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Cuando la realizadora Aramí Ullón se enteró, tardíamente, de que en los bosques chaqueños existen grupos de ayoreos que viven en un aislamiento voluntario, para preservar su cultura, le invadió una especie de aprensión por no conocer esa realidad. Lo sabía de manera superficial, como muchos paraguayos, pero desconocía absolutamente la determinación de continuar viviendo su forma original de vida, hasta hoy. “Esa posibilidad: una vida fuera de la civilización, en un sistema completamente diferente al resto del mundo actual, me generó una fascinación y respeto profundos”, confiesa.
A medida que avanzaba en la investigación, se le tornó bastante claro que esa forma de vida está en constante riesgo de ser vulnerada. Entonces decidió enfocarse en la pérdida de esa forma original de vida: ¿qué les pasó a los ayoreos? ¿Cómo llegaron a la situación de empobrecimiento, abandono y culturización foránea forzosa? ¿Cómo se transita el shock de perder el hogar a la fuerza y no poder recuperarlo nunca más?
Al tratar de ofrecer una representación poética, pero a la vez cruda de la situación de los ayoreos contactados buscó que la mirada hacia ellos pueda cambiar de ángulo y ya no sea discriminatoria o paternalista, sino que puedan ser percibidos en toda su soberanía, dueños de pensamientos, palabras y actos propios, de conocimientos únicos que, desafortunadamente, se van perdiendo. “Cada cultura que se extermina trae consigo la pérdida de un mundo. Se pierde un lenguaje, una estética, una medicina, una filosofía, hasta una forma de ver, sentir y entender la realidad”, subraya.
Vida en la selva
Apenas el Sol recoge en lengua ayoreo los testimonios de vida, las canciones, las teatralizaciones, conocimientos de la vida en la selva, que permanecen como registro de esta cultura. “También buscamos sugerir a la audiencia no indígena la existencia de otras realidades y volver a exponer lo necesario de la diversidad, las riquezas de las raíces ancestrales”, afirma la cineasta.
La investigación arrancó en 2013 y no se detuvo. “Contamos con la colaboración de personas que trabajan con el pueblo ayoreo desde hace muchos años. Es tan rico y complejo el universo que investigamos que cada proceso abría más interrogantes que necesitaban ser investigadas en detalle”, señala.
En 2016, poco a poco empezaron a filmar. Este proyecto no podía realizarse en corto tiempo. La edición llevó aproximadamente seis meses. “Y no debemos olvidar que tuvimos tres procesos diferentes de traducción (realizadas por el traductor de origen ayoreo, Óscar Posoraja): en rodaje, transcripción y traducción entera de todo el material bruto registrado de unas cuarenta horas y la traducción final acompañando todo el proceso de edición”.
La película fue seleccionada para abrir la edición 2020 del Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam (IDFA), la muestra más importante del mundo de cine documental. Esto le otorgó una gran exposición que abre puertas para que la película recorra una ruta de presentaciones mundiales que comenzó en enero de 2021.
Según Ullón, no cuentan con apoyo de las instituciones del Gobierno para estrenar en territorio nacional, que incluiría, por supuesto, a todas las comunidades ayoreo del Chaco. No obstante, junto con un equipo de producción presentaron la propuesta al Fondec y al Cabildo. También acudirán a la Secretaría Nacional de Cultura, al Departamento de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción y otras instituciones. Confían en que las autoridades paraguayas harán posible que en el 2021 los ayoreos accedan a la película en la cual son protagonistas y que todos los paraguayos puedan conocer y profundizar en esta cultura ancestral.
Apenas el Sol también se estrenó en Finlandia en el DocPoint-Helsinki Documentary Film Festival, el evento de cine documental más prestigioso de los países nórdicos, después de haber tenido su estreno mundial en la noche inaugural de IDFA 2020, en noviembre de 2020. La película forma parte de la Selección Internacional y puede ser vista en línea en los países en cuyos festivales se presenta. Después de Noruega, el documental debutó en Francia el 19 de marzo en el renombrado festival Cinélatino-Rencontres de Toulouse, en su sección “Competencia Documental Cinélatino”, donde se alzó con dos premios: Mejor Documental y el Premio del Público.
El hogar perdido
En un intento por preservar su cultura en riesgo de desaparición y reconstruir la memoria de su hogar perdido, Mateo Sobode Chiqueno atraviesa el árido y desolado Chaco paraguayo grabando las historias, canciones y testimonios de otros ayoreos que, como él, fueron despojados de la selva.
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