Buena vista, buena vida

La doctora Andrea Oleñik Memmel vive en España, pero como cada año estuvo en Asunción en calidad profesional. Es paraguaya, oftalmóloga y apasionada investigadora.

Andrea Oleñik Memmel
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Andrea Oleñik (37) es encarnacena. Oftalmología fue una decisión personal, porque su padre perdió la vista por desprendimiento de retina y, aun operándose, no pudo recuperarla. “Esto en cierta forma me marcó y me planteó la pregunta: ¿Por qué podemos perder un órgano?”. Se recibió de médica en la UNA-Itapúa (mejor egresada) y, en el 2007, partió a España, directo al examen MIR (para médicos que quieren especializarse en España). “Recuerdo que se postulaban como diez mil colegas”. Los años, el rigor del estudio y un férreo sentimiento vocacional derivaron en lo que es hoy: especialista en cirugía de retina-vítreo y cristalino.

Estuvo en Asunción para el Primer Congreso Paraguayo de Diabetes y Enfermedades Cardiometabólicas, y disertó sobre retinografía no midriática portátil para prevención y detención.

Hablando de salud visual

“Una cosa es usar anteojos y otra tener una patología. Con anteojos, el paciente puede llegar a mejorar su visión, corregir como parte de una salud visual, pero no es lo principal. Lo principal es observar si en el ojo hay una anomalía, porque si es detectada a tiempo, podemos prevenir para no acabar en una ceguera”, explica Oleñik. Existen dos tipos de ceguera: absoluta y legal (ver un 10%). En los países avanzados, las personas ciegas pueden acceder a ayudas sociales a la discapacidad, “tienen que tener un campo visual reducido al 5% (ver menos del 10%). España tiene la mayor fundación mundial para la gente con ceguera, la Fundación Once. Muchos beneficiados terminan sus estudios, carrera, trabajan; es decir, pueden sentirse útiles a la sociedad. Todos los lugares públicos tienen accesibilidad, indicaciones para que la gente pueda ser autónoma”. La descripción de la doctora Oleñik resalta, a la vez, las carencias en nuestro país. “Nosotros desde la Fundación Retina Paraguay queremos centrarnos en el diagnóstico, la prevención; detectar casos y derivarlos a centros especializados para que no desembarque en una ceguera legal. Lamentablemente en el Paraguay seguimos con la salud muy centralizada”.

–¿Opera usted en el Paraguay?

–Si puedo, opero; si la persona es de bajos recursos. Pero nuestra misión como fundación es la prevención.

–¿Cuáles son las razones más comunes por las que se pierde la vista?

–Sobre todo la catarata. En Sudamérica es la causa más frecuente de discapacidad visual, después del glaucoma (presión elevada en el ojo porque no se detectó ni trató a tiempo con gotas o cirugía) y, luego, la retinopatía diabética.

–¿Los ojos son órganos recuperables al 100%?

–Depende de qué patología estemos hablando. Si es un glaucoma, las fibras nerviosas ya no se recuperan, pero podemos mantener lo que queda y cuidarlas.

–¿Cómo afecta una nutrición deficiente a la vista?

–La falta de vitamina A provoca alteraciones en la córnea como en la retina, así como otros déficits de nutrientes. La malnutrición, en todo estrato social, es no tener una dieta diversa.

–¿Qué nivel de prevención tiene el Paraguay?

–Reaccionan cuando ya han perdido la vista, por eso creamos campaña de concienciación, para que la gente vaya y se controle. El control normal se hace antes de los siete años, para ver si se está desarrollando bien; después cada dos años y, a partir de los 35, cada año. Eso sería lo correcto si no hay ningún problema.

–¿Hay gente que –teniendo diagnóstico y receta– se rehúsa a usar anteojos?

Si podés realizar tu vida y todas tus actividades, podés no usarlos. Aclaremos que un ojo que lleva gafas no significa que no está sano, puede ver al 100%, solamente tiene una alteración refractiva; es decir, que usando gafas se corrige. Otra cosa es una persona que aún con gafas ve menos.

–¿Qué nos dice de los ancianos que leen sin gafas?

–Realmente hay gente que siempre ha tenido una refracción casi perfecta. A medida que pasan los años, llega el inicio de las cataratas, el ojo se miopiza y así puede leer sin anteojos, porque su refracción de cerca cambió; es como una bendición.

–¿Cómo cuidamos nuestra vista?

–Primero, parpadeando conscientemente. Hoy, en el siglo XXI, el abuso de las pantallas de visualización directa, pero no por la luz que emiten, sino porque uno no parpadea y la ausencia de eso hace que el ojo se seque y se empiece a ver borroso; en vez de parpadear 16 veces por minuto, se parpadean solo dos o tres veces. Segundo, una dieta equilibrada y, tercero, acudiendo a una revisión oftalmológica una vez al año.

–¿Hay casos en que la ceguera se cura?

–Sí, hay casos, por ejemplo, en los que hubo desprendimiento de retina total.

–¿Las donaciones de córneas son imprescindibles para salvar vistas?

Ya se hizo la Ley Anita, por suerte. Una persona joven que muere accidentalmente y su donación ayudaría a otra vida, ¿por qué no donar? Además del trasplante de córneas, se están realizando ensayos de células madres para el epitelio pigmentado de la retina; pronto vamos a tener los resultados y saber si es positivo.

–¿Qué visión tiene de sus colegas y compatriotas?

–Creo que todos los profesionales en el mundo entero han cumplido un criterio y se han formado como médicos, porque quieren ayudar a los demás e intentan dar lo mejor de sí. Entre los médicos es normal que haya diferentes opiniones y eso es bueno, hace que podamos avanzar. Pero para algunas patologías hay protocolos, es decir, líneas para actuar.

–Desde su experiencia, ¿qué significa ver bien?

–Significa que tu capacidad visual, aunque no sea el 100% de la visión, te permite hacer tu vida diaria y estás satisfecha. Hay personas que ven un 20% de visión y están contentas (incluso hacen más cosas que nosotros), porque se desarrollan como personas.

BIOGRAFÍA

La doctora Andrea Oleñik Memmel se graduó como médica en la UNA-Itapúa (mejor egresada) y, en el 2007, partió a España, directo al examen MIR (para médicos que quieren especializarse en España). Es especialista en cirugía de retina-vítreo y cristalino en el Hospital Quirón San José y Ruber 39 de Madrid, España, y Limmatz Augenzentrum Zürich, Suiza. Además preside la Fundación Retina Paraguay para combatir la ceguera prevenible a través de la telemedicina. Docente e investigadora, ha publicado varios artículos en revistas científicas internacionales de oftalmología.

lperalta@abc.com.py • Fotos Gentileza.

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