Andrés Barbero: filántropo y científico

El 28 de julio de 1877, hace 145 años, en Asunción nacía Andrés el tercer hijo de los migrantes italianos Juan Barbero y Carolina Crosa, quien lograría impulsar obras de beneficencia y de actividades en favor de la ciencia en el Paraguay que perduran hasta el día de hoy.

Andrés Barbero, en una fotografía que se conserva en la Casa Museo Barbero.
Andrés Barbero, en una fotografía que se conserva en la Casa Museo Barbero.Gentileza

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Don Juan Barbero llegó al Paraguay luego del final de la Guerra Contra la Triple Alianza junto con sus hermanos Anacleto y Victorio; por su parte, doña Carolina Crosa llegó al país junto a su familia. Don Juan y Carolina se casaron el 9 de agosto de 1871. La mayor de las hijas Jacinta nació en 1873, María nació al año siguiente, Andrés el 28 de julio de 1877, Josefa en 1880 y Vicencia en 1881. La casa familiar estaba ubicada en Palma y Colón, zona de las más importantes de la época por su cercanía al puerto.

Un retrato de la familia Barbero.
Un retrato de la familia Barbero.

Don Juan Barbero fue maestro de obras, destacándose en su labor con la construcción de importantes obras, como menciona Carlos Soler, el Molino Nacional, el Hotel del Comercio, entre muchas otras. Su febril actividad y la calidad de sus trabajos le permitieron al maestro Barbero diversificar sus actividades con establecimiento de un depósito de materiales y dedicarse al rubro de compra y venta de inmuebles. En el marco de la venta de tierras adquirió propiedades en el bajo Chaco, con lo que se dedicó a la ganadería.

Brillantes compañeros

Andrés Barbero al igual que sus hermanas aprendió las primeras letras bajo la dirección de su madre, luego fue inscripto en el colegio de don Eugenio Bertoin. Ingresó al Colegio Nacional en 1889. En dicha casa de estudios fue compañero de Eusebio Ayala, Félix Paiva, Juan B. Benza, Pastor Ibáñez, Alfredo Miltos, Evaristo Sosa, Ramón Indalecio Cardozo, entre otros. Cuando concluyó sus estudios secundarios, el joven Andrés se inscribió en la Escuela de Farmacia de la Universidad Nacional de Asunción, pues entonces se encontraba cerrada la Facultad de Medicina, vocación que motivaba al joven Andrés. Se graduó como Farmacéutico en 1898, a los 21 años.

Andrés Barbero y los primeros egresados de la Facultad de Medicina.
Andrés Barbero y los primeros egresados de la Facultad de Medicina.

Apenas se habilitó la Facultad de Medicina, Andrés se inscribió formando parte de la primera promoción de Médicos de la Universidad Nacional. Su tesis doctoral en Medicina y Cirugía fue sobre Los Rayos X y sus aplicaciones en la medicina.

Uno de sus biógrafos subraya que el doctor Barbero no habilitó una consulta particular, desde muy joven se dedicó a atender a los obreros y trabajadores rurales de las empresas familiares.

Desde muy niño se destacó por su inteligencia, hombre de pocas palabras y tímido, afirma Carlos Gómez que era adicto al trabajo, recorría personalmente todas las obras, fueran rentables o caridades puestas en marcha por la familia.

Andrés Barbero con un grupo de profesionales de su época.
Andrés Barbero con un grupo de profesionales de su época.

Desde muy joven ocupó cargos públicos. Fue designado en 1899 como director de la Oficina Química Municipal. Luego siendo estudiante de Medicina dirigió el Museo de Historia Natural en el Colegio Nacional. Luego de graduarse como médico fue designado como decano de la Facultad de Medicina en 1905. Posteriormente ocupó el cargo de director del Conservatorio Nacional de la Vacuna. Asimismo, fue docente, actividad en la que pudo vincular sus intereses con la ciencia. En el Colegio Nacional enseñó Física y Química, y en la Facultad de Medicina, Física Médica e Histología Normal.

Médico en pandemia e intendente

Fue designado en 1918 como director del Departamento de Higiene y Asistencia Pública, tuvo que dirigir la asistencia a la población paraguaya durante la pandemia de gripe española, siendo reconocida por la población su labor al frente del entonces precario sistema de salud, que contaba con solo unas pocas decenas de médicos. Antes de la pandemia impulsó misiones sanitarias a diversos lugares del país, y fue el creador del Hospital de San Pedro del Ycuamandyyú.

Diploma de agradecimiento de la población por haber luchado contra la pandemia de la gripe española.
Diploma de agradecimiento de la población por haber luchado contra la pandemia de la gripe española.

Pero la carrera de servicio público del doctor Andrés Barbero incluye otros cargos en diversas reparticiones. Fue miembro del Consejo Nacional de Educación, del Consejo de Agricultura e Industrias, así como miembro del Directorio del Banco Agrícola. En 1920 fue designado como intendente municipal de Asunción, realizando diferentes obras para mejorar la situación de la ciudad. En 1938, cuando su excompañero Félix Paiva asumió la primera magistratura, ejerció el cargo de ministro de Economía.

En cuanto a la filantropía, tras la experiencia con la gripe española, el doctor Barbero fundó la Cruz Roja Paraguaya, institución a la que dedicó gran parte de su tiempo y sus esfuerzos. La Cruz Roja cumplió una gran labor en medio de las guerras civiles y durante la Guerra del Chaco, bajo la dirección diligente de su fundador.

Tarjeta postal del edificio de la Cruz Roja, inaugurado en 1930.
Tarjeta postal del edificio de la Cruz Roja, inaugurado en 1930.

La Sociedad Científica

El 9 de enero de 1921, en la residencia del doctor Andrés Barbero, se reunió un grupo de destacados exponentes de la ciencia en el país, entre los que se encontraban Andrés Barbero, Carlos Fiebrig, Adolfo F. Antúnez, Guillermo Tell Bertoni, Manuel Domínguez, Rodolfo Ritter, Marcial Bordas, Luis Migone, Leopoldo Benítez, Manuel Crosa, Emilio Hassler, Pedro Bruno Guggiari, Gerardo Laguardia, Gustavo Crovato, Pedro M. Rodríguez, Arnoldo de Winkelried Bertoni, Pedro Jörgensen. Médicos, naturalistas, botánicos, químicos, agrónomos, cientistas sociales se propusieron en aquella mañana conformar una Sociedad Científica para propender a la difusión de los conocimientos de las ciencias físico-naturales por todos los medios posibles, incorporando el mayor número de adherentes a la idea, y editar una revista que se denominará Revista de la Sociedad Científica del Paraguay. El doctor Barbero fue presidente de la Sociedad Científica del Paraguay hasta su muerte acaecida en 1951.

Museo etnográfico

Otro retrato del recientemente graduado doctor Andrés Barbero.
Otro retrato del recientemente graduado doctor Andrés Barbero.

En 1929, junto con las autoridades del Gimnasio Paraguayo y la Asociación Cultura Guaraní, se fundó el Museo Etnográfico, cuya primera directiva estuvo presidida por el propio Barbero e integrada por Pablo Alborno, Tomás Osuna, María Cristina Gaona, Guillermo Tell Bertoni y Silvio Maldonado. A través del Museo y de la Sociedad Científica, el doctor Barbero impulsó las investigaciones del etnógrafo Max Schmidt, quien ejerció la dirección del Museo; es así que el tema de los indígenas del Paraguay fue estudiado en forma sistemática por estas instituciones y en 1942 impulsó la fundación de la Asociación Indigenista del Paraguay.

La labor científica del doctor Barbero quedó plasmada en sus artículos publicados en la Revista de la Sociedad que presidía. Publicó nueve artículos entre los que se pueden citar Óptica geométrica, Migración de peces en el río Paraguay, El tripanosoma equinum voges, entre otros.

Su frondoso legado

El doctor Barbero en tren de regreso de La Colmena en 1938.
El doctor Barbero en tren de regreso de La Colmena en 1938.

Andrés José Camilo Barbero Crosa falleció en Asunción el 14 de febrero de 1951; en una nota necrológica se señala “…un hombre que hacía el bien desinteresadamente fundando instituciones de beneficencia de trascendencia en el porvenir de la nación y colaborando en su sostenimiento con un tesón y entusiasmo dignos de encomio”.

La labor de Andrés Barbero perdura hasta hoy en día gracias a la Fundación la Piedad, que fue fundada por las hermanas Barbero el 29 de junio de 1951 para administrar los bienes dejados por la familia Barbero y de esa forma continuar con el sostenimiento de las obras fundadas por el doctor Barbero al igual que otras acciones de beneficencia y cooperación.

En la actualidad, la Fundación La Piedad ampara a las siguientes instituciones: Cruz Roja Paraguaya, Clínica del Cáncer María y Josefa Barbero, Sociedad Científica del Paraguay, Asociación Indigenista del Paraguay, Hogar La Piedad de Ancianos, Academia Paraguaya de la Historia, Hermanas Educacionistas Franciscanas de Cristo Rey y el Museo Etnográfico Andrés Barbero.

caballerocamposherib@gmail.com

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