Durante su paso por el Paraguay, el presidente del consejo de Linux Professional Institute y director ejecutivo de OptDyn, creadores de la plataforma de cloud P2P Subutai, habló con muchos jóvenes interesados en la tecnología.
Con su look informal y con el claro mensaje de no gastar en licencias cuyas ganancias se llevan otros países, Jon “Magdog” Hall recorre el mundo. Su apostolado tiene la finalidad de dar a conocer las ventajas del empleo de Linux como sistema operativo. “¿Por qué la gente en el Paraguay estaría enviando millones y millones (de dólares) a los Estados Unidos o República de China (Taiwán) por algo que podría estar produciendo localmente?”, se pregunta este hombre de barba larga y canosa, cuyo rostro nos recuerda a la Navidad.
“Por 25 años solo he usado productos Linux en mi computadora, ningún producto de Microsoft, sin pagar ni un dólar a Microsoft. De esa manera, puedo darle trabajo a otras personas que hagan cambios en los programas que necesito. En el Paraguay hay gente que puede hacer ese trabajo para gastar aquí su dinero”, asegura. Advierte que producir localmente genera una cadena positiva de consumo, pero que “una vez que el dinero deja el Paraguay, nunca más se lo vuelve a ver”.
La carrera y la vida de Hall siempre estuvieron alrededor de la tecnología. Se licenció en comercio e ingeniería en la Universidad de Drexel (1973) y tiene un diplomado en Ciencias de la Computación, en el Instituto Politécnico Rensselaer (1977). En 30 años de carrera trabajó para empresas como Western Electric Corporation, Aetna Life and Casualty, Bell Laboratories, Digital Equipment Corporation, VA Linux Systems y SGI, y se desempeñó en distintos puestos: programador, diseñador de sistemas, administrador de sistemas, director de productos, director técnico de marketing, escritor y consultor de gobiernos de todo el mundo.
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“Para poder atraer nuevos negocios, hay que tener la experiencia en el país, y si no hay un grupo de personas entrenadas en tecnología, las empresas no van a venir a instalarse”, alerta.
La camisilla negra, con la imagen de un astronauta con una bandera arcoíris en la Luna, deja ver en el brazo derecho de Hall el tatuaje del pingüino –logo de Linux–, mientras cuenta que está trabajando en un proyecto en Brasil para producir pequeñas computadoras en el vecino país. Explica que allá las computadoras muy básicas cuestan US$ 150, mientras que en los Estados Unidos se consiguen a solo US$ 35. Por lo que al producirlas en Brasil se pueden bajar los costos y se emplea mano de obra de ese país. “Me gustaría ver que el Paraguay diseñara y produjera la placa madre que se adapte a las necesidades del Paraguay. Esto va a generar la experiencia que se necesita para atraer talentos y empresas de otros lugares, y va a evitar que salgan capitales y talento del Paraguay”, asegura.
Critica que en las universidades públicas, que se pagan con los impuestos de los ciudadanos de un país, se entrenan programadores e ingenieros que, al no encontrar buenos trabajos, se van a Europa, Estados Unidos o China. “El dinero que gastamos en impuestos fue desperdiciado”. Sin embargo, añade que “dejando el dinero acá se pueden generar puestos de trabajo para que las personas no abandonen el Paraguay”. “El software libre es el que puede ayudar a hacer el cambio”, agrega.
Hall comenta que es difícil determinar la cantidad de usuarios que hoy utilizan Linux, pero resalta que cada una de las 500 empresas más importantes –según la revista Fortune– usan software libre.
“Las cinco computadoras más rápidas del mundo corren con Linux. Es el software más usado en televisores y todo tipo de electrodomésticos inteligentes. Inclusive Microsoft, en su producto en la nube, usa algo de Linux”, comenta con cierto orgullo disimulado.
Cuenta que la compañía fundada por Bill Gates anunció recientemente que empezará a usar Android en todos sus dispositivos móviles. “Han renunciado a hacer nuevas versiones de Windows para los teléfonos móviles porque es muy caro hacer ese tipo de software y no le ven el retorno. Ven que Android está acaparando todos los dispositivos y no le ven la razón de por qué hacerlo ellos. Microsoft quiere vender software en un nivel superior al nivel operativo y es más fácil de producir”, detalla.
El presidente de Linux dice que todos los gobiernos usan software libre y que, además, cada vez que le preguntamos algo a Google, el buscador corre sobre Linux, así como también grandes compañías en internet como Amazon. “La comunidad de software libre hace tiempo decidió que el software lo puede utilizar cualquiera para cualquier propósito. Mientras Microsoft no intente hacer trampa con la licencia está todo bien. Al final, es el usuario el que decide de dónde quiere comprar su software. Si a los usuarios de Microsoft no les gusta que estén usando Linux, van a dejar de comprar”, finaliza.
silvana.bogarin@abc.com.py • Fotos Gentileza.
