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Los pacientes alérgicos, principalmente aquellos portadores de enfermedades alérgicas respiratorias, como la rinitis alérgica y el asma, no pertenecen al grupo de riesgo de presentar formas graves de covid-19, sostiene el doctor Jaime Guggiari, alergista, quien disipa algunas dudas. “Sin embargo, es sabido que durante el otoño e invierno existe una mayor actividad de los virus respiratorios que descompensan y agravan las alergias. Este año tendremos que sumar al covid-19, por lo que es importante el control estricto de los pacientes alérgicos.
–¿Cuáles son los síntomas del alérgico en otoño?
–Debemos prestar mucha atención al inicio brusco de síntomas, como dolor de garganta, febrícula (hasta 37,5º C) o fiebre (38º C o más), malestar general, pérdida del gusto y el olfato, además de los síntomas clásicos del alérgico, como tos seca, opresión toráxica, congestión nasal y ocular. Es muy importante consultar a tiempo.
–¿Ser alérgico expone más a contraer el virus?
–El hecho de ser alérgico supone presentar una inflamación mínima y persistente de la mucosa nasal y bronquial, incluso sin síntomas. Esto representa una mayor predisposición a contraer cualquier tipo de virus. El control regular de los síntomas conjuntivales, nasales y bronquiales hace que esta predisposición sea mínima.
–¿Qué ocurre cuando tenemos rinitis?
–Los pacientes con rinitis sufren síntomas sobre todo al inicio de la mañana con crisis de estornudos, picazón de ojos, garganta y nariz, además de una rinorrea (secreción nasal) y tos seca intermitente. Estos signos hacen que llevemos las manos a la cara aumentando la posibilidad de ingreso de gérmenes (virus, bacterias) a la vía respiratoria. La inflamación nasal persistente evoluciona luego a los senos paranasales y bronquios, generando un mayor riesgo de rinosinusitis crónica y asma bronquial. El tratamiento antialérgico debe ser adecuado y oportuno.
–¿Cómo diferenciamos un cuadro alérgico de una influenza y más aún del covid-19?
–Los síntomas de alergia se superponen con los clásicos signos de una infección viral respiratoria, como la influenza y el covid-19. Aunque en forma muy sutil tendríamos algunas diferencias, por ejemplo, el paciente con rinitis mejora sus síntomas nasales con el correr del día y vuelve a presentarlos a la mañana siguiente o en contacto con el alérgeno. En cambio, los cuadros virales presentan síntomas persistentes durante todo el día.
La alteración del olfato y el gusto en forma brusca es propia de una infección viral y una característica frecuente en casos de covid-19.
Los cuadros alérgicos no presentan fiebre, como ocurre en una infección viral, como la influenza o el covid-19.
El contacto cercano y reciente con un paciente enfermo (familiar, laboral, etc.) también ayuda a diferenciar.
–¿Qué consejos puede dar para estos tiempos de pandemia si somos alérgicos?
–Es muy importante que todos los pacientes alérgicos realicen sus controles médicos regulares en esta temporada. No suspender la medicación establecida y continuar con el tratamiento antialérgico específico (vacunas antialérgicas). Aplicación de la vacuna antigripal. Consulta rápida y temprana en casos de presentar síntomas agudos. Se debe evitar la automedicación y hay que practicar actividades saludables que ayuden a mejorar las defensas.
–¿Cómo evitar la paranoia cuando se tiene una alergia?
–Como dijimos al inicio, el ser alérgico no representa un factor de riesgo para formas graves del covid-19. Es indispensable mantener la calma, seguir las medidas de protección individual (lavado de manos, uso de tapabocas), así como las medidas de distanciamiento, evitando en lo posible lugares de congestión de personas.
¿Pacientes protegidos?
El doctor Jaime Guggiari da cuenta de una información que tuvo su origen en MedScape el pasado 30 de abril en Nueva York. Desde luego, todo lo que atañe al covid-19 es muy dinámico y va generando nuevos datos, aclara.
“Recientes observaciones basadas en evidencias científicas muestran que los pacientes alérgicos y con asma podrían expresar con menor intensidad la recepción de la enzima de angiotensina (ACE2). Esto podría explicar la baja mortalidad de personas con asma y alergias por formas graves de la infección del covid-19”.
Esto quiere decir que “dentro de la lista de los fallecidos por covid-19 no se encuentran pacientes con alergia y asma, lo que uno esperaría encontrar en gran número”. Sin embargo, aclara el profesional: “esto no excluye todos los cuidados que los pacientes con alergia y asma deben tener para mantener su enfermedad controlada y evitar contraer el covid-19”.