Los Reyes les regalaron magia, la capacidad de soñar y crear

Una infancia plena de ilusión, magia y apoyo familiar recuerdan los entrevistados, quienes sienten que ello ha marcado sus vidas para siempre. Los preparativos para recibir a los Reyes siempre eran más importantes que los obsequios. Y algunos regalos han marcado sus vidas, plenas de creación, viajes, fantasía y fortaleza.

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El maestro Luis Szarán recuerda a sus hermanos y su padre en el campo, hoy Fram Cue, con grandes preparativos para recibir a los Reyes Magos. “Papá nos daba el trabajo de poner la comida para los Reyes: galleta, pedacitos de chipa, y agua y pasto para los camellos. Colocábamos los zapatos y escribíamos largas y soñadoras cartas. Papá nos decía: ‘Pidan lo que quieran, los sueños se convierten en realidad’. Así que incluíamos hasta un avión a chorro. Recibíamos caramelos Cremalín, una marca famosa de la época. Lo hermoso era la capacidad de soñar; eso me sigue siendo útil toda la vida. La magia es el creer y alimentar la fantasía”.

Stefan Knapps, jefe de prensa de Teletón, a los siete años recibió una bicicleta, igual que sus hermanos. “Salimos a recorrer las cuadras. Fue una linda sorpresa. Creo que eso significan los Reyes: la emoción, la fantasía, los sueños”.

La escritora Nila López recuerda: “A los cinco años, me dejaron un libro de poemas sobre mis zapatitos blancos, y un corte de tela para hacerme un vestido”.

Entonces se sintió frustrada, pues esperaba juguetes. “Hoy, agradezco a mi madre que me haya hecho un lindo vestidito, porque tenía pocos, y que me haya abierto tan tempranamente las puertas de la poesía y el hábito de la lectura de libros”, dice.

El fotógrafo Luis Vera tenía cuatro años cuando recibió una carreta al estilo del Oeste.

“Me pasé jugando por mucho tiempo con ese juguete”, afirma, y cuenta: “He viajado solo desde los siete años a Concepción, por mis abuelos”. Luis realiza viajes de aventura cada vez que puede, y agradece a sus padres todo lo que le han dado. “Mi familia es muy numerosa y humilde, y ese obsequio habrá significado una buena plata, un gran esfuerzo”, dice.

La intérprete de lengua de señas Laurita Herrera, a los siete años, recibió una pileta roja pelopincho. Agradece a sus padres, que le brindaron una hermosa, feliz y libre infancia.

El director de Brahma Kumaris, Antoine Ducrot, de niño se detenía más en los preparativos, apoyado por su abuelo, quien le decía que los camellos necesitaban ayuda para seguir su viaje.

“Agradezco a mi abuelo el cariño de haber mantenido la magia de los Reyes en mi niñez, e insto a que los padres y abuelos también lo hagan. La magia es el verdadero regalo que nunca se olvida”.

La coordinadora del comedor de niños Mitãraity, Sara Servián, comenta con gran añoranza que su madre confeccionaba para ella y sus hermanos muñecas y pelotas de trapo. “Con la pobreza que había, esos regalos eran lo más grande que podía existir. Mis hermanas y yo adorábamos las muñecas, y a mis hermanos les encantaban las pelotas, que parecían verdaderas. Éramos tres mujeres y cuatro varones, y nuestros padres nos dedicaban todo su amor, que siempre fue insustituible”, recuerda.

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