¿Es bueno beber el agua de la canilla?

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En teoría, el agua provista a través de las redes de distribución a los hogares cumple con los requisitos establecidos en las normas que regulan que el agua sea o no potable. Sin embargo, es importante considerar que estas redes pueden tener perforaciones en sus ductos de distribución, o pueden sufrir algún otro tipo de problema que represente un riesgo para la inocuidad del agua, por ejemplo, las cañerías de los edificios antiguos que tienen conductos de plomo y representan un riesgo alto, especifica Francisca Gompertt Balerini, Prof. de la Facultad de Ciencias Químicas, especialista en Ciencia y Tecnología de Alimentos.

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Es recomendable en el caso mencionado instalar filtros en los grifos de consumo o consumir agua de bidones o botellas que cuenten con los controles del ente regulador INAN, que exige análisis del vital líquido y también audita las condiciones de las instalaciones de la planta de producción.

Los filtros cumplen un factor de purificación; normalmente están constituidos por filtros de cartón corrugado y carbón activado –el primero sirve para la retención de impurezas físicas y, el segundo, para la retención de ciertos agentes microbianos, olores indeseables y hasta para la captación del excedente de cloro–. En casos más sofisticados también se instalan filtros UV que sirven para la desinfección más eficaz de la flora microbiana en el agua. También existen termos con imanes que retienen los metales pesados como el plomo.

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¿Es bueno beber agua de pozo, tanque, bidones?

En cuanto al agua de pozo, aún tan común en nuestro país, la especialista destaca la importancia de realizar un análisis. “En la mayoría de los casos, una fuente de abastecimiento de agua de pozo con profundidad superior a los 150 metros, arroja resultados de análisis acordes a los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos. No obstante, siempre es recomendable que sean sometidas a sistemas de purificación. El problema más común es la alteración del contenido de nitrato”, comenta y agrega que los análisis del agua se pueden realizar en la Facultad de Ciencias Químicas, INTN, INAN, Facen, o cualquier laboratorio que se encuentre habilitado.

Por otro lado, existe una diferencia en cuanto a los tipos de envases de conservación de agua como los tanques de las casas, que son normalmente de fibra de vidrio. Es importante una limpieza periódica para evitar la aparición de moho u otros agentes contaminantes.

Los envases de plástico o bidones no son recomendables para un uso prolongado debido a que su composición es normalmente y en su mayoría de PET (tereftalato de polietileno). Tampoco deben exponerse a altas temperaturas o al sol porque es un tipo de plástico que comúnmente causa una migración de monómeros al agua, riesgosos para la salud.