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El señor Guido Subeldía ya hace años que pasa tiempo jugando a este deporte que le apasiona, tanto que, siendo aún muy pequeño su hijo Gabriel, ya compartía la misma pasión. Con solo 3 años, el hoy deportista de 11 ya pasaba su tiempo en las canchas. Habiendo tenido la opción de elegir otro deporte, se inclinó por el squash, cuenta orgulloso el papá.
“Ya compitió a nivel internacional, el año pasado fue a Cartagena de Indias y salió en noveno lugar en el Sudamericano y ahora acabamos de llegar de Mar del Plata, Argentina, donde consiguió la medalla de bronce para Paraguay”, cuenta Subeldía padre y añade que su hijo compite hoy en Sub 11, Sub 13, Sub 16.
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“Fue bastante complicado porque tuvo duros contrincantes de Perú, Colombia y otros; fue una muy linda experiencia para él”. La mamá de Gabriel, Noelia, también juega el squash. Ella cuenta que haber jugado al tenis le facilitó las cosas, pero el squash le gustó más porque se corre mucho y se gastan muchas calorías, comenta entre risas. Un partido a nivel profesional llega a una hora y media, aproximadamente, y es bastante dinámico, muy fuerte.
No siempre se gana, y en la escuelita de squash les inculcan a querer superarse siempre; el atleta que no trae medallas, igual viene con más ganas de “echarle más polenta”.
Un poco de historia del squash en Paraguay
Subeldía, fanático de este deporte, cuenta que la primera cancha de squash en Paraguay estaba en Puerto Casado, traída por la secta Moon. Luego se hicieron canchas en el CIT, Yacht y Golf Club Paraguayo, Casa Argentina y el Seminario Metropolitano. Lastimosamente, la del seminario se perdió y hoy está convertida en gimnasio, relata.
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Actualmente se puede practicar aún en el CIT, Yacht, Casa Argentina y en la SND. “Nos encantaría atraer a más jóvenes con talento a este deporte, hacer un semillero de los representes del mañana”, expresa.
Otros deportes parecidos son el ráquetbol (muy popular en Bolivia, la cancha es un poco más larga y más estrecha), la pelota vasca y pelota paleta (popular en Uruguay y Argentina), por ser deportes que también se juegan con frontón.
El squash es un deporte para chicos y chicas, y es usual el juego de dobles mixto. La raqueta es más larga que la del tenis, con la empuñadura más ligera, y el peso de la raqueta está distribuido en la punta, y la de pádel es hueca, pero enteriza.
Un futuro en las canchas de squash
En épocas de entrenamiento los chicos practican todos los días, tanto la parte física como técnica. Además, los deportistas como Gabriel dividen su tiempo sabiamente con las tareas del colegio, que no descuidan por nada del mundo, ya que esta es una condición para poder seguir en el squash, cuenta su papá.
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Durante la pandemia por coronavirus lastimosamente perdieron muchos jugadores y luego, para quienes siguieron, fue difícil ponerse a punto. Cuentan que para quienes deseen conocer el deporte, no hace falta siquiera comprar una raqueta de entrada, ya que en la Secretaría Nacional de Deportes les proveen del equipo necesario para practicar, incluidos los anteojos de protección, que hasta los 18 años son obligatorios dentro de la cancha.
Gabriel se concentra exclusivamente en su deporte, el squash, pero para compartir con amigos y compañeros de colegio también se divierte jugando al fútbol o los videojuegos, o bien tenis los fines de semana. Cuida mucho su alimentación y su rutina diaria; evita las harinas y azúcares.
En el squash tiene muchos amigos; es un deporte que fomenta bastante el esfuerzo y el compañerismo. En los torneos internacionales se siente una presión impresionante, ya que hay una gran afluencia de público, pero lo maneja lo mejor que puede, enfocándose en su juego y nada más: la concentración es clave.
Las prácticas de squash
El profesor Rafael Castillo es entrenador y encargado del Centro Nacional de Squash. Cuenta que hace 9 años se dedica a este deporte. “Lamentablemente conocí tarde el squash. A los 23 años tuve un encuentro con este deporte y me quedé enganchado”.
La única cancha pública del país es la de la SND, y las clases que ofrecen son para chicos a partir de 8 años y hasta adultos, y prestan raquetas, pelotas, anteojos de protección, todo. Para quienes quieran ir a jugar, las canchas también tienen un precio de alquiler bastante básico que, además, incluye las raquetas y pelotas, y están habilitadas de lunes a viernes de 14:00 a 21:00 y los sábados de 15:00 a 18:00.
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Una persona que quiere empezar solo debe tener ganas de aprender. Pero si uno se quiere dedicar a esto, se trata de un deporte muy exigente. “Está entre los 10 deportes más exigentes, pero si lo vas a jugar a nivel amateur no hay impedimento. Es un deporte de agilidad que requiere de buenos reflejos y trabaja un buen cardio”.
El trabajo en el gimnasio está enfocado en optimizar la velocidad de reacción, mucha fuerza en las piernas y un buen estado físico: mucho aire. Unos calzados de suela blanda como los que se utilizan para el tenis, hándbol o vóley de pista son la opción ideal para entrar a la cancha.
Una rareza para quienes nunca hayan visto este deporte es la pelota, comenta el profe. “Eso sí es totalmente diferente a cualquier otra pelota; es de caucho, no rebota mucho, y es bastante más pequeña que una de tenis”.
El squash es una práctica ideal para los chicos, una diversión sana y que los aleja un rato de las tablets y otras pantallas, interviene Peña y comenta que se genera como una gran familia; hay mucha amistad entre los chicos y hasta los padres, quienes también se animan a probar el deporte y terminan jugando entre ellos. Además, comparten mucho con los practicantes de otros deportes como el vóley o bádminton; es un muy buen ambiente, recalca.
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