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El Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción, dependiente de la Dirección General de Cultura de la Municipalidad de Asunción, bajo la dirección artística de Miguel Bonnin se encuentra celebrando los 50 años de la institución. El Ballet fue fundado en 1971 por María Retivoff y el Ballet Clásico Municipal en 1972 por Tala Ern de Retivoff.
“A telón abierto. 50 años de escenografía y vestuario del Ballet Clásico y Moderno Municipal” se denomina la muestra que puede visitarse hasta el 26 de agosto en la Manzana de la Rivera.
Esta puesta cuenta con la curaduría de la diseñadora Florencia Soerensen y la Dra. Patricia Bonnin Arias y en la misma se muestra el trabajo de artistas nacionales como Tessy Vasconsellos y Ricardo Migliorisi, entre muchos otros que colaboraron a lo largo de los años en la creación de trajes o escenografías para la compañía.
“El reinado del tutú”
Es en el Hall de entrada (Casa Castelví) donde se exhibe “El reinado del tutú”; esta sala académica cuenta con la delicadeza y elegancia de los típicos trajes de danza clásica. “El tutú es la indumentaria más académica, más simbólica. En esta sala se puede ver el tutú de plato, o pancake”, explica Patricia C. Bonnin Arias, Ph.D., profesora Contratada Doctora (i), coordinadora del GID Ares Innova, Universidad Rey Juan Carlos, Campus de Madrid-Vicálvaro, España.
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En el recorrido se aprecian trajes utilizados en diversas obras como La Bayadére, en el personaje de Gamzatti. También trajes como el de la Princesa Florina del pájaro azul y también la Princesa Aurora y otros de La Bella Durmiente, y una pared completa ataviada con tutús de El Lago de los Cisnes, obra del gran Ricardo Migliorisi.
Los trajes corresponden a distintos años y se reunió lo más representativo. “El tutú nace aproximadamente en torno a 1832, como una superposición de capas de muselina”, explica Patricia y añade que se cree que es Eugéne Lami quien crea esta nueva indumentaria que buscaba en la época romántica mostrar en escena seres sobrenaturales, como brujas y hadas, para lo que se necesitaba una indumentaria ligera, que no se alejaba mucho de cómo iba una señorita de la época a un baile.
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“El tutú evoluciona. ¿Por qué? Porque comenzamos a subir más las piernas y molestaba la falda, entonces se va acortando”, relata la experta, mientras señala emblemáticos tutús como el de Odette, de El Lago de los Cisnes con toda la pureza del blanco en el centro mismo de la sala, o el de Odile con la elegancia y misterio del negro.
Cisnes, hadas, princesas, joyas, muñecas, todo brilla en la sala del tutú. Se destacan también los trajes de “Paquita”, y el rojo imponente de “Kitry”, de Don Quijote.
El recorrido
La muestra recorre también otras facetas del ballet en estos 50 años de existencia. Una muy especial es la “Sala paraguaya. Los diversos territorios de la identidad” (Sala Samudio de la Casa Castelví). En ella se observan los trajes de los indios del ballet “Roque Marangatú”, el soldado español, el Mariscal López y otros trajes de la obra “Madame Lynch”. Typói o fantasía, en esta sala hay encaje jú, ñandutí y moda europea de la época.
“Caudal incesante”, está presente con diseños de Marité Saldívar, en una puesta más abstracta. “Ryguasu kokore” o “El árbol de la vida” también se muestran con todo su colorido, y música acorde de fondo.
“La Sala onírica. De lo mítico a lo místico” (Sala Domingo Martínez de Irala 1 de la Casa Castelví) cuenta con una proyección de danza sobre los trajes en exposición, una verdadera experiencia transportadora para quienes gustan de una inmersión total en el arte. Aquí se observan bellezas de la obra “Francesco”, de “Las Moradas de Teresa”, “Giselle” o “La Bayadére”. Prendas etéreas son protagonistas entre luz y sombra, un mundo de ensueño y sobrenatural, la magia del ballet.
La consagración de la licencia poética y caracterización de un personaje
Bajo el nombre de “Sala Fantástica. La consagración de la licencia poética” se yergue una explosión de color y brillo fastuoso en la Sala Domingo Martínez de Irala 2 de la Casa Castelví.
Megalomanía en vestimentas de reyes o religiosos en “Francesco” es lo primero que llama la atención en un recinto cargado de glamour. El bufón de “El Lago de los Cisnes” o diferentes personajes de “El Cascanueces” toman protagonismo en esta sala, además de damas de la corte; una verdadera explosión de diseño y color, teniendo muy en cuenta la Historia de la Moda y el Vestido a la hora de crear esto que, además, debe ser apto para los movimientos que exige la danza.
En otra sala se observan tocados de diferentes obras de famosos ballets. Es el espacio “Miguel Acevedo” el elegido para mostrar todo tipo de distinguidas joyas, entre los que se observan diseños de Ricardo Migliorisi y Jorge Lozano, la mayoría de ellos confeccionados por Mabel Cisterna.
“La caracterización de un personaje para la escena requiere de un conjunto de acciones que van más allá del tutú y de las mallas. De este modo, el personaje se construye desde dentro, con su técnica y recursos expresivos, a los que se añaden elementos externos como el vestuario, el maquillaje y los tocados, en los que la historia del traje, la propuesta escénica del creador, el grado de realismo o fantasía perseguido y la adaptación a los materiales disponibles juegan un rol protagónico”, reza un texto del catálogo de la exposición. Altura, luminosidad y jerarquía a través de estos adornos que se llevan con elegancia en escena es lo que se observa en este espacio.
Bailarín en su hábitat
La muestra no estaría completa sin la inclusión de una sala dedicada a la escenografía de ballet. “Espacio escenográfico. Mágicos mundos de madera y de cartón” se denomina el importante acervo presentado en el Salón García Lorca. Diversos espacios diseñados y realizados por la Arq. Tessy Vasconsellos para ballets como “Giselle”, la Casa de Cio-Cio San de “Madame Butterfly” (diseño de Germán Droguetti), ruinas jesuíticas para “Roque Marangatú”, entre otros, conviven con vestuario y musicalización en tono para ofrecer una zambullida completa en dicho mundo.
Es importante agregar que en cada sala se cuenta con cápsulas educativas, documentales audiovisuales en los que diversas personas implicadas en el proyecto dan explicaciones precisas sobre lo que se puede ver un poco del proceso de trabajo y más.
Aparte del patrimonio intangible, que son las coreografías, la propia interpretación, la técnica que tienen los bailarines que llevan años de formación, el patrimonio tangible de la compañía es también inmenso, sostiene Bonnin. Es la primera vez que se realiza una muestra de esta envergadura con trajes, tocados, escenografía y afiches.
El libro
En el marco de las celebraciones se produjo también el lanzamiento del libro “Un ejército para Terpsícore. 50 años de trayectoria del Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción”, luego de un trabajo de campo realizado por un equipo de investigación de la universidad Rey Juan Carlos, liderado por la Dra. Patricia Bonnin Arias.
Terpsícore es la musa de la danza. Este libro “reúne la información histórica y social de la compañía y se consigna la importante labor de todos los principales exponentes, como directores, bailarines, coreógrafos, maestros, que fueron configurando la historia de esta compañía, que cuenta con el mayor repertorio de obras de ballet del país (...)”.
Estará a la venta en las próximas semanas. No se pierda la oportunidad de visitar la Manzana de la Rivera hasta el 26 de agosto.
Las curadoras de la muestra
Patricia Bonnín Arias es docente investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Doctora Cum Laude en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Antonio de Nebrija (2016), Máster Universitario en Artes escénicas por la Universidad Rey Juan Carlos (2010), Titulada Superior en Pedagogía de la Danza por el ISDAA con Premio a la Excelencia Académica (2009), Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Católica de Asunción (2003), Profesora Superior de Danza Clásica por el Ministerio de Educación y Cultura del Paraguay (1996). Es miembro del Consejo Internacional de la Danza de la Unesco.
Florencia Soerensen es diseñadora y modista independiente de Alta Costura y de indumentaria para artes escénicas. Es Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Católica de Asunción (2003) y Modista de Alta Costura por el instituto Donato Delego de Asunción, Paraguay (1993) y el Instituto Delego y la Moda de Buenos Aires, Argentina (2005). Crea el vestuario para obras de ballet, teatro y performance varios desde 2002, en Paraguay y Suiza.
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