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Norma Ayala, María Esther Benítez, Lilian Gómez y Marta Miranda son profesionales con vasta experiencia en las áreas de psicología clínica y laboral y de desarrollo organizacional. Ellas decidieron unir conocimientos y experiencias para desarrollar un programa para afrontar el devastador impacto que el covid-19 está teniendo en las personas, especialmente en aquellas en edad productiva, que muestran desequilibrios emocionales antes poco visibilizados en el mundo de las empresas. Este programa, denominado BienSer-BienEstar, va dirigido a empresas de diversa índole, públicas y privadas, en la seguridad de que el bienestar emocional (cognitivo y relacional) de los trabajadores constituye una prioridad, a fin de asegurar la marcha sana y segura de cualquier organización.
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La propuesta de las expertas consiste en una intervención psicosocial con objetivos como crear un espacio confortable –emocionalmente hablando–, reducir el ausentismo, mitigar la desconexión emocional con el lugar de trabajo, y evitar secuelas más graves que deriven en depresión o enfermedades psicosomáticas que pueden inhabilitar a las personas o directamente llevarlas a la muerte, explican.
Los estragos que la crisis sanitaria causó a la salud mental
La salud mental de muchos trabajadores se ha visto afectada de alguna forma. Las profesionales señalan que han notado en el ámbito laboral que los grupos han tenido que adaptarse a situaciones de alta demanda mental y emocional; sobre todo aquellos empleados que optaron o fueron asignados al teletrabajo, teniendo que combinar trabajo y familia en un mismo lugar, debiendo cuidar que conflictos familiares no generasen dificultades laborales y viceversa; además de estar sometidos a un constante “aprendizaje-actualización” de los desafíos tecnológicos.
Aquellos que tuvieron que salir a las calles para trabajar, probablemente, han estado más expuestos al contagio y debieron adaptarse a otras situaciones igualmente angustiantes (cambios bruscos en los sistemas de trabajo, reducciones salariales, incertidumbres).
Todo esto se ha manifestado de manera diferente en cada persona y en cada familia, siendo los más notorios síntomas la ansiedad, el estrés, los ataques de pánico, las alteraciones del sueño. Los estados emocionales afectaron negativamente el desempeño laboral de las personas e impactaron especialmente en su economía, su prestigio y hasta su credibilidad, dicen las expertas y añaden que las empresas acusaron y seguirán acusando el impacto de los estados emocionales de sus trabajadores.
Urgente toma de medidas para cuidar la salud mental
Estudios realizados en el mundo por reconocidos grupos de psiquiatras y psicólogos aseguran que las empresas no pueden esperar a intervenir para mejorar el rendimiento de sus trabajadores. “Para que la productividad vuelva a los niveles anteriores a la pandemia, se deberá considerar que hubo y hay una gran alteración emocional de los trabajadores, la cual no desaparecerá solo con el paso del tiempo. Todos estos hechos obligan a las empresas a tomar, cuanto antes, acciones de atención de la salud mental de sus trabajadores”.
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Esto será de gran ayuda no solamente para el trabajador, sino para sus familias y para la empresa en la cual prestan sus servicios. Es imperativo y perentorio que las empresas conozcan las situaciones personales de sus colaboradores, para poder percibir la aparición de indicadores de alarma de la salud psíquica de empleados y empleadores.
Recomendaciones para cuidar la salud mental en el trabajo
Una sugerencia es la creación de espacios para una asistencia psicológica en salud mental con un esquema integral de atención psicológica e implementar acciones personalizadas y oportunas para manejar el estrés continuado y la ansiedad de los empleados en las empresas. “Recordemos que la calidad de vida en el trabajo apunta al bienestar físico y mental del empleado, el desequilibrio de uno afecta al otro, y repercuten en el rendimiento individual y, por ende, en el rendimiento empresarial”.
Las profesionales recalcan la importancia de saber reconocer los signos de estrés, tomar medidas para desarrollar resiliencia y manejar el estrés laboral.
La OMS y cientos de estudios mundiales han dado recomendaciones para minimizar los efectos de la pandemia en la salud física y psíquica, como mantener en todo momento las medidas básicas de cuidado, mantener fluida comunicación con colegas, supervisores y empleados acerca de qué cosas les causan estrés y de la forma en la que la pandemia está afectando el trabajo y trabajar juntos para encontrar soluciones.
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Siempre que sea posible, lo ideal es mantener una rutina diaria constante, mejor si es similar a la rutina anterior a la pandemia, para mejorar la sensación de control, y si trabaja desde casa, programe un horario para terminar su día de trabajo siempre que sea posible. Además, sugieren recordar que todas las personas están en una situación inusual y tienen recursos limitados; tomar descansos y dejar de mirar, leer o escuchar las noticias, incluso redes sociales, ya que escuchar hablar de la pandemia todo el tiempo puede ser mentalmente agotador.
No olvide controlar el consumo de alcohol y otras drogas (incluidos medicamentos), y pase tiempo al aire libre, ya sea para ejercitarse o relajarse, concluyen.
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