Microtopías y El jardín de Andrómaca

Microtopías y El jardín de Andrómaca se denomina la muestra habilitada en Galería Fábrica / Club de Arte. Una propuesta de la artista Silvana Domínguez que cuenta con la curadoría de Osvaldo Salerno y vale la pena visitar.

Microtopías  y El jardín de Andrómaca
Microtopías y El jardín de Andrómacagentileza

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Microtopías es una propuesta artística que invita al espectador a un ejercicio de la mirada, en el cual algunos selectores de madera enmarcan pequeños lugares del jardín y se puede atravesar el umbral de una antigua casa demolida que tiene al lado una silla de juez de línea del Paraguay Lawn Tennis Club. “Luego realicé una instalación, El Jardín de Andrómaca, donde presento unas intervenciones con collage de páginas de libros antiguos de finales de 1800 y mediados de 1900. Otras microtopías se encuentran en estos libros, resaltando y cuestionando definiciones, poniéndolas en duda, trastocando los sentidos de estas con flores y bichos de enciclopedias de botánica”, refiere Silvana Domínguez.

La otra serie que presenta en esta ocasión es El orden imaginado, en la que intervienen relatos referentes a los mandatos impuestos culturalmente, un manual con recetas sobre salud y cuidado del hogar y “por un lado, tenemos un lugar a la intemperie y otro resguardado como un jardín interior, jugando con la idea de las palabras escritas en piedra en el umbral de madera”.

Lenguaje y palabra

De este modo, la artista habla del lenguaje y la palabra como el karaku de su obra. La serie Umbrales, en la que se aprecian las palabras Claustrofobia / Agorafobia la viene trabajando desde el año 2011 y fue materializando, primero, en papel; luego, en plotter de corte y, ahora, tallada en piedra. “He intervenido umbrales de dos centros culturales donde expuse y en el transcurso de la pandemia sentí la necesidad de colocarlo en la puerta de entrada de mi casa. Creo que en este momento que estamos viviendo la obra cobró más fuerza y por eso decidí empotrar un marco antiguo en el patio y las piedras talladas enfrente. El espectador debe atravesar el umbral en este jardín para ‘procurarse alguna utopía’. No hay ni un adentro sofocante ni un afuera desbordante, solo un entre, una frontera que se puede cruzar fácilmente y que a su vez puede ser vigilada por un juez de línea”, explica.

Piezas eróticas

La muestra también incluye piezas eróticas de Rosa Brítez que forman parte de la Colección Mendonca y hacen un cruce con los relatos circundantes al nicho en el que se encuentra Andrómaca, aquella figura femenina de La Ilíada homérica. "La misma se encuentra en actos carnales tan bien definidos y moldeados por la mano de Brítez en donde ella domina o lleva el control de la situación. La performance de la Andrómaca en barro invita nuevamente a “mirar”, desobedeciendo un poco al orden imaginado de los relatos numerados que se encuentran alrededor".

Trayectoria

La artista visual es docente de la cátedra de Instalación en la carrera de Artes Visuales de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción y lleva adelante un taller de expresión artística que se llama 123 miro; en el mismo realiza actividades para niños, adolescentes y algunos cursos para adultos.

El mundo del arte la atrajo desde el colegio, luego fue a Chile a estudiar Educación Parvularia, y por un año tomó a la par la carrera de Comunicación Audiovisual. “En ese tiempo me hice asidua visitante de museos y exposiciones de arte, actividad que hacía sola y para mí era una rutina fascinante; fueron cinco años inolvidables de ver arte de todo el mundo”.

En 2008, por insistencia de una amiga, decidió estudiar Artes Visuales en el Instituto Superior de Arte (ISA) y no se fue más de la universidad, comenta entre risas. Desde 2011 viene participando de exposiciones colectivas y algunas individuales. Maestras como Nora Bosch –con quien tomó clases de acuarela en seda–, Fabiola Adam –con quien aprendió a amar el grabado en madera– y Mónica González –responsable de su interés por el arte conceptual, específicamente la instalación, y de quien aprendió a usar la emoción como fuente del hacer artístico– marcaron profundamente su camino artístico.

En trabajos anteriores en xilografía, Domínguez ya había tomado como referencia piezas de arte en cerámica, como las cabezas bifrontes de Virginia Yegros, por ejemplo.

Esta interesante amalgama de propuestas se puede visitar de 9:00 a 12:00 y de 16:00 a 19:00, con agendamiento.

alba.acosta@abc.com.py

Fotos: Gentileza de Diego Ricardo Álvarez.

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