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La celebración tuvo lugar el 18 de mayo y se viene realizando desde el año 2012 a iniciativa de la European Plant Science Organization (EPSO). En nuestro país se conmemoró por primera vez en 2013, de la mano de la Asociación Etnobotánica del Paraguay (AEPY) y la Benjamin Franklin Science Corner.
¿En qué consiste? Las actividades que se generan en torno a la fecha son diversas. Incluyen visitas a sitios ricos en abundante naturaleza con la guía de expertos, quienes explican al público sobre diversas características, usos, propiedades y otros datos referentes a las plantas que observan en el momento. Durante estos encuentros los entusiastas observadores hacen preguntas, toman notas y fotos, y hasta dibujan lo que ven, obviamente todo referente a las plantas.
Esta vez fue virtual
Como todas las demás actividades que implican contacto social y aglomeración, esta edición se celebró mediante un webinar a cargo del biólogo Raúl Rivarola y la ingeniera agrónoma Lidia Pérez, máster en Ciencias Forestales Tropicales, docente investigadora en la Facultad de Ciencias Agrarias y autora del libro Manual de Familias y Géneros de Árboles del Paraguay. Durante el encuentro virtual se habló sobre diversos temas que atañen al estudio de los árboles.
Rivarola es máster en Bosques y Medios de Vida y también posee una maestría en Silvicultura Tropical y Gestión, actualmente se desempeña como presidente del Consejo en la Asociación Etnobotánica Paraguaya (AEPY) y se declara un “fascinado por las plantas”.
Relevancia de la investigación
“Este día se conmemora en un intento de que se tome conciencia de la relevancia que tiene la investigación de las plantas”, comenta el biólogo y agrega que muchas veces no se toma en cuenta que estamos sumamente conectados a las plantas; estas nos aportan oxígeno, las vestimos –están en nuestras ropas de algodón, por ejemplo–, las comemos –una deliciosa pasta que proviene del trigo–, las utilizamos en un sinfín de ocasiones –desde el simple hecho de estar sentados sobre una silla de madera–, nos inspiran para el arte y adornan diferentes rincones de nuestro día a día.
Lidia Pérez habla de la importancia de la educación ambiental en diferentes niveles y enfatiza la relevancia de fortalecer las instituciones en las que están alojadas nuestras colecciones científicas, puesto que se trata de materiales que costaron tiempo, trabajo y recursos en cuanto a la recolección en campo, archivo, clasificación y mantenimiento. A su vez, son los materiales con los que los estudiantes cuentan para seguir instruyéndose en el campo de la botánica y la dendrología. Además, habla de lo fundamental de “sembrar más semillas en las mentes y corazones de nuestros jóvenes para que realmente se dediquen a esas especialidades”.
Su Manual de Familias y Géneros de Árboles del Paraguay se puede descargar de forma gratuita de http://www.infona.gov.py/index.php/noticias/manual-de-familias-y-generos-de-arboles-del-paraguay
Herbario y jardín etnobotánico
Uno de los tesoros actuales de la botánica en nuestro país se encuentra en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción. Allí se halla un vasto herbario con muestras científicas de diferentes especies de plantas, principalmente nativas. Además se encuentra en el mismo recinto un jardín etnobotánico, una joya para recorrer y admirar. El “jardín de aclimatación de plantas nativas y medicinales” sirve, entre otras cosas, como lugar de formación para estudiantes de fitoquímica, farmacología, agronomía, bioquímica, entre otras ramas, y también recibe la visita de estudiantes de colegios.
La investigación en este campo tiene una importancia crucial para la agricultura, la conservación del medioambiente y, por supuesto, la economía de una sociedad. La fascinación por las plantas implica un respeto profundo por las especies y nos permite conocerlas mejor para poder valorarlas en toda su amplitud.
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Club de Observadores de la Naturaleza con Paraguay
Asociacion Etnobotánica Paraguaya
@etnobotanicaparaguaya
Fotos: ABC Color/Heber Carballo.