Bajo La Torre de la Luna

Una colección de arte contemporáneo visita y halla hospedaje entre obras clásicas y academicistas en el Museo de Bellas Artes. Es la propuesta de la exposición Contrapuntos, una intervención a dos tiempos, que podrá ser visitada hasta enero de 2021.

Bajo La Torre de la Luna.
Bajo La Torre de la Luna.

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En conmemoración a los 111 años de la apertura del Museo Nacional de Bellas Artes de Asunción está habilitada la muestra Contrapuntos, una intervención a dos tiempos, una exposición muy particular en la cual se confrontan dos momentos muy marcados, el acervo Godoi (muestra curada por Roberto Amigo) y la Colección Mendonça. “Todas son obras de artistas paraguayos, porque la colección del doctor Daniel Mendonça se basa en obras de arte de nuestro país”, detalla Félix Toranzos, quien se encargó de la curadoría y expografía de esta colección.

El Museo Nacional de Bellas Artes se fundó en el año 1909, por el coleccionista Juan Silvano Godoi (1850-1926), primer director general de Museos y Archivos del Paraguay. “Él quiso poner el arte de nuestro país a nivel de Europa. Por eso creó este museo”, resalta. Godoi, debido a sus problemas políticos se vio obligado a viajar al exterior en muchas ocasiones, eso le facilitó la adquisición de una valiosa colección de pinturas y esculturas. “Soñó un museo de bellas artes para su país y lo fundó”.

Su colección también se enriqueció con obras de artistas contemporáneos del Río de la Plata. En los primeros años del siglo XX manifestó al Gobierno paraguayo el deseo de que todas las obras de su colección fueran reunidas en el seno de una institución oficial. El Museo Godoi fue inaugurado en 1909, bajo la dirección de su propietario hasta su fallecimiento. En 1939, la entidad fue oficializada por el Estado como Museo Nacional de Bellas Artes.

Hoy ocupa otro espacio —una casona tipo villa italiana de comienzos del siglo XX— situado en una de las avenidas principales de la ciudad de Asunción, con una nueva curaduría y expografía en un entorno rodeado de modernidad. “El resultado es muy bueno y el museo busca un camino con un local propio con más espacio y poder incluir arte contemporáneo al acervo que ya existe”, explica Toranzos, director de museos de la Secretaría Nacional de Cultura.

Confrontar momentos

Contrapuntos, una intervención a dos tiempos, como dice el título pretende ahora confrontar dos momentos de esa puesta museográfica, busca un diálogo entre la museografía razonada con obras de arte contemporáneo: la Colección Mendonça, una selección referida netamente al arte paraguayo contemporáneo. Busca a través de otros conceptos artísticos, contraponer una selección con criterios académicos con el arte vanguardista, que ocupa o interviene el espacio de una obra, no solo robándole su lugar, sino también acompañando su espacio visual, generando dos miradas. Aquí la obra académica pierde su luz para ceder su posición a la obra visitante o interviniente. Todas las salas quedan como a media luz, solo se perciben las obras de la Colección Mendonça. Se destacan en colorido y lenguaje.

A manera de ejemplo, una obra de Claudia Casarino (Trastornos del sueño, 2011) filtra la mirada a la gran obra de Paul-Luis Bouchard (París, 1882), El Tríptico, de Alfredo Quiroz, proyecta personajes que caen sobre el manto negro de un tul que cubre la gran obra de Santiago Rusiñol i Prats (Camino de Sagunto, 1901). En las vitrinas podemos ver las obras de Marcos Benítez (Mutaciones 1, Proyecto Areguá), 9 cabezas de calco, realizados en cerámica y acompañan el calco de yeso del rostro de Juan Silvano Godoi, que sustituyen el lugar de los pequeños bronces europeos.

En la vitrina opuesta los perfumeros de Ángel Yegros sustituyen las piezas de cerámica de Andrés Campos Cervera (Julián de la Herrería). Así, las obras de la Colección Mendonça dialogan con otras en diferentes espacios de la Museografía Razonada. En el acceso principal de la Villa, que mira a la avenida Mariscal López, reciben al observador grandes esculturas de Gustavo Beckelmann, como guardianes de tiempos distintos.

“Esta exhibición es toda una travesía. Es involucrar el arte contemporáneo en una colección totalmente académica y ya realizada por otro, en el sentido de que es una invasión a un lenguaje académico de un museo europeizante”, subraya Toranzos.

La Torre de la Luna

La muestra Contrapuntos se corona con una instalación al amparo de la hermosa cúpula, un espacio de planta hexagonal, a la que se denomina La Torre de la Luna, porque al ingresar a ese espacio se siente la presencia de una luna, una cúpula totalmente blanca, sostenida por una franja de color grafito que enmarca una acción poética, protagonizada por una obra de Osvaldo Salerno (Sudario, 1995), acompañada de una obra de Carlo Spatuzza (Piedra Fundamental, 2020), pedazos de mármol con palabras talladas “No quiero oscurecer”; una obra de Félix Toranzos, La radio, que guarda el sonido de tiempos olvidados.

Rodean a estas obras un antiguo sillón tonet protegido por un manto de terciopelo rojo con álbumes de fotos ausentes. Y a lo lejos del espacio se descubre una obra de Celso Figueredo, que reza con textos recortados de metal, el mensaje que “ya no verá otra aurora”.

La Colección Mendonça participa en esta intervención con piezas de 50 artistas y un centenar de obras de arte que conforman su valioso acervo. La muestra permanecerá en exposición hasta enero de 2021. ¡No se la pierda!

Entender el mundo

Nacido en Asunción en 1962, Daniel Mendonça tuvo una relación cercana con el arte desde muy joven, en la que tuvo mucho que ver su madre Neida Bonnet de Mendonça, profesora de Historia del Arte y de Estilos de mueble, y su padre el doctor Juan Carlos Mendonça. Él se sentía fascinado por las diapositivas con obras de arte y de grandes museos. Más adelante, dos circunstancias determinaron su gusto por el arte contemporáneo: realizó estudios de posgrado en Buenos Aires, vivió y enseñó en Barcelona, España, durante 14 años. Los museos y las obras eran realmente impactantes. Del interés por observar a coleccionar pasó alrededor del año 2000. En agosto de ese año, su esposa y él decidieron construir una casa que funcionara como galería y biblioteca. Hoy alberga obras de artistas contemporáneos paraguayos. La historia de trasfondo de la colección guarda relación con el mito indígena de la búsqueda de la tierra sin mal o yvy marâe'ŷ. La colección representa, a su modo, la búsqueda de esa tierra negada en vida los seres humanos. En su opinión, el arte es también un dispositivo adecuado para entender la realidad social. “Coleccionar tiene mucho de creación personal. Coleccionar arte es, en definitiva, una manera de vivir la vida y de entender el mundo”.

/más info/

Visitas de martes a sábados, de 8:00 a 19:00, previo agendamiento al número (021) 211-578, en Eligio Ayala 1345 casi Curupayty. @coleccionmendonca @felix1962

Por: mpalacios@abc.com.py

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