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Enérgico, carismático, bromista, pero sobre todo gran cantante y virtuoso músico. Fue todo esto lo que Eros Ramazzotti demostró ser ante un público no muy numeroso, pero que presenció una propuesta de nivel.
El salón del Centro de Convenciones de la Conmebol se redujo a la mitad para esta ocasión. El show se inició con “La sombra del gigante”, “El tiempo no atiende a razones”, “Estrella gemela”, “Fábula”, “Flor nacida ayer”, “Piú che puoi”, “Si bastasen un par de canciones” y “Terra promessa”.
Entre temas, Ramazzotti se esforzó en conquistar a una audiencia que al principio parecía dormida, y lo logró. Despertó gritos y aplausos, ya que se bajó a la platea, se sentó al lado de la gente, se paseó, se sacó fotos y cantó bien cerca de todos.
Luego en un clima bien íntimo, la parte acústica tuvo lugar con temas como “Una storia importante”, “Adesso tu” y “L’aurora”. En una de las canciones, el italiano quiso hacer cantar al público que, al parecer, no conocía bien la letra, entonces él tomó este momento como un chiste e hizo improvisar con otros sonidos. Luego, con otra canción que la gente sí sabía, quedó sorprendido y agradecido.
Entre las imágenes interactivas que se desplegaban en la gran pantalla que tenía detrás y un llamativo juego de luces, sonaron también “Donde hay música”, “Una emoción para siempre”, “Otra como tu”, “Estoy pensando en ti” y “Música es”.
El cantante también tuvo momentos para mostrar su talento como instrumentista, pues tuvo a su cargo solos de guitarra y un desafío de baterías contra su baterista, con el que la gente vibró.
En todo momento se lucieron también sus coristas, a quienes Ramazzotti dio mucho protagonismo. Además, vino acompañado por una banda de sobresalientes músicos. Arriba del escenario se veía un clima de gran camaradería entre el artista y su conjunto, lo que supieron transmitir.
Cerró con los ánimos bien arriba con “Un angelo disteso al sole”, “Fuego en el fuego” y “La cosa más bella”. victoria.martinez@abc.com.py