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“Tanta esperanza de no sé qué en la tarde cuando baja el vivero de estrellas a la sangre al comenzar septiembre”. Josefina Plá (1903-1999) poeta, escritora y ceramista.
“(…)septiembre, para que bailes, la tierra pone bajo tus pies la hierba festival de sus alfombras”. Pablo Neruda (1904-1973) poeta chileno.
“Septiembre no era un mes, era una novia apoyada en la mano de su madre”. José Luis Appleyard (1927-1998) poeta, dramaturgo y abogado paraguayo.
“Por el campo tranquilo de septiembre, del álamo amarillo alguna hoja, como una estrella rota, girando al suelo viene”. Luis Cernuda (1888-1940) poeta español.
El sucesor del sucesor en la Asunción de 1537
En la época de la conquista, a un año de la fundación de Asunción, se debía establecer un sistema de elección de gobernadores. El rey Carlos V, de España, comisionó al Río de la Plata al veedor de oro y plata, Alonso Cabrera, quien traía consigo una orden, denominada Real Provisión, firmada en Valladolid, el 12 de septiembre de 1537. Esta ley tendría importantes consecuencias en la vida política de la naciente colonia. La Real Provisión disponía que en caso de no haber dejado el primer adelantado, don Pedro de Mendoza, un sucesor antes de morir o si el sucesor fallecía también sin haber dejado un reemplazante, se autorizaba a los conquistadores presentes elegir, en tanto convenga a su servicio y bien de la tierra, en nombre de la Corona, por gobernador y capitán general de la provincia, a la persona que según Dios y sus conciencias parecieren más conveniente para el cargo. Don Pedro de Mendoza, antes de partir, nombró sucesor a Juan de Ayolas, y este en Candelaria, designó a Domingo Martínez de Irala. Pero conocida la cédula real en Asunción, antes de procederse a la elección, ya se disputaron el cargo de gobernador: Martínez de Irala, Juan de Salazar y Espinoza (fundador de Asunción); Francisco Ruiz Galán, comandante de Buenos Aires, y Alonso Cabrera de Loja, el veedor y portador de la citada Real Provisión.
Antes de saberse de la muerte de Ayolas, se procedió a la elección y por mayoría de votos fue electo Domingo Martínez de Irala, quien tomó posesión inmediata del cargo.
Este documento permitió a los conquistadores designar al primer gobernador de forma interina, hasta que el monarca nombrara a otro de su confianza o reconociera a los que los expedicionarios habían elegido. Pero este documento debía utilizarse una sola vez. Sin embargo, los españoles asentados en el Río de la Plata lo invocaron en reiteradas ocasiones para elegir gobernador en caso de vacancia, o para destituirlo, como ocurrió con el segundo adelantado del Río de la Plata, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, y muchos otros, conforme a las conveniencias y desaveniencias del poder.
Fuentes: www.abc.com.py/ / Monte. Mary. 2021. Historia del Paraguay.
Recopilación: Marisol Palacios mpalacios@abc.com.py