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Los bioestimuladores son sustancias que, cuando son inyectadas en determinadas capas de la piel, estimulan la producción de colágeno a través de la activación de los fibroblastos (células responsables de la producción de fibras colágenas), explica la doctora Yenilka Fernández, especialista en medicina estética y regenerativa. “Como el colágeno es esencial para mantener la estructura, la integridad y la salud de la piel, su pérdida ocasiona la disminución de la hidratación y elasticidad, lo que produce la aparición y aumento de las arrugas y la flacidez”.
La ventaja de estas sustancias es que son biocompatibles y bioabsorbibles, es decir, no agreden al cuerpo y son absorbidas sin perjudicar al organismo; son utilizadas para la reposición de la estructura, mejorando la calidad de la piel y la flacidez. Las aplicaciones son hechas con cánulas, un procedimiento ambulatorio, con anestesia local, y el paciente puede volver a sus actividades normales inmediatamente después de su aplicación, aclara la experta.
Resultados naturales
Los bioestimuladores están indicados para tratar los signos de la edad, sobre todo en aquellos rostros en los que comienza un retroceso del volumen facial y de descolgamiento y, de acuerdo a la evaluación médica, se pueden realizar protocolos en pacientes que necesiten mejorar la estructura natural de la piel (flacidez, arrugas y líneas de expresión para un efecto tensor con resultados naturales).
La doctora menciona que los bioestimuladores se emplean tanto para reposicionar la estructura de la piel, como también para prevenir la pérdida progresiva de colágeno en edades relativamente jóvenes, un promedio de 30 años. Además, este tratamiento se puede combinar con hilos tensores, ácido hialurónico, toxina botulínica y mesoterapia.
Cuidados extras
Es fundamental la consulta con un especialista para determinar la suplementación vía oral con vitaminas, el protocolo para una buena rutina de apoyo domiciliario, una buena alimentación e hidratación.
Los tratamientos a realizar serán establecidos por el profesional, teniendo en cuenta cada caso en particular, con especial atención a patologías de base, biotipo cutáneo, edad, suplementación, medicamentos que esté ingiriendo actualmente el paciente, su actividad laboral, etcétera, por citar algunos factores.
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Fotos: Gentileza.