Cargando...
Miguel Ramírez (36) nació en la ciudad de Luque. Hijo de un guitarrista, Hilario Ramírez, en un entorno artístico por excelencia, comenzó a caminar en el mundo la música desde muy temprana edad. “Mi padre era cantante y guitarrista. Y si bien intentó enseñarme a ejecutar la guitarra, yo elegí el arpa. ‘Eso es lo que quiero tocar’, le dije. Fue mi decisión desde muy pequeño y comencé a los ocho años”, recuerda.
“¿Realmente le gustaba el instrumento o solo fue para llevarle la contra a su padre?”, preguntamos. “¡No! (risas). Creo que me atrajeron las cuerdas. Para un niño, pasar los dedos por ellas y escuchar ese mágico sonido era fascinante”, comenta.
Talentoso desde pequeño, y con el apoyo e impulso de su progenitor, se volcó a este instrumento con todas las ganas.
Era un instrumento costoso. “Mi papá me compró de su aguinaldo mi primer arpa, una usada, pero con un buen sonido. Recuerdo la expresión en el rostro de mi madre, María Escobar, cuando le preguntó por el aguinaldo”, cuenta, aunque lo sucedido después ya se perdió en el tiempo. “Estaba encantado con las cuerdas de mi arpa”.
<b>Primeras notas</b>
El arte se consolidó con un amigo, integrante del grupo musical de su padre, Marciano Mereles, le enseñó las primeras notas. “No me costó aprender, aunque no quería practicar, pero en clase me salía todo muy bien, entonces mi maestro me tenía paciencia, me perdonaba todo”, señala. Pero solo ante la amenaza de que le darían a un tío suyo el instrumento si no practicaba, tomó en serio la advertencia y el arpa.
A partir de entonces, solo se separó de su compañera durante la rebelde adolescencia. Pero retoma con ímpetu su carrera de arpista, y ya de forma profesional, en 2003, luego de un viaje en el cual acompañó a un grupo de danzas como segunda arpa a un festival en Brasil: “Fue el detonante para que yo tome la decisión de encarar de manera profesional, académica, la música”.
Otra decisión importante llegó cuando terminó el colegio y debía ir a la universidad. “Y decidí estudiar música. Ingresé a la facultad en 2003”. También pasó por las aulas de Autores Paraguayos Asociados, donde siguió y culminó su formación. Y el resto ya es música. Comenzaron los viajes representando a Paraguay en festivales folclóricos en Brasil, Argentina, España, Portugal, Bélgica, Francia. También conciertos en Inglaterra, Dubái, Kuwait, Japón, Chile y Uruguay.
En nuestro país, en la extensa lista de actividades de su trayectoria artística, a pesar de su juventud, están, entre otras, la oportunidad de compartir el escenario con el consagrado artista José Feliciano en su Concierto en Asunción en junio de 2012. Juntos interpretaron los legendarios temas El Tren Lechero y el Pájaro Campana.
En octubre de 2013, fue Profesor Desafío Guinnes World Records, cuando se formó el Conjunto de Arpas más grande del Mundo.
Además, fue el primer director académico y profesor de Arpa Paraguaya, en la Escuela de Música “Don Luis Bordón” en Arpa Róga. En julio 2018, fue socio fundador y presidente de Arpistas Paraguayos Asociados, ARPA. En febrero de este año, participó de la inauguración del Museo de la Guarania, en San Bernardino.
<b>Vasta trayectoria</b>
Ahora, a sus seis discos grabados, Arpa Sin Fronteras, 2005; Harps Unlimited, 2007; Paraguay Sin Fronteras, 2009; Arpa Paraguaya Ad Libitum, 2016; Jugando con el Arpa, 2017; A lo Luque gui reínte, 2018, se suman los dos temas nuevos: Paz y Guarania para siempre, que lanzará mañana en la Casa del Teatro.
Sobre los nuevos temas, el artista cuenta que Paz es una oración de agradecimiento. “Con esta composición, elevo una plegaria musical por la vida y la salud; por considerarme afortunado”. En cuanto a Guarania para siempre, revela que la compuso en honor a su padre, quien falleció en marzo de este año. Él era ‘su compañero’ de escenario. Y la mañana en que falleció iban a empezar a grabar un disco. “Terminado el duelo, cuando pude volver a tocar el arpa, compuse ese tema en honor a él, porque los temas de nuestra lista eran guaranias, pero mi padre quería grabar guaranias no muy difundidas. Hay muchas que la gente no conoce. La lista quedó y espero continuar la grabación”.
Amistad sin fronteras
Miguel Ramírez lanzará mañana dos nuevas composiciones de su autoría, instrumentales, originales del arpa, en las que vuelca su sentimiento y arte para crear una oración de agradecimiento y un homenaje a su padre, recientemente fallecido: Paz y Guarania para siempre.
El artista estará acompañado del maestro Aldo López, en oboe; Alexander Da Silva, con el arpa, y el tenor José Mongelós, con la voz.
El auditorio será La Casa del Teatro, ubicada en la calle 25 de Mayo casi Estados Unidos, a partir de las 18:30.
El espectáculo cuenta con el apoyo del Centro Cultural de la República El Cabildo.
El acceso será por agendamiento al 0982 120-128.