El falafel, un tesoro culinario

Los platos fast food provenientes de Oriente Medio se han vuelto una constante. Uno de los preferidos de hoy es el falafel.

El falafel, un tesoro culinario
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El arte culinario de Oriente es reconocido por su riqueza en condimentos. El falafel no es una excepción. Se trata de una croqueta de garbanzos que ha ganado popularidad en todo el mundo. Varios países se disputan su origen, pero su nombre proviene del árabe y significa pimiento. La forma tradicional de servirlo es con tahini –una pasta hecha a partir de semillas de sésamo molidas– o bien con salsa de yogur. Puede servirse al plato o dentro de un pan pita –pan que contiene una especie de bolsillo, un hueco en su interior, lo que facilita su relleno–, pero también es muy aceptada la forma tipo “lomito árabe”; es decir, envuelta en un fino pan árabe. Se acompaña también de vegetales; los más populares son la lechuga y el tomate, aunque algunos optan por incluir rabanitos, repollo y zanahoria rallada. Se recomienda consumirlos cuando aún están calientes.

Sabroso, nutritivo y saciador

El garbanzo es una excelente fuente de proteína vegetal, por lo que no es de extrañar que este sea un plato preferido por los vegetarianos. Es también famoso por su alto contenido en fibras, lo que lo convierte en un excelente aliado para evitar el estreñimiento. Además tiene un alto poder saciador, por lo que no representa un enemigo para quien busca cuidar su silueta –especialmente si el falafel se cocina al horno, una variante reducida en grasas y calorías–.

Sencillo de elaborar

Para prepararlo es necesario remojar los garbanzos hasta ablandarlos (preferentemente durante toda la noche). Luego se escurren, se trituran mediante un mixer junto con cebollas, ajo, perejil, cilantro, aceite de oliva y un poco de agua y luego se procede a condimentarlos con sal, pimienta y comino. Se recomienda dejar en reposo por media o una hora y luego formar las pequeñas bolitas o hamburguesas con las manos. El último paso consiste en freírlos en abundante aceite caliente hasta que se doren (aproximadamente 6 minutos).

Su textura es crujiente por fuera, húmeda y suave por dentro, y como resultado de la mezcla de sabores junto con la salsa, el pan y los vegetales adecuados solo se puede esperar una sensacional explosión de sabor.

alba.acosta@abc.com.py

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