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1. Haga una lista de lo que necesita. Lo primero en una buena organización es poner en un papel lo necesario para que la noche funcione. Desde la comida incluya el alquiler o prestar algo, la lista de invitados posibles, decoración, etc.
2. No deje todo para último momento. Parte de lo que hará que pueda disfrutar esa noche descansado es llevar una buena organización desde días antes. Que ese día ya sea solo para ajustar detalles y pasar un buen momento con la familia.
3. Divida las tareas. No se lleve todo el peso de la fiesta; siempre es bueno hacer partícipe a toda la familia. Hasta los más pequeños pueden ayudar y se sienten felices de poder hacerlo.
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4. Defina el menú y haga sus compras con antelación. Tenga en cuenta si entre sus invitados hay veganos, intolerantes al gluten o a la lactosa, etc. Prepare un menú apto para todos y visite el supermercado días antes, ya que sobre la hora puede llevarse una sorpresa desagradable y disgustos.
5. Evite las comidas que se puedan echar a perder fácilmente. Con el extremo calor de nuestro país es mejor no incluir salsas u otras preparaciones que necesiten refrigeración constante, ya que pueden generar intoxicaciones.
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6. Calcule siempre de más. Cuente con que alguno de sus invitados llegue con alguien más, que no estaba incluido en su lista. Es mejor que la comida no falte.
7. Envíe recordatorios. Si sus invitados se han comprometido a llevar el postre o las bebidas, no dude en enviar algún mensaje para que lo recuerden, pero de paso tenga siempre presente un plan B.
8. Evite temas polémicos. La política, religión o cualquier otro que pueda generar polémica son delicados. Es mejor no tratarlos en medio de una fiesta. Aproveche para hablar de cuestiones alegres que amenicen la noche.
9. No haga comentarios incómodos. Abordar sobre el peso, la soltería o el momento de ser madre puede incomodar. La mayoría de los invitados prefiere hablar de ello en su círculo más íntimo y quizás sea un tópico difícil en su vida. Las fiestas no son el momento.
10. Recuerde con cariño a los que ya no están. Quizás sea el primer año de una cena de Navidad sin alguno de sus familiares. Una manera de honrarlo es recordar los momentos alegres.
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11. Comprenda a quienes no pueden asistir. Algunos deciden pasar las fiestas a solas, con amigos o en el interior. Entienda a quienes optan por ello, no debe ser una obligación reunirse con todos en estas fechas.
12. Si tiene por costumbre regalar, asegúrese de que todos reciban un obsequio. Algunas familias optan por entregarse regalos luego de la cena familiar. En este caso es siempre bueno tener guardado algún regalo de comodín por si llegan personas con quienes no contaba.
¡A disfrutar!