Profesión, mediador para resolver líos

“Más vale un mal arreglo que un buen pleito”, dice un antiguo adagio. La mediación intenta justamente una negociación amistosa cuando surgen problemas para no llegar a un juicio. La figura del mediador facilita que ambas partes encuentren ideas comunes para “fumar la pipa de la paz”.

Una pareja acude a un mediador antes de acudir a otras instancias judiciales.
Una pareja acude a un mediador antes de acudir a otras instancias judiciales.

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La mediación se ha puesto en vigencia en muchos líos. Es un método alternativo para resolver conflictos de forma amistosa y evitar costosos juicios. Es una alternativa extrajudicial o diferente a los canales legales o convencionales de resolución de disputas. Es un intento de trabajar con el otro, y no contra el otro, en busca de una vía pacífica y equitativa para afrontar conflictos, en un entorno de crecimiento, de aceptación, de aprendizaje y de respeto mutuo. “Es una técnica mediante la cual un tercero neutral, el mediador, ayuda a las partes en conflicto a llegar a una solución pacífica, rápida y a bajo costo”, comenta Gladys Cardozo, mediadora e impulsora de esta práctica.

Ella forma parte de los primeros cinco mediadores en el Paraguay.

Si bien la figura de la mediación surgió en la década del 70 en los EE.UU., como respuesta a los conflictos en las instituciones educativas, con el tiempo fue evolucionando y, actualmente, es un sistema utilizado para resolver casi todo tipo de enredos. En nuestro país surgió a mediados de los 90. “Creamos el Ipame (Instituto Paraguayo de Mediación), en 1995, y estamos amparados por la Ley 1879/02 promulgada en abril de 2002. A partir de entonces tenemos la ley de arbitraje y mediación”, añade.

Proceso voluntario

Esta acción es un proceso voluntario, flexible y participativo en el que las partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial para zanjar el conflicto. “Y es útil para resolver casi todo tipo de conflictos, excepto violencia intrafamiliar y delitos de acción penal pública. Es más económico que recurrir a un abogado, no solo en costo. Comparado con el sistema tradicional abogado/Poder Judicial, es sencillamente más rápido y de muy bajo costo, y –tal vez, lo más importante– es de menor estrés”, sostiene.

Quizá esa sea la razón por la cual se opta por recurrir a este método sin muchas complicaciones. Según la profesional, es increíble la variedad de situaciones que manejan, aunque los más comunes tienen que ver con divorcio y patrimonio. “El porcentaje de éxito es del 90%, al menos de acuerdo con mi experiencia. En general, hablan de un 80%. A veces una de las partes no asiste a la mesa de diálogo. Las mujeres son más renuentes a mediar que los hombres. Generalmente, ellos tratan de evitar los problemas y la polémica; quieren arreglar el conflicto lo más pronto posible”, comenta.

¿Adónde concurrir?

Si desea buscar un mediador puede acudir al Instituto Paraguayo de Mediación (Ipame) o al CAMP (Centro de Arbitraje y Mediación del Paraguay), que es el segundo creado en nuestro país. También es bueno participar de cursos de capacitación en mediación y negociación de conflictos en instituciones o empresas, para su prevención, gestión y resolución. “Es muy gratificante cuando se firma el acuerdo en cada caso”, concluye Gladys Cardozo.

Más info. (0981) 459-169 / (021) 221-071.

mpalacios@abc.com.py

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