El coleccionista de Barbie

Lanzada en 1959, la muñeca Barbie conquistó a niñas de todo el planeta y sigue siendo la muñeca más famosa. Gabriel Scura la admiraba de pequeño y hace cinco años se animó a dejar de lado la idea de que “eso es cosa de nenas”. Entonces armó una singular colección que ahora llega a las 200 muñecas.

El coleccionista de Barbie
El coleccionista de Barbie

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Cuando Gabriel Scura (34) era un niño, admiraba los comerciales que mostraban en la televisión a las últimas Barbies del mercado, pero su entusiasmo siempre se vio frenado por el miedo a la presión social. Hace cinco años, sin embargo, impulsado por otro amigo, decidió iniciar su propia colección y dejar atrás los prejuicios. Con un lote de 200 muñecas Barbie, nos cuenta su historia y anima a otros a soñar.

¿Cómo surge esta afición por la Barbie?

–Barbie estuvo presente en mi vida siempre; desde muy pequeño admiré los comerciales de tevé de las muñecas de la marca del momento y las conocía a todas (risas). Recuerdo que solía estar expectante de las buenas calificaciones de una prima porque su recompensa era la Barbie del momento. En aquel entonces, acompañar a mi mamá a las tiendas era toda una aventura y aunque sabía que no podía tener a las muñecas que se exhibían, me conformaba con verlas. Nunca imaginé que me volvería un coleccionista, ya que más allá de coleccionar, para mí hoy es cumplir un sueño de infancia. Así es como ahora de adulto tengo mi propia vitrina cargada de sueños de mi niñez.

¿Cómo arrancó la colección?

–A pesar de que seguía investigando todo el tiempo sobre la Barbie, empecé a coleccionar hace apenas cinco años. Nunca dejé la afición, sabía cómo se llamaba cada una, el año y serie, pero no me animaba a comprar una por los prejuicios que tenía. Un amigo muy cercano me hizo ver que no estaba mal hacerlo y así empecé, sin saber realmente en lo que me estaba metiendo (risas). Mi primera Barbie fue la Jewel Hair Mermaid Barbie (Barbie Cabellera de Mar) de 1995. Con ella empecé a experimentar eso de buscar, comprar, esperar, recibir y abrir una nueva caja de la tan anhelada muñeca que yo veía en los comerciales en mi niñez. Es una experiencia difícil de explicar, es como una terapia para mí. Costosa, pero terapia al fin (risas).

Es bastante inusual ver un coleccionista de muñecas…

–Al principio también me pareció inusual, por lo que siempre mantuve mi afición en secreto, pero con el tiempo fui investigando sobre otros coleccionistas de Barbie en el mundo, y así llegué a varios grupos en diversas redes sociales. Me empecé a sentir identificado y mi pasión e interés fueron creciendo. Burlas como tal, nunca recibí. En un principio, afrontar todo esto fue difícil, porque me preguntaba cómo explicar que colecciono muñecas, cómo decirle a mi familia que desde chico me gustan las Barbies. Muchos fueron los prejuicios que tuve al inicio y por eso mantuve todo en secreto, pero la Barbie siempre me conecta con ese Gabriel de diez años y me trae recuerdos felices.

Hoy ese miedo ya está superado, incluso manejás tu cuenta de coleccionista en redes sociales...

–Sí, un día me desperté con la idea de mostrar mi colección de manera anónima, pensando en que a lo mejor muchos disfrutarían de ella. Y así, con intenciones meramente emocionales y nostálgicas, nació la cuenta BarbieCollectorPy en Instagram y Facebook. No tenía idea de cómo mostrar lo que tenía, pero a la gente le encantó. No esperé tanta aceptación e interacción con los seguidores. Además, gracias a la cuenta contacté con otras personas que se sentían identificadas conmigo, que también coleccionaban muñecas en varios puntos del país. Me di cuenta de que no estaba solo. Hoy contamos con un gran grupo de WhatsApp donde compartimos todo lo relacionado al coleccionismo de Barbie. Al poco tiempo se fueron sumando personas de Argentina, Venezuela, Chile, y seguimos creciendo. Somos todos muy unidos.

¿Cuántas Barbies conforman tu colección?

–Alrededor de 200, en un 90% son Barbies de los 90, un 8% Barbies de los 80, y un 2% Barbies actuales. Y mi colección sigue creciendo. Muchas todavía están en su caja cerrada y si son mis favoritas tengo más de una. La más importante para mí es la primera de mi colección, después está la Totally Hair Barbie de 1992, que fue la más vendida en toda la historia. Le siguen la Great Shape Barbie de 1983, que apareció en la película de Toy Story, y la Barbie Astronauta de 1985, entre otras. De algún modo todas tienen una historia detrás.

¿Son todas originales?

–Sí, compro todas mis muñecas por internet o de otros coleccionistas en el extranjero. Me enfocó siempre en los modelos lanzados en los 80 y 90. En el Paraguay casi no se encuentran y si inflan exorbitantemente los precios. Habitualmente una Barbie en las tiendas pueden costar entre G. 60.000 y G. 300.000, dependiendo de si son articuladas, mariposa, de pelo largo, oficios, etc. Por el momento, el costo más bajo que pagué por una Barbie fue de 10 dólares y el más alto 200 dólares. Los costos también varían de acuerdo al tipo de muñeca: año de lanzamiento, serie, versión, si es nueva o usada, nueva en caja o sin caja, restaurada, completa, incompleta, etc.

Al ser de colección, ¿requieren de mucho cuidado?

–El peor enemigo de un coleccionista es el espacio y el polvo. Es importante tenerlas siempre en un espacio donde no les entre polvo y en constante limpieza, porque hay piezas que se van derritiendo y desintegrando con los años. Aun así, a pesar del costo y los cuidados, siempre es posible hacer los sueños realidad por más pequeños e inocentes que puedan ser; depende de nosotros cumplirlos.

Más info: Fb e IG BarbieCollectorPy

EL DATO:

Un 90% de la colección son Barbies de los años 90, un 8% de los 80 y un 2% Barbies actuales.

nadia.cano@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Arcenio Acuña

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