nombre fue rescatado por un italiano nacido en Catania y llegado al Río de la Plata y Paraguay con la corriente migratoria en 1898 de la mano de Giuseppe De Stefano Paternó.
Estos días la Unione Siciliana del Paraguay está de parabienes y fiesta con las celebraciones del nuevo aniversario de la antigua colonia, Trinacria, fundada el 15 de octubre de 1898 en Paraguay, hoy Santa Clara, distrito de General Aquino. El presidente de la agrupación, Juan Gorostiaga Pappalardo, menciona que realmente es un motivo de orgullo para esa población del país que se mantengan ciertas costumbres que se fueron transmitiendo de generación en generación, y muy bien adaptadas al suelo guaraní.
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En Santa Clara se pueden escuchar frases en guaraní, español e italiano. Como ejemplo, Gorostiaga, cita algunas palabras de los dialectos de las regiones de origen, en este caso Catania, que hoy hablan sus descendientes. Estas frases las han aprendido de sus abuelos.
“Entre esas costumbres arraigadas en la zona también existe una fuerte religiosidad con veneración a los santos patronos de las comunidades de donde provienen, la importancia al arte, a la danza y a la música. Pero es en lo culinario donde hay más muestras con las recetas típicas que son de sus lugares de origen, hábitos alimentarios e, inclusive, la siembra de la cucuzza, especie de calabaza, cuya semilla fue traída desde Sicilia y los pobladores de Santa Clara la siguen cultivando, cosechando y consumiendo”, comenta Juan Gorostiaga Pappalardo.
A esto se suma “el cuidado de las flores!!!! Santa Clara esta llena de flores en todas las casas”, como en Sicilia.
Agrega que “las costumbres y forma de ser de sus pobladores se podrían resumir en que son personas que, como sus abuelos, trabajan muy unidos, cuidan el ambiente que los rodea, aman su origen e italianidad, honran sus raíces y valoran su historia. Es su esfuerzo el que hace que mucha información tan rica no se haya perdido”.
Hito de la inmigración italiana
La fundación de Trinacria representó uno de los hechos más importantes en la historia de la presencia italiana en el Paraguay. “La Colonia Trinacria fue fundada en 1898 por más de 300 familias de inmigrantes italianos, en su mayoría de la Sicilia, pero también del Trentino y del Abruzzo”, señala el referente de la colectividad.
En esa época la Sociedad Colonizadora Ítalo-Americana recibe del estado paraguayo, la extensión de 50 leguas de tierra correspondientes a 89.300 hectáreas. A cambio, Don Stefano Paternò se comprometió a llevar al primer grupo de colonos dentro de los seis meses desde la firma del contrato.
El mismo Giuseppe De Stefano Paternò relató acerca de la llegada de sus asociados en octubre de 1898: “La mañana del 15, volví a ver a nuestros compatriotas en el puerto de Asunción. Fue un recibimiento muy cordial, inolvidable, ya que los gobernadores, los ciudadanos de todas las clases, los italianos allá domiciliados, los salesianos con la banda musical del colegio, los recibieron con una singular y cariñosa hospitalidad, y en aquel día, yo vi solemnizado el pacto de la alianza de nuestra Italia con el Paraguay.
Al día siguiente, el 16 de octubre, desembarcamos en el puerto de Rosario. Allí esperaban numerosas carretas y muchos caballos; se emprendió una marcha ordenada y por la tarde del mismo día la bandera de Italia, junto a la del Paraguay, ondearon en una región denominada Ñanducuá”.
Grandes celebraciones
Cada año la fecha fundacional es motivo de intensas actividades artísticas, culturales y sociales en Santa Clara y arrancan en los primeros días de octubre. Este año en la primera semana se retomó con mucha alegría el curso de lengua italiana en Santa Clara, financiado por la Società Dante Alighieri (Sede central de Roma) y con el apoyo de la Unione Siciliana del Paraguay y la Unione delle Famiglie Trentine.
Los descendientes ataviados al estilo italiano de comienzos de 1900 también participan del desfile en Gral. Aquino que también conmemora estas fechas. Los festejos oficiales en la comunidad santa clareña, las familias Trentinas Pacher del Paraguay y la Unione Siciliana del Paraguay; que incluyen en su programa desfile de la comunidad educativa, encabezado por la Escuela Básica N° 34 “República de Italia” fundada por esos inmigrantes en 1905.
Tras el desfile se realiza el acto Oficial en la casa de la Unione Siciliana del Paraguay, con el canto de los Himnos Paraguayo e Italiano y las danzas Italianas y Paraguayas coronado con un almuerzo de confraternidad.
Como parte de los festejos de este año también en la primera semana de noviembre se recibirá la visita de la escritora siciliana Rosi Comitini, descendiente de Giuseppe Distefano Paterno, que lanzara la versión en español de su libro Retorno al Paraguay, “libro que, respetando el rigor histórico de los acontecimientos, y enriquecido con las emociones y sentimientos de los actores de esta historia; emociones que al leerlos nos conmueven y humaniza los hechos y todo lo que tuvieron que pasar aquellas personas que emigraron para fundar la Colonia Trinacria. De la mano de la escritora podemos sentir el recuerdo de lo que amaron, lo que soñaron, lo que sintieron, el amor que pudieron dar, y como hicieron sentir a los demás. La misma tiene planeado presentar su libro también en Asunción y realizar talleres con los descendientes y jóvenes estudiantes de Cultura Italiana”, comenta el presidente de la Unione Siciliana.
La nuova colonia siciliana “Trinacria” nel Paraguay
Este era el título de un artículo aparecido en el periódico L’Ilustrazione Italiana, el 25 de noviembre de 1899 que se hace eco de un relato de Guido Boggiani sobre lo que vio y vivió al visitar el sitio ubicado en Ñanducuá, en el Partido de Itacurubí del Rosario – Departamento de San Pedro, donde se instaló el grupo más numeroso de colonos inmigrantes italianos en Paraguay, procedentes de varias ciudades de Sicilia.
El artículo, fue traducido al castellano por Ricardo Torresi, Lucia Giovine Gramatchicoff y María gloria Jiménez. Por razones de espacio solo mencionamos algunos pasajes: “El grupo fue organizado y conducido por una empresa fundada por el Dr. Giuseppe De Stefano Paternó en Catania, Sicilia, en 1897, denominada “Sociedad Colonizadora Italo-Americana”. Esta colonia tuvo muchos problemas desde el inicio de la organización y de su asentamiento en Paraguay. Las quejas de los colonos disconformes llegaron hasta el Gobierno de Italia, que le encargó a su Ministro Plenipotenciario ante las Repúblicas de Uruguay, Argentina y Paraguay, Marqués Obizzo Malaspina, que realice un viaje hasta la colonia para constatar personalmente lo que había de cierto o de falso en tantas contradictorias noticias. Este a su vez, le pidió a Guido Boggiani, su compatriota que vivía en Paraguay, que lo acompañe en su expedición”.
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La descripción que realiza Boggiani es fantástica: “Son bellos y buenos campos, llanuras, cubiertas por magnífico pasto que podrán dar cómodamente vida a más de diez mil cabezas de ganado bovino; y las más altas, están cubiertas con una lozana vegetación arbórea. Son tierras fertilísimas y aptas para todo rubro de cultivos, más específicamente, para tabaco, algodón, mandioca, maíz, cítricos, uvas, caña de azúcar, bananas, piñas, papas, calabazas, melones, arvejas, porotos y otros. El aspecto general es sumamente pintoresco y con gran porvenir y no falta agua”.
También cuenta cómo se llega desde Asunción: “Desde Asunción, subiendo el gran Río Paraguay, navegando con los grandes y veloces vapores, se llega al Puerto de Villa del Rosario en menos de doce horas de agradabilísimo viaje. Al pueblo de Villa del Rosario, que queda a un par de kilómetros, desde la orilla del río se puede llegar por tierra o por agua, navegando en pequeñas embarcaciones, subiendo el Río Cuarepotí, que desemboca en el Río Paraguay, justamente donde está situado el muelle del Puerto de Villa del Rosario”.
“Las impresiones que de nuestra visita a la Trinacria reportamos, es bajo todo punto de vista óptima, por lo que concierne a los terrenos que, en verdad son espléndidos y constituyen una propiedad principesca. Abundancia de praderas existentes, bosques extensísimos, ricos en maderas preciosas, extraordinariamente poblada de frutos de naranja, y de frutas exquisitas y con tierra fertilísima y agua en cada lugar”, dice Boggiani más adelante.