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Visita a camposantos
En el Día de Todos los Santos y el de los Difuntos, desde antaño, los cementerios se llenan de visitantes. Los asuncenos, además de llegar hasta las tumbas de sus seres queridos, hacían una pasada obligatoria por tres mausoleos milagrosos en el Cementerio de la Recoleta: el oratorio de La Calaverita (foto), el del Cadete Benítez y el de la Crucita Milagrosa. Hasta la actualidad, los fieles los retribuyen con placas de agradecimiento. Otro sitio donde la gente llevará velas o flores es ante el nicho milagroso de Julián Oviedo, sobre la avenida Próceres de Mayo c/ Ana Díaz.
Sepelio de Juan E. O’Leary
Hace 51 años, el 1 de noviembre de 1969, fueron inhumados los restos del historiador Juan E. O’Leary, uno de los principales reinvindicadores de la figura del mariscal López. “Al acto de sepelio, en el que se le tributaron honores equivalentes a general de división, concurrió el presidente de la República, Alfredo Stroessner”, quien al día siguiente fue a Encarnación para un “homenaje a sus progenitores”, Hugo Stroessner y doña Estanislaa Matiauda. Durante toda la dictadura tuvo vigencia la “fecha feliz” del 3 de noviembre, aunque hasta hoy no faltan los nostálgicos.
Mosto helado
Durante las masivas visitas a los cementerios, aparte de las floristas y vendedores de vela o paño de cruz, hacían su agosto quienes ofrecían el tradicional mosto helado. Esta foto de 1977 muestra a un fabricante de la espumante bebida frente a la Recoleta, donde exprimía la caña dulce en su trapiche. Esta vez, por la pandemia, la visita a los camposantos (que estaban cerrados) se permitirá hoy y mañana en modo covid, con todas las medidas sanitarias.
Compilación de Pedro Gómez Silgueira
Fotos: ABC Color/Archivo