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Hasta fin de este mes se puede visitar la exposición de la joven artista visual Belén Rodríguez, ganadora del Premio Matisse al Arte Contemporáneo y el Premio AICA Paraguay 2021 como artista integrante de la exposición Colmar de Memoria el Olvido, y en 2022 fue invitada para la XIV Bienal de la Habana, Cuba, y su participación en el arte local está siendo muy activa.
Sobre “El tiempo del afecto” dice la curadora que “Rodríguez, quien se inclina por trabajar con procesos sociales e imaginarios, atestigua a través de este registro –histórico– fotográfico las maneras en que la comunidad tuvo que “reinventarse” para proseguir con su tradición.
Para esta muestra, se presenta una serie de fotografías realizadas a partir del año 2019 hasta la actualidad. En ellas fue capturando momentos sumamente emotivos, únicos, de fuerte sentido comunitario: un registro de afectos de las personas hacia su comunidad, hacia su santo patrono, y de la misma artista hacia el ritual festivo”.
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Se trata de un registro fotográfico del ritual de pago de promesas a San Antonio de Padua, explica Belén. Esto tiene lugar todos los años en la Compañía Caacupemí de Areguá, de donde la artista es oriunda. Cada 14 de junio los promeseros salen de sus casas a las 5 de la mañana y regresan en horas de la noche.
Este registro formal de la actividad que ellos realizan lo vino llevando a cabo la artista hace unos 4 años y hoy expone su trabajo también en su ciudad, Areguá. Una gran fiesta de música y color se vivió el día de la inauguración, con presencia de la comunidad.
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El ritual se estaría realizando desde comienzos de 1900, comenta Rodríguez, y agrega que con los años se fueron perdiendo ciertas características y agregando otras. Es por esto que en la exposición se incluyen también objetos, como fotografías en transparencias, que transmiten la idea de esas realidades que se van difuminando, desvaneciendo.
“Para los habitantes de Caacupemí es un acontecimiento que no puede replicarse en otro contexto, perdería el sentido en otro lugar; los fundamentos –la memoria– de la tradición, transmitidos de generación en generación, deben seguirse –y se siguen– hasta que el cuerpo diga basta. Este conjunto de afectos es la fuerza que mantiene viva esta fiesta a través de los años”, dice Fiorio.
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La curadora también agrega que Bandera Jere se mantiene vivo gracias al trabajo comunitario, razón de sus tantos años de persistencia. “Incluso, en el contexto de la pandemia, la comunidad viéndose desafiada no se detuvo; de hecho, resistieron (sus miembros) adaptándose a las circunstancias. Es así como la comunidad de Caacupemí, organizada, logra convertir este ritual en Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional, un logro que sigue motivando a la presente y a futuras generaciones”.
Más info
Centro Cultural del Lago: Fulgencio Yegros 855 c/Mcal. López, ciudad de Areguá.
Teléfono: 0985 860-912
E-mail: centro.cultural.del.lago@gmail.com
Instagram: @br_belenrodriguez @centroculturaldellago