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Un circuito turístico tradicional de la capital británica incluye el Big Ben, el palacio de Buckingham y su cambio de guardia, el London Eye, Picadilly Circus y el Museo Británico, entre otros lugares. Pero Londres es mucho más que eso. Para aquellos que quieran aventurarse en lugares diferentes, una buena opción es ir al norte de la ciudad para conocer Camden Town, atravesado por el canal acuático de Regent.
La cosa ya cambia cuando uno sale de la estación del metro, llamada precisamente Camden Town, y se encuentra con una multitud formando cola para ingresar al Underworld, uno de los principales lugares de conciertos de la zona, que está pegado al doblemente centenario pub The World’s End. Esa tarde eran un montón de jóvenes –y no tan jóvenes– vestidos de negro al estilo gótico, entusiasmados para asistir a un show esa noche. Por supuesto hay otros más legendarios, como el Roundhouse, donde Pink Floyd, Los Rolling Stones y otros tantos tocaron en sus inicios, en los 60. Hoy es un teatro habilitado para todo tipo de espectáculos. Se agrega el Dingwalls, donde debutó Sex Pistols y, también, tocó Blondie, la primera vez que se presentó en Londres.
La Camden Hight Street es la avenida principal, donde se puede encontrar de todo: tiendas de tatuajes, de comidas exóticas y de vestimentas estrafalarias que llaman la atención por sus fachadas originales. En ellas abundan figuras de dragones, brujas, escorpiones y de todo tipo. En materia de indumentaria es posible comprar desde el sobretodo de cuero de Neo en Matrix hasta ropa mod, como la que usaban Small Faces y The Who en aquellos 60.
Ferias y pubs
La cosa se pone más interesante cuando se llega hasta el Regent’s Canal. En las antiguas construcciones fabriles se han habilitado espacios para ferias. Se pueden encontrar LP clásicos, figuras de colección, pósteres, instrumentos musicales exóticos y, por supuesto, muchos bares. La gente bebe en mesas dispuestas a lo largo del canal o sentada en el piso. Hay una lancha turística que hace paseos por este “arroyo” artificial creado a comienzos del siglo XIX, que conecta con el canal de Paddington y el río Támesis.
Uno se pierde entre pasillos de ferias que venden de todo, en el Stables Market y el Camden Lock. Se escuchan lo más variados idiomas, principalmente los relacionados a las antiguas colonias británicas en Asia y África. Y uno se topa con todas las tribus urbanas posibles: raperos, góticos, metaleros y, principalmente, punks, ya que el lugar está muy relacionado con esta corriente que surgió a mediados de los 70.
La foto de la tapa del primer álbum de The Clash se hizo en uno de los pasillos de Camden, cuando aún este lugar era un sitio nada turístico, con edificios decadentes que hablaban de un pasado industrial decimonónico. Esos edificios de ladrillo rojo hoy cuentan otras historias, más relacionadas al arte o a lo lúdico.
En pleno Stables Market, se ubica la estatua de la cantante Amy Winehouse, habitante ilustre de esta zona londrina. Ella cantaba en esos pubs cuando comenzó, incluso llegó a trabajar de mesera en unos cuantos. Por supuesto, hay recorridos turísticos por los lugares que frecuentaba.
Eso es Camden Town, un espacio que prácticamente estaba abandonado y que fue tomado por la gente y transformado en otra cosa. Asunción, cuyo centro se cae a pedazos, ahogado por la especulación inmobiliaria, podría experimentar un cambio similar.