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A mediano plazo, el sueño de Dani es llegar al top 50 a nivel profesional ATP, pero antes ya tiene compromiso con Paraguay por Copa Davis ante Bulgaria, para después ir a París, Francia, en busca del campeonato juvenil en el Roland Garros.
Un poco tímido, pero muy afable nos recibió en su casa, aún con el jet lag del largo viaje desde Australia hasta Asunción. Su sencillez también resalta y sobresale en sus gestos. Lo hallamos en un momento en que acababa de comprarse unos pasajes de ómnibus para pasar el fin de semana en Encarnación y recuperar energías. Muy amable respondió a nuestras preguntas.
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–Podríamos comenzar por cómo fueron tus inicios en el tenis. Hablanos de tus primeros profesores.
–Yo empecé a jugar tenis a los seis años en el CIT (Club Internacional de Tenis) con Gustavo Ramírez y otros coach (entrenadores). Me inicié gracias a mi papá, Gustavo Vallejo, mi abuelo Carmelo Álvarez y mis hermanos, Joaquín y Juan Pablo, que ahora están estudiando en la Universidad en Estados Unidos. Toda mi familia jugaba tenis y ellos me influenciaron para que yo jugara y ahora estoy entrenando otra vez con Gustavo Ramírez, que me conoce al pie de la letra, y con Ramón Delgado.
–¿En qué momento sentiste que estabas para la alta competencia?
–Más que nada cuando uno empieza a entender el deporte. Creo que a los 14 años, más o menos, me empecé a dar cuenta de que quería ser profesional. No sabía si podría o no, pero a los 14 años ya quise ser un profesional.
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–¿Cómo se fue dando la progresión de tu tenis?
–El tenis es un deporte supercomplicado, pero por suerte siempre me divertí, que es un detalle muy importante, fui entrenando poco a poco, mejorando y se dieron todas las cosas hasta ahora.
–¿Qué fue lo que más mejoraste en los últimos tiempos y que es lo que aún falta?
–La madurez dentro y fuera de la cancha, o sea, mi mentalidad fui mejorando bastante, entendiendo más el juego y obviamente mis golpes. Fui mejorando mi saque, mi derecha, todos los aspectos dentro de la cancha, pero me falta bastante. A pesar de que mejoré mi mentalidad en la cancha, tengo que seguir progresando.
–¿Esperabas tener este presente a tus 17 años?
–Siempre pensé que podía estar entre los cinco mejores del mundo (junior), uno nunca sabe; al fin y al cabo, si va a pasar o no, pero siempre tenía esa ilusión y trabajé para estar donde estoy.
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–¿Cuál es el sueño de Dani Vallejo en el tenis?
–Yo quiero estar entre los 50 mejores del mundo en el tenis ATP. Tengo que seguir mejorando y trabajando porque es un camino superlargo. Para llegar entre los 50 mejores, de cuántos jugadores, 2.500 a 3.000 que tienen un nivel superalto. Entonces, uno tiene que trabajar más que nada y creer que puede siempre.
–¿Cómo se conforma tu entorno tenístico?
–Tenemos todo un equipo: la nutricionista, el sicólogo y el preparador físico. Mi sicólogo actualmente es Luis Ramírez, él me ayuda mucho con la parte mental de cómo manejar las situaciones dentro de la cancha. Tengo mi preparador físico que es del CIT también, Reinaldo Madan, el cubano y la nutricionista del Comité Olímpico, Johana Ocampos.
–¿Quiénes son tus referentes a nivel local e internacional?
–A mí siempre desde chico me encantó Andy Murray, capaz a todos les gustan Roger (Federer) o Nadal (Rafael), pero a mí siempre me gustó Murray y claro que me encantaría ser como él, fue número uno del mundo, ganó Grand Slam. Obviamente también me gustan Federer y Nadal son dos grandes del tenis. A nivel local, sin dudas, Víctor Pecci que fue el más grande deportista de toda la historia del Paraguay y Ramón Delgado, que es un ídolo.
–¿Cómo fue esa tu primera participación en Copa Davis?
–Muchos nervios primero que nada, pero afortunadamente se pudieron dar las cosas y ahora dentro de una semana vamos a Bulgaria para competir. Siempre es un honor representar a Paraguay en la Copa Davis, es lo máximo para un tenista; representar a tu país es un honor y un privilegio.
Campeón del Orange Bowl
–¿Cuáles son los momentos y triunfos que rescatas del tenis?
–Sin dudas, las personas que conocí en el deporte, mis amigos y si hablamos de resultado, el momento más feliz fue el salir campeón del Orange Bowl del año pasado. Fue el resultado más grande que tuve hasta ahora porque fue un torneo muy prestigioso y estuve muy feliz.
–¿Cómo fueron esos días en el Orange Bowl?
–Muchos nervios, a medida que vas ganando y vas viendo que podés estar en la final, siempre eso te genera algo de nervios, pero afortunadamente se pudieron dar las cosas jugando a un nivel muy alto esa semana. Siempre el apoyo de la gente acá en Paraguay es superlindo.
–¿A qué o quienes recurrís cuando las cosas no salen como deseas?
–A mis entrenadores. Ramón es una persona que sabe muchísimo, estuvo ahí en el tenis profesional y él siempre me da consejos, cuando las cosas van bien y cuando no, también. Gustavo también que me conoce al pie de la letra, sabe cuando las cosas no están tan bien y obviamente mi familia, que siempre me apoya.
–¿Qué significó para vos ganar el Orange Bowl?
–Es un orgullo representar al Paraguay, es superlindo. Entonces, siempre que gano este tipo de torneos es un orgullo ser el primero o el único y significó muchísimo para mí.
De Australia con amor
–¿El Australian Open, qué te dejó?
–Más que nada es un aprendizaje. La semifinal jugué en el Margaret Court, donde prácticamente solo juegan los profesionales como Federer, Djokovic y jugar a los 17 años ahí fue increíble, ese tipo de experiencias y ojalá que en el próximo Grand Slam (Roland Garros o Abierto de Francia) se pueda repetir ese tipo de resultados.
–¿Estabas en un 100% físicamente, tras superar el covid una semana antes?
–Lamentablemente no, ni tenísticamente ni físicamente estaba al 100%, porque estuve una semana encerrado en la habitación y eso obviamente te saca mucho físico, entonces en todo el torneo estuve más o menos a un 70 u 80%. Físicamente más que nada y tenísticamente hablando estuve incómodo durante todo el torneo, la verdad que ningún partido me sentí jugando muy bien. Pero estuve muy bien de cabeza por eso se pudo dar ese tipo de resultado. Lastimosamente cuando uno juega una semifinal tiene que subir de nivel y yo no pude conseguir eso.
–¿En la semifinal, sentiste alguna molestia física que impidió seguir el ritmo que llevabas hasta el 4-1 arriba?
–Él empezó muy nervioso, yo le gané en diciembre la final del Orange y creo que eso le quedaba todavía en la cabeza. Yo no estaba jugando muy bien, pero metiendo la pelota, haciendo lo que tenía que hacer y luego en el 4-1 empezó a fallar menos, se puso más sólido y yo bajé mi porcentaje del primer servicio y empecé a fallar bastante, entonces ahí se empezó a emparejar el marcador y una vez que perdí el primer set ya tuvo todas las de ganar.
–En la final de dobles, ¿hubo alguna repercusión física del trajín anterior?
–Físicamente estaba bien, creo que jugué bastante bien el dobles, pero ellos jugaron mejor, fue un partido muy reñido, sinceramente me sentía bien, jugué mejor que en elsingles, pero mi partner (compañero) no estaba tan fino, pero ellos se merecían ganar, jugaron muy bien.
–¿El apoyo de la gente sirvió de manera positiva o generó algo de presión y ansiedad?
–Esa semana del Australian Open fue algo increíble, nunca había vivido el apoyo de la gente como en esa semana, se transmitía mi partido por todos lados y había mucha gente apoyando, se quedaban despiertos hasta la madrugada solo para ver el partido y la verdad que fue algo increíble sentir el apoyo de la gente.
–¿Cómo te ves de acá a tres años?
–Ojalá que luchando para entrar en el top 100 de los profesionales.
–¿Qué se podría mejorar en el tenis en Paraguay?
–La competencia más que nada, acá en Paraguay y en Sudamérica en general es bastante floja y también creer más en uno mismo, en que se puede llegar a lo que uno aspira. Hay mucha gente que piensa que no puede llegar a competir a un alto nivel, así como yo ya pensaba a los 14 años.
–¿Qué necesita el país para crecer en este deporte?
–Primero que nada más competencia a nivel nacional. ¿Cuántas competencias tuvimos en estos últimos meses? Creo que muy pocos y niveles muy flojos, obviamente. Más torneos Futures, unos Challenger acá en Paraguay motivaría a más chicos y cuanto más practiquen va a comenzar a haber mejor nivel.
–¿Qué esperás del Roland Garros Júnior?
–Voy a estar viajando con Ramón Delgado y nos vamos a ir lo más preparados posible para llegar nuevamente a las mismas instancias del Australian Open, pero esta vez nuestro mayor deseo es alcanzar el título.
Los domingos de Dani Vallejo
Dani Vallejo nació en Asunción el 28 de abril de 2004. Es hijo de Gustavo Vallejo y María Elena Álvarez y es el menor de tres hermanos junto con Joaquín (24) y Juan Pablo (23). Estudia el colegio online porque la mayor parte del tiempo se dedica de lleno a entrenar. “Quiero buscar la carrera profesional en el tenis y luego sí inclinarme a estudiar alguna otra carrera”.
Los domingos le gusta dedicarse al descanso y pasar en familia después de una agotadora semana de rutina de entrenamientos.