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El agua es un nutriente muy importante para el cuerpo humano, ya que el 70% del organismo está compuesto de agua y gracias a ella se producen reacciones químicas fundamentales para la vida, explica el doctor Pablo Peña Báez, médico especialista en medicina ortomolecular y máster en microbiota humana.
Cuando se produce la deshidratación del cuerpo se presentan algunas señales ante las cuales tenemos que estar atentos. “La misma ocurre cuando usas o eliminas más líquido del que ingieres y tu cuerpo no tiene suficiente agua para llevar adelante sus funciones normales”, aclara el profesional y agrega que los síntomas de la deshidratación son una excesiva sed, micción menos frecuente, orina de color oscuro, fatiga, mareos y confusión.
Cuánto líquido ingerir
¿Es cierto que no precisamente se debe exagerar con la ingesta de agua, ya que esto genera mayor micción y, por lo tanto, también puede inducir una deshidratación? La respuesta es que todo en la naturaleza tiene su equilibrio, incluso el consumo de agua, contesta.
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Por ello, la recomendación es consumir el vital líquido pero sin exagerar; se calcula 1 litro por cada 20 kilogramos de peso, lo que sería en una persona promedio de 70 kg unos 3 litros por día. Al consumir mayor cantidad de agua, es normal que orinemos más, pero eso no nos llevará a una deshidratación, aclara y añade que sí puede llevar a que se pierdan electrolitos, pero no llegar a la deshidratación. Es importante hacerlo todo en equilibrio, recalca.
La cantidad ideal de agua a consumir en un día, según estimaciones, es el cálculo anterior que nos da unos 3 litros promedio, pero depende de muchos factores, como el tipo de actividad física o la temperatura ambiente, por las pérdidas que esto ocasiona. No es lo mismo realizar ejercicios bajo el sol con 35 ° C, que en invierno con 15 °C; entonces, se requiere de mayor consumo de agua en nuestro caluroso verano.
También el tipo de alimento del que se compone la dieta puede ayudar a la correcta hidratación, porque las verduras y las frutas contienen agua. “Las verduras y frutas aportan también agua y eso es positivo; entonces, si consumimos una alimentación sin colores, llena de harinas, azúcares y carne, albirroja (blanca y roja) como la suelo llamar, eso no nos aporta agua como una alimentación de colores”, dice al apuntar que la naturaleza es sabia y brinda en el verano de este hemisferio frutas con alto contenido de agua como la sandía y el melón. ¡A consumir frutas y verduras para hidratarnos mejor!
Qué tipo de agua consumir
Además de lo anteriormente citado, también existen numerosos factores a tener en cuenta. No es lo mismo un niño que un adulto o un adulto mayor, así como tampoco una persona con una enfermedad de base o una que trabaja sentada en una oficina, que son muy diferentes, de quien lo hace sometido a esfuerzo al aire libre, aclara el doctor. Depende mucho de cada ambiente y cada persona.
¿Todo tipo de agua es buena para hidratarse? La calidad del agua es fundamental. “Debe ser un agua que no contenga cloro. Por eso, el agua que proviene de la canilla directamente queda descartada y también debemos evitar el plástico por contener macropartículas (que no la podemos ver a simple vista) llamadas ftalatos, toluenos o bisphenol A, entre otras, contaminando el agua contenida en nuestros bidones, termos, botellitas de plástico”, explica.
Entonces en la campaña por buscar la mejor calidad de agua, la que recomienda el experto es la filtrada. Un filtro de alta calidad que purifique el agua antes de llegar al cuerpo es lo ideal, y utilizar recipientes de acero inoxidable, o vidrio, que ahora están de moda.
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En cuanto al pH, es un tema discutido que está en investigación, comenta el especialista; lo ideal es consumir agua con un pH de 7 que es neutro, pero podemos consumir de forma intermitente aguas de pH 8 o 10. Por otro lado, la oferta de bebidas isotónicas es grande, pero, ¿ayudan en la hidratación? Peña explica que la función de las bebidas isotónicas es que, con agregados de electrolitos como potasio y algunas vitaminas pueden ayudar, sobre todo al hacer ejercicios, para una correcta hidratación, y se recomienda sobre todo para quienes realizan actividad física intensa, pero casi todos pueden hacerlo, con especial cuidado para los diabéticos ya que contienen azucares.
Verano, una época de atención
Beber jugos o incluir frutas con mucho contenido de agua es también una manera de hidratarse en verano. Las frutas son una fuente excelente de agua, pero enteras, comidas con las fibras.
“Ojo con los jugos, por ejemplo un jugo de naranja ya no contiene fibras pero sí contiene mucha fructosa (azúcar de las frutas); entonces un jugo puede ser contraproducente en ese sentido, por ello recomendamos jugos verdes con una fruta, por ejemplo perejil, espinaca, pepino, rúcula y manzana o pera o limones”.
Otro consejo a tener en cuenta para no deshidratarse ante los golpes de calor es realizar ejercicios físicos en horarios en los que el calor no sea intenso, como por la mañana o la tarde, además de hidratarse constantemente con agua, y también realizar ejercicios por un tiempo prudente de 40 minutos a una hora, con intervalos de descanso.
Por otro lado, es necesario tomar los cuidados según cada caso: adultos mayores, niños, enfermedades de base. Teniendo en cuenta las precauciones citadas anteriormente, difícilmente nos deshidratemos, dice y recalca la importancia de siempre consumir agua de la mejor calidad para una buena salud.
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