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Pareciera una paradoja, pero la anticipada y muy pronunciada sequía que afecta actualmente al Chaco es la que ayudó significativamente para terminar la obra soñada.
Sobre todo se agilizó el tramo que pasa por una zona inundable del Estero Yacaré, en Alto Paraguay, donde los trabajos –durante meses, cada año– se paralizan por la inaccesibilidad al sitio de obras. Los ingenieros de las mismas empresas contratistas, del Ministerio de Obras y su mismo titular, Arnold Wiens, reconocieron que la seca les ayudó a concluir con mucho esfuerzo la obra.
El lunes 31 de agosto de 2020 quedará en el recuerdo de los chaqueños, el acueducto fue inaugurado, en una “etapa intermedia”, porque continúan varias obras complementarias, ajustes y mejoras, para optimizar el servicio y proveer por día hasta 13 millones de litros de agua potable a unos 80.000 habitantes en el Chaco Central, teniendo a las comunidades indígenas como una prioridad.
El difícil comienzo
Este acueducto tiene en su haber una trayectoria de 23 años. En 1997, la Gobernación de Boquerón solicitó oficialmente a la Secretaría Técnica de Planificación un acueducto para el Chaco Central. Desde aquel entonces y durante 15 años se discutía, se hicieron planes y bosquejos, se crearon comisiones y corporaciones, para llevar adelante de alguna manera el proyecto. En noviembre 2012 se hizo la primera palada en Puerto Casado. El acueducto debería haber terminado en no más de dos años, que al final se convirtieron en ocho. Hasta ahora, no existe un monto oficial final sobre los recursos invertidos, pero se habla de más de 108 millones de dólares. Unos 23 años atrás, en los comienzos se hablaba de 36 millones de dólares, lo que parecía una inversión difícil de conseguir. Al final, llegó ayuda financiera de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), además de fondos nacionales.
La planta
Hoy día, el acueducto para el Chaco Central consta de una planta para toma de agua del río Paraguay y su tratamiento, en Puerto Casado, donde también existe un tanque reservorio con capacidad de 5 millones de litros y una estación de bombeo principal, con cuatro motores. De aquí el agua se bombea por el tramo troncal de 203,5 kilómetros, en tuberías de PVC-O de 500 mm de diámetro, hasta Loma Plata, que se ubica a más de 50 metros más arriba sobre el nivel del mar que el punto de origen en Puerto Casado.
En Loma Plata existen dos reservorios semienterrados, con una capacidad total de 2.500.000 litros, una estación de bombeo y dos tanques elevados. De aquí el agua pasa en aductores secundarios de 200 y 160 mm al centro de distribución en Filadelfia, que tiene dos reservorios de dos millones de litros en total, una casa de bombeo, que lleva el agua a Neuland, donde también existe un reservorio de un millón de litros. Cada 500 a 1.000 metros existe una cámara de desaire y limpieza (válvula), tanto en el tramo troncal como secundario, para el correcto manejo del movimiento del agua.
Los reservorios y tanques elevados serán llenados y, mientras, habrá una fase experimental, para transportar agua con camiones cisternas a las comunidades. Al mismo tiempo, se trabaja en la tercera fase, en ejecución desde julio pasado, para conectar a 85 comunidades indígenas y localidades menores, en un radio de más de 170 km. Además, existe un proyecto de conexión a los hogares en Filadelfia, Loma Plata y Neuland y otro de ampliar la red de distribución hasta Mariscal Estigarribia (80 km), ciudad que necesita con urgencia de una fuente segura de agua potable.
Algunas reacciones
El presidente de la cooperativa Fernheim, Wilfried Dueck, considera que la llegada del agua a través del acueducto “es muy importante, tal vez no tanto para la cooperativa como institución, como para toda la población acá del Chaco. Con la sequía, toda la población comienza a depender de estas pocas fuentes que nos quedan”.
El intendente de Loma Plata, Walter Steockl, destacó durante la inauguración que “es un día histórico para nosotros” y sostuvo que “no nos podemos imaginar, qué impacto va a dar esto a nosotros. Estamos acostumbrados a rebuscarnos por agua en los tajamares, pozos someros y ver que algún líquido pueda salir para satisfacer la demanda del ser humano. Desde hoy en día podemos decir que vamos a tener agua potable en la zona”.
Holger Bergen, intendente de Filadelfia, adelantó que “con esta obra habrá un antes y un después. Esperamos tener el beneficio con esta agua en breves días en Filadelfia y que podemos aprovechar desde ahí; acarrear por lo menos inicialmente a las comunidades más necesitadas, ya que en este momento la sequía es bastante grave y están escaseando realmente las fuentes de agua”.
El gobernador de Boquerón, Darío Medina, informó que transportaron en los últimos ocho meses 46 millones de litros de agua “costosa, pero de mala calidad” a comunidades indígenas y con el acueducto se tendrá ahora una fuente de agua segura y de calidad.
El ministro Arnoldo Wiens manifestó: “Hoy es un día histórico para el Chaco paraguayo y para la República del Paraguay. El agua, desde el río Paraguay, a través de la planta de tratamiento en Puerto Casado, está llegando al centro de distribución en Loma Plata. Esto va a significar la posibilidad de mayor calidad de vida y salud de la población, empezando por las poblaciones indígenas y luego a todo el resto de la población”.
El presidente Mario Abdo Benítez calificó la inauguración del acueducto como una etapa inicial, que puede tener aún muchos desperfectos, pero “es el puntapié inicial, que es muy importante, es histórico”.
Para la población del Chaco es evidente que el acueducto representará un antes y un después, que solamente ellos lo pueden dimensionar.
Desde la antigüedad
Los acueductos en la historia de la humanidad nos remiten directamente a los romanos que construyeron grandes obras para proveer de agua a todo el imperio. Se mantienen hasta la actualidad como un patrimonio de la humanidad. Sin embargo, ya lo habían desarrollado los griegos, los habitantes del Medio Oriente y en la India. Los antiguos egipcios también desarrollaron un sofisticado sistema de riegos mediante acueductos. Las funciones siguen siendo las mismas, aunque la tecnología y los materiales hayan cambiado muchísimo.
[el dato]
El acueducto proveerá por día hasta 13 millones de litros de agua potable a unos 80.000 habitantes en el Chaco Central.
Fotos: ABC Color/Marvin Duerksen/Gentileza.