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Lucas Parodi (28) es uno de los que se vio encantado con este deporte. Hace 4 años está inserto en el futgolf, dos años como amateur, y ya van otros dos de su incursión más seria en torneos profesionales. Llegó a los campos de golf para practicarlo gracias a un amigo.
Al joven le despertó mucha curiosidad la idea de pasar el rato en un ambiente amplio, al aire libre, en un campo lindo, bien cuidado, haciendo nuevos amigos y experimentando con un deporte tan desconocido. Antes nunca había jugado al golf ni se le había ocurrido, pero sí el fútbol formó parte de su vida desde pequeño.
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Explica que ya ha participado en varias competencias hasta internacionales. Además del talento para jugarlo, en un torneo influyen otros factores como el viento en contra o a favor. También la lluvia y otros factores. Y físicamente no es muy exigente, algunos jugadores están un poco excedidos de peso, dice entre risas: “Se trata de poder manejar una pelota, y luego es todo a nivel mental”.
Ambiente futgolf en nuestro país
Se juega con pelotas oficiales de fútbol, con calzado todoterreno, medias altas, bermudas con bolsillos, remeras tipo polo con cuello y un gorro. Juega con sus amigos en el Carlos Franco Country Club, en Arroyos y Esteros, y comenta que también hay un espacio para lo mismo en Rakiura. Lamenta que en nuestro país aún no se cuente con un mayor número de canchas, ya que las distancias para llegar a ambos lugares muchas veces representa una dificultad para los aficionados, por lo que solo juegan los fines de semana.
Lucas cuenta que los jugadores comienzan desde los 26 años y se dividen en varias categorías, también hay damas, pero niños todavía no, aunque creen que más adelante se va a dar. La mayoría de los jugadores aprende de su propia experiencia y de la de sus compañeros, y aprovechan también cada torneo en el extranjero para nutrirse más, ya que aquí aún no cuentan con entrenadores propiamente dichos.
Los jugadores son muy solidarios y entusiastas con la gente nueva que se acerca a vivir la experiencia; les enseñan, les muestran todo lo que tienen que hacer en el campo de juego, las reglas, los movimientos y lo que no pueden hacer, señala.
Otro entusiasta del deporte es Julio Gamarra (31), quien comenzó su camino en 2016 y ya un año después fue a participar en un torneo en Buenos Aires. Ahora están por participar en un sudamericano a nivel de selecciones. El torneo se disputa en mayo de este año en Córdoba y, también, están en juego puntos sumatorios para el mundial que tendrá lugar en 2023.
En 2012 se realizó la primera competencia mundial individual en Hungría y en los años 2016 y 2018 a la categoría individual se sumó la competencia de equipos y se realizó en Argentina y Marruecos, respectivamente.
Julio explica que es un deporte de mucha caballerosidad, se juega en silencio, pero al terminar se da un tiempo para compartir con música, sorteos y charlas de amigos en un ambiente de amistad y respeto. Practicar footgolf le dio inclusive una mejor pegada para cuando juega al fútbol, dice, por lo que considera que es un plus para cualquier persona que disfrute de ambos deportes.
Cuentan que inclusive atrae a futbolistas y exfutbolistas; tal es el caso de Jonathan Fabbro en su momento, Matías Rojas, Justo Villar, Enrique “Rambert” Vera, y hasta el mismísimo José Luis Chilavert.
Un poco de historia del footgolf
Se creó en Holanda en el año 2009 y se extendió tanto que hoy cuentan con 36 países afiliados. Existe una federación, la FIFG (por sus siglas en inglés Federation for International FootGolf), y es el sueño de todo jugador que el deporte pase a formar parte de los olímpicos.
En el país, el presidente de la Federación de Footgolf del Paraguay es Ricardo Centurión, quien comenta que son oficialmente federados desde el año pasado. Gracias a esto, hoy se pueden afederar jugadores y formar parte del ranking mundial, competir por un lugar en el mundial u otras copas como la sudamericana. También explica que la cancha del Carlos Franco Footgolf está homologada por la FIFG, por lo que es apta para torneos.
Comparado con el golf, no es un deporte costoso, enfatiza, y agrega que para entrar a jugar al Carlos Franco Country Club hay un convenio a través de la Federación, por lo que no es necesario estar asociado al country.
Tienen muchos proyectos, como ir obteniendo más canchas y extender el deporte a más personas también en otras ciudades.
Más info
Instagram: @carlosfrancogolf @footgolfpy