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Hay varias formas de disfrutar y acompañar con vinos al chocolate, por ejemplo, en el caso de los postres a base de chocolate, pero siempre hay que tomar cuidado de no usar mucha azúcar. Los postres hacen un maridaje perfecto con los vinos, estos pueden ser tintos fuertes así como blancos de cosecha tardía, pero, particularmente, me inclino más hacia los vinos tintos fuertes, ya que, de esa forma, aprecio más el sabor amargo o picante del chocolate, dependiendo del tipo y marca que disfruto.
Como dije anteriormente, en muchas cenas con maridaje se usa el chocolate en un postre, lo que le da un paso más al menú, pero, en casa, disfruto de la barra de chocolate (con la condición de que tenga más del 70 % de cacao). Coloco un pedacito en mi boca y dejo que el mismo se vaya derritiendo lentamente sobre la lengua; es allí, en ese momento, que lo acompaño con un sorbo de un rico y buen vino tinto de mucho cuerpo, para sentir la explosión del mismo en mi boca. Los vinos ideales son los Oporto, con tenores de alcohol un poco elevados, pero hay quienes prefieren vinos más clásicos y para ello sugiero un Cabernet Sauvignon con mucha madera. Puede ser argentino como el Terrazas Gran Reserva o un chileno, como el mítico Don Melchor. Si prefieren una cepa más exótica, la opción sería el Petit Verdot y el vino Gran Nina de Mendoza. Para aquellos que cada vez más frecuentemente van descubriendo vinos de mayor temperamento, la cepa Tannat siempre marida de maravillas con el chocolate, así que una opción que no sea del país oriental es el Casa Petrini Reserva (proveniente del Valle de Uco, Mendoza) que justamente lo degusté el jueves pasado. Cuando hablamos de Tannat, pensamos en el Uruguay, ya que es el vino que identifica a ese país y, realmente, ahora hay muchas opciones para esta cepa en el mercado nacional; pero, para un maridaje con chocolate, optamos por Garzón, H. Stagniari, Pizzorno, Narbona o Bouza, que están entre mis favoritos.
Lo recalco: lo importante es que el chocolate tenga más del 70 % de cacao, lo que automáticamente lo convierte en chocolate amargo, y el relleno no importa si es de almendras, café, macadamias o ají picante. Estos diferentes rellenos le dan el toque final al sabor del chocolate y es de acuerdo a ello que elijo el vino con el cual voy a disfrutar de mi barra de chocolate.
Apreciados lectores, ¡salud a todos! y hasta el próximo domingo.