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¿Cómo resistirse a unos vistosos churros espolvoreados con azúcar?, ¿y si le dijera que vienen con una bebida contundente que lo hará suspirar? En definitiva, se trata de una mezcla explosiva no apta para diabéticos ni para quien esté buscando un “cuerpo de verano”; sin embargo, es ideal para todo tipo de celebraciones de clima fresco a frío. Esta dupla enamora y tiene algunas variantes dependiendo del gusto de quien la prepara.
En cuanto al origen de los churros, este es bastante incierto y se remonta a muchos siglos atrás. Youtiao sería una masa frita china típica del desayuno, y cuenta la leyenda que fueron unos mercaderes portugueses quienes llevaron esta delicia culinaria a la península ibérica, donde se agregó el azúcar y hoy es todo un símbolo de la gastronomía lugareña. Fue durante la conquista de América que los españoles lo llevaron al Nuevo Mundo y hoy es una popular opción para consumir al paso en las calles o mientras se disfruta de una amena charla en un fino café.
Los hay con diversos rellenos, pero el más usual en estas tierras es el dulce de leche. Otras opciones son el chocolate, mermelada, dulce de guayaba, crema pastelera o la popular Nutella –crema de cacao y avellanas– para los más atrevidos. En cuanto a los ingredientes de base, estos son pocos y fáciles de conseguir: la receta tradicional solo lleva harina, agua y sal. Para hacerlos en casa necesitará de una manga pastelera y un pico que genere la forma de estrella tan característica. Esta forma de estrella impediría que la masa explote, por lo que se trata de un detalle esencial.
La preparación de los churros requiere de mucha atención, y es un alimento que se consume recién hecho, por lo que deberá hacerlo cuando tenga tiempo y no estén los niños correteando cerca, puesto que estará trabajando con aceite a altas temperaturas. Puede recurrir a protectores para evitar las salpicaduras.
¿Por qué y desde cuándo se toman con chocolate caliente? Esta costumbre proviene de España, pero el momento exacto del nacimiento de esta alianza permanece desconocido, aunque se remontaría a algún instante entre los siglos XIX y XX. La sabrosa bebida se caracteriza por ser espesa; este “cuerpo” lo genera la adhesión de almidón de maíz (maicena), un secreto de nuestras abuelas. Comenzó como un menú de ferias o circos, y hasta festividades religiosas, tradición que sigue hasta hoy en nuestro país.
Para paladares audaces, se puede recurrir a la vainilla, canela, clavo de olor, pimienta u otras especias para aromatizar el chocolate, y los adultos de la casa pueden experimentar con el añadido de un poco de licor.
¿Se anima a hacerlo? Pruebe esta receta y deleite a la familia este fin de semana.
Churros caseros sin relleno
Ingredientes
250 g de harina 0000
250 ml de agua
1 cucharita de sal
Aceite de girasol cantidad necesaria (aprox. 1 litro)
Preparación
1. Calentar el agua y la sal en una olla.
2. Cuando hierva retirar del fuego y añadir de golpe la harina. Mezclar bien con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes del recipiente. Cuidar que no queden grumos y dejar enfriar.
3. Disponer la masa en una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella. Prestar especial atención a que no queden burbujas de aire dentro, ya que esto puede hacer que la mezcla explote en el aceite caliente.
4. En una olla verter el aceite y calentar a una temperatura de 180 °C a 200 °C. Cuando esté lo suficientemente caliente el aceite, bajar un poco el fuego e incorporar la masa apretando bien la manga pastelera. En este momento se debe tener cuidado de presionar como para que la masa salga de forma continuada y sin burbujas. Cortar el extremo con tijeras de cocina.
5. Colocar solo unos pocos por vez, idealmente dos. Esperar a que se doren de un lado y darlos vuelta.
6. Cuando estén dorados sacarlos del aceite y disponerlos sobre papel absorbente. Opcional: espolvorear con azúcar mientras aún estén calientes.
Tips: para los menos experimentados, se recomienda formar los churros primero sobre una placa con papel manteca, y luego trasladarlos al aceite. Otra sugerencia no menos importante: utilice una hornalla trasera para freírlos y, por las dudas, sostenga con una mano una pantalla o alguna placa que haga las veces de escudo por si salpica el aceite. Cocinar churros puede ser una aventura riesgosa si no se toman las debidas precauciones.
Chocolate caliente
Ingredientes
250 g de cacao en polvo
1 litro de leche entera
50 g de azúcar
15 g de maicena
1 pizca de sal
Preparación
1. En una olla calentar la leche con el azúcar y la maicena.
2. Añadir el cacao y una pizca de sal. Remover constantemente con una batidora de mano para integrar bien.
3. Retirar del fuego apenas comienza a hervir. Esperar a que deje de burbujear y luego servir. Rinde 4 tazas.
Por: Alba Acosta alba.acosta@abc.com.py