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Desde el inicio de la temporada estival, las tres playas de Encarnación se ven colmadas de visitantes. Delegaciones de veraneantes en transporte colectivo llegan literalmente desde todo el país, incluidas de ciudades distantes del Chaco paraguayo, y de algunas provincias vecinas a Itapúa, como Misiones y Corrientes (Argentina), lugares que aunque también comparten con Encarnación las aguas del mismo río Paraná, no tienen sitios con el atractivo y el encanto de las playas encarnacenas.
El epicentro de esta movida turística, sin dudas, es la playa San José, donde además de disponer de una costa de arena de casi un kilómetro de extensión, el turista encuentra todo para hacer de sus vacaciones un momento de disfrute y distensión.
Las aguas son muy seguras, existe un vallado que demarca la zona de mayor profundidad –respetada a cabalidad por los bañistas–, juegos acuáticos, biciclos y carros a pedal para recorrer el amplio sector destinado a sendas peatonales que son la delicia de chicos y grandes, oferta de comidas rápidas y bebidas en la zona de playa. Posee uno de los sitios obligados para cualquier visitante, la “manzana gastronómica”, un espacio donde se concentran restaurantes, heladerías, cafés.
Arena y cultura para disfrutar
Encarnación cuenta con tres playas, cada una de ellas con ciertas características que las hacen diferentes entre sí. La playa Pacú Cua, ubicada sobre el costado sureste de la ciudad. La playa de arena es de menor espacio que la de San José, pero dispone de un amplio sector donde jugar vóley o fútbol de arena. El río ofrece un espacio más apto para la práctica de natación, por la profundidad y el espacio.
La playa Mboika’ê, en el barrio del mismo nombre, casi a las afueras del centro urbano, es un sitio ideal para la práctica de deportes, como vóley y fútbol, pues dispone de una amplia zona convenientemente adecuada para el efecto, y también una extensa playa sobre el río.
De las tres, la playa San José es la más atractiva y masivamente visitada, porque está “pegada” a la ciudad, se puede llegar caminando desde cualquier punto del microcentro, y es la mejor equipada en cuanto a servicios y opciones de disfrute, como los paseos en botes, “bananas” y vehículos de pedal. Dispone también de un parque infantil y una gran zona peatonal. En el mismo sitio se aprecian dos de los íconos de la ciudad: el viejo molino harinero y el silo de granos, ambos declarados patrimonio histórico de la ciudad, junto con la chimenea de la “Ex Fabril”, ubicada en inmediaciones del “sambódromo” del centro cívico.
La “movida” veraniega ofrece además conciertos municipales, discotecas, y para quienes quieran conocer un poco más sobre la ciudad y la historia de la región. Durante el día pueden visitar los museos abiertos ubicados en un entorno cercano a la playa San José, como el Museo de la Victoria, sobre la calle Gral. Artigas y Cerro Corá, donde se atesoran reliquias de la Guerra del Chaco. Banderas, uniformes, armas, fotografías, entre otros elementos.
En la réplica de la estación del ferrocarril, frente mismo a la playa San José, se encuentra el Museo Ferroviario, donde se puede apreciar una parte de la rica historia y el papel que jugó el ferrocarril en el desenvolvimiento de la ciudad desde las primeras décadas del siglo pasado, y el Museo de la “Memoria”, donde se pueden ver testimonios de la historia reciente de la ciudad, particularmente de un sector, denominado “Zona Baja” o “Villa Baja”, con exposición de objetos y fotografías de una ciudad que desapareció para dar lugar a la moderna y dinámica actual capital del departamento de Itapúa.
Los carnavales
Otra actividad que caracteriza a la ciudad y tiene íntima relación con su desarrollo social y económico, los afamados “carnavales encarnacenos”, también dispone de su museo, ubicado en el Centro Cívico. El museo “Betty y Mario Pérez” guarda muestras de trajes de bailes, tocados y adornos diversos empleados por bailarines y reinas de clubes, y una amplia colección de fotografías que son un testimonio extraordinario de la evolución de una centenaria tradición de la ciudad.
Otras opciones cercanas
Otras valederas opciones veraniegas en la zona sur del país son las playas de Carmen del Paraná y San Juan del Paraná. Carmen del Paraná, además de su atractiva playa Tacuary, ofrece al turista la posibilidad de unas jornadas de descanso alejadas del agitado trajinar cotidiano.
Carmen del Paraná ofrece esa mirada de ciudad pueblerina y tranquila, con atractivas y cómodas posadas turísticas, donde el visitante se puede “desenchufar” y disfrutar de unos días al aire libre, con el gran lago de la represa de Yacyretá, sobre el río Paraná, como telón de fondo. Esta ciudad está ubicada a unos 35 kilómetros al oeste de Encarnación, por la ruta PY01 “Mcal. Francisco Solano López”.
A 15 kilómetros al oeste de la capital departamental, en el vecino distrito de San Juan del Paraná, fue habilitado recientemente un centro recreativo que cuenta con una playa de arena y un sector para bañistas sobre el río Paraná, y un elemento que lo distingue de todas las demás playas existentes en la zona: un parque con árboles nativos con sendas peatonales, bancos, que permiten disfrutar de la naturaleza. En el mismo parque, un restaurante ofrece bebidas y comida variada desde las siete de la mañana hasta las 10 de la noche.
Hacia el noreste de Encarnación, la ciudad de Bella Vista, el club de caza y pesca Bella Vista ofrece una interesante propuesta de veraneo con una playa sobre el río Paraná, un amplio sitio para camping, quinchos donde pasar el día y un restaurante donde el visitante encuentra todo tipo de comidas, desde pescados de río hasta una hamburguesa.
Para llegar se debe tomar la ruta PY06 “Dr. Juan León Mallorquín”, hasta la rotonda de Bella Vista, y de ahí unos 12 kilómetros de camino asfaltado hacia el este, hasta el río Paraná.
El verano paraguayo, más que nunca, se vive en el sur, con los protocolos sanitarios correspondientes, luego de un año de espera para el refrescante chapuzón.