Niños de “Oñondivepa” piden fiesta navideña

Niños que son atendidos en el comedor Oñondivepa (dirigido por Vicenta Ramona Moreira) expresan sus peticiones para esta Navidad. Muchos de ellos aún no colocaron un pesebre en su hogar, y anhelan con ansias celebrar felices fiestas.

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El comedor Oñondivepa está ubicado en el barrio María Auxiliadora, situado en Trinidad.

Con mucho esfuerzo fue creciendo, dirigido por Vicenta Ramona Moreira, una señora sensible que – conociendo su propia realidad– miró más allá y se conmovió por la situación de los vecinos del lugar.

Es así que decidió habilitar un espacio al lado de su casa, para ofrecer desayunos y almuerzos a los niños del barrio.

De a poco la obra fue creciendo, hasta que consiguió alimentar a los chicos tres veces por semana, incluyendo además clases de refuerzo escolar y talleres sobre reglas prácticas para la vida.

Hoy esta obra sufre una disminución en los recursos, y las donaciones ya no llegan como antes.

Por ese motivo hay almuerzo solamente una vez por semana, los días martes, cuando los chicos acuden felices para recibir alimentos, entre tallarines, guisos, y otras delicias preparadas por Vicenta y un grupo de voluntarias, entre quienes se encuentran personas del vecindario.

Navidad esperada con muchas ansias

Los chicos expresan sus deseos con mucho ánimo, entusiasmados, alertas, ansiosos, esperanzados.
Miran con sus rostros sonrientes y deseosos de poder superar una serie de carencias que sufren a causa de las necesidades económicas vividas con sus familias.

Ropas y bicicletas

Alejandro Jara tiene 12 años, cursa el quinto grado en la Escuela Fe y Alegría, y ya armó el pesebre en su hogar, con su familia.

Con una carita sonriente y alegre, expresa que para esta Navidad quiere recibir ropas nuevas de regalo, y además siente unas inmensas ganas de jugar partido de fútbol.

Tallarines

Por su parte, Pedro Fabián Ibarrola, de ocho años, ha terminado el tercer grado en la escuela Carlos Antonio López, y desea recibir por estas fiestas ropas nuevas y una pelota de fútbol. Cuenta que el martes pasado almorzó tallarín en el comedor Oñondivepa.

Paseo sin prisas

Entretanto, María Amarilla, de diez años de edad, ha pasado al sexto grado, en la Escuela Carlos Antonio López.

Emulando a sus amigos, espera de regalo tanto ropas nuevas como una hermosa bicicleta, para pasear sin prisas.

Muy sonriente

Pudimos conversar también con Ariel Galeano, de ocho años de edad, quien estaba muy apurado por volver a su casa después de haber tomado jugo en el comedor. Antes de irse, contó que pasó al tercer grado en la Escuela Fe y Alegría, y como regalo de Navidad prefiere ropas y una bicicleta.

Ganas de pedalear y recibir zapatos nuevos

Mientras tanto, Lucas Pereira, de 10 años de edad, sonríe con ganas y también quiere una bicicleta.
El hermano de Ariel, Pedro Ignacio Galeano, tiene trece años de edad, ha pasado al séptimo grado en la Escuela Fe y Alegría y prefiere como obsequio un par de zapatos.

Jugar y compartir

Todos expresan igualmente que sienten muchas ganas de jugar y compartir con sus amigos, en un barrio seguro y cuidado, con sus familias protegidas.

Anhelan también que sus padres cuenten con un trabajo que les permita llevar una vida digna, con los chicos en las escuelas, espacios deportivos y de recreación.

Vicenta Ramona Moreira expresa que en la actualidad la obra a su cargo casi no tiene recursos.

Para seguir con los almuerzos de tres veces por semana, se requieren alimentos no perecederos, al igual que verduras, frutas y carne, sin olvidar aceite, y condimentos. Es necesario también contar con gas, para garrafas de 13 kilos.

Será ideal que este comedor pueda recibir la visita de grupos voluntarios, que cotidianamente realizan festejos navideños en instituciones necesitadas.

Rostros plenos de alegría y felicidad serán el mejor logro que puedan recibir dichas instituciones solidarias. Más información puede obtenerse al cel. 0981 514-410.

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