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En las últimas décadas, en muchos países donde están presentes estos conceptos fueron mutando porque, gracias a los cambios sociales, culturales y tecnológicos, se fue notando más su presencia en la comunidad mediante sus acciones. Al decir de los masones, nunca fueron “una sociedad secreta, pero sí discreta”.
Lo concreto es que la masonería en el Paraguay está en un proceso de gradual apertura, según se puede entender a partir del hecho de que están siendo publicadas algunas de las acciones que realizan.
En esta nota presentamos al Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), de la mano de su Soberano Gran Comendador, Jorge Goldenberg.
El árbol genealógico de esta organización en nuestro país, según relata el Soberano Gran Comendador, se remonta a los Estados Unidos, a inicios de 1800, cuando después de varios eventos desafortunados para la organización en Europa se refunda en Washington, y desde ahí años después regresa a Europa y se esparce por varios países del mundo.
En la posguerra
Tras la Guerra contra la Triple Alianza, la organización aparece en nuestro país integrada por varios ciudadanos con formación y capacidad para trabajar en la recuperación del Paraguay tras la devastación causada por el conflicto bélico. Este inicio se dio de la mano de la masonería instalada entonces en Río de Janeiro, Brasil, pero debido a dificultades de comunicación e intercambio con esta sede, se concreta un nuevo canal de comunicación y asistencia con la masonería presente en Uruguay, que revitaliza la actividad de la organización en Paraguay, que estaba bastante disminuida.
Recientemente, el Supremo Consejo del Grado 33 de nuestro país fue anfitrión de unas jornadas internacionales de Supremos Consejos, que contó con la participación de representantes de Supremos Consejos de 43 países, que se dieron cita en el Centro de Convenciones de la Conmebol con un número aproximado de 100 asistentes extranjeros.
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Goldenberg explica que la reunión internacional puso a Paraguay en el primer lugar de la atención masónica mundial, porque es una reunión que se realiza cada cinco años, en distintos continentes de forma alternada. Cuenta que en la reunión de Lausana, Suiza, en 1995, cuando él participó por primera vez, surgió la idea de candidatar a nuestro país como sede. La propuesta se presentó en la reunión de 2010, en Canadá, y se ratificó en el año 2015, en la reunión de Lisboa, Portugal. Sin embargo, el encuentro que debía realizarse en 2020 fue posible recién este año por la pandemia del covid-19.
Los temas tratados en estas reuniones son muy diversos, y en esta ocasión uno de ellos estuvo enfocado en los cambios que van aconteciendo en las sociedades del mundo por la incursión de las tecnologías digitales y su influencia en la conducta humana.
Carta de Asunción
Tras las ponencias y deliberaciones, la conferencia presentó la Carta de Asunción, que en su quinto punto dice que convencidos de que el REAA es un sistema estructurado y basado en altos valores éticos y morales plantea la preservación de las condiciones de vida basadas en el mutuo entendimiento, la tolerancia y la libertad de pensamiento, pero que no es menos cierto que las condiciones que se observan en distintas latitudes del planeta resultan deplorables e inequitativas para muchos miembros de nuestra especie humana.
En consecuencia, la conferencia declara “ratificar nuestro ferviente compromiso de proponer desde nuestros cuerpos escocistas las iniciativas de carácter ecologista, humanista, científico, democrático y laicista, que permitan dilucidar con responsabilidad plena la búsqueda de soluciones para afrontar tal crisis contemporánea, en correspondencia con las cualidades de la vida que deben ser preservadas y desarrolladas en un régimen de paz con justicia y tolerancia universales, reafirmado los valores más permanentes de la libertad, igualdad y fraternidad que históricamente, todavía continúa anhelando la humanidad”, entre otros puntos.
En el marco de la apertura de la organización masónica hacia la sociedad y de dar a conocer sus actividades, ABC Color tuvo la oportunidad –el privilegio dice Goldenberg– de ser el primer medio de comunicación del país en tener acceso al interior de las instalaciones del más antiguo templo de la orden, que data de inicios del siglo pasado, ubicado sobre la calle Palma casi Montevideo. Asimismo, tuvo acceso a las instalaciones del Supremo Consejo, que para su sede rescató, restauró y complementó con nuevas estructuras, antiguas construcciones colindantes al histórico primer templo. Ambos edificios patrimoniales muestran su esplendor con sus ornamentos y símbolos.
Goldenberg anunció que próximamente se realizará en nuestra capital otra reunión, que estará abierta a la prensa y a la ciudadanía en general para que se pueda conocer los valores y las acciones de la masonería.